La Audiencia condena a dos años de cárcel a dos etarras contrarios al fin de la violencia
No entrarán en prisión dado que han llegado a una conformidad con el fiscal, han reconocido los hechos y reparado el daño
Los dos miembros de Amnistía Ta Askatasuna (ATA), una organización disconforme con el cese de la violencia terrorista y que basa sus actividades en las reivindicaciones de los presos de ETA, que eran juzgados este miércoles en la Audiencia Nacional por quemar dos expendedoras de billetes de tren en Vizcaya en 2020 como apoyo a la huelga de hambre del preso etarra Iñaki Bilbao Goikoetxea, alias ‘Txikito’, han sido condenados por sentencia a dos años de cárcel, si bien no entrarán en prisión.
En la vista oral, que ha durado apenas unos minutos, los dos acusados, Gaizka Andoni Astoquizaga y Valentina Liliana Morisoli, han reconocido su participación en los hechos que se les imputaban y han entregado una cantidad como pago a la empresa propietaria de las máquinas saboteadas como reparación del daño. Tras esto, la defensa de ambos ha señalado que aceptaban la pena de dos años, a la que se ha llegado tras conformar con el Ministerio Fiscal.
El tribunal ha dictado entonces sentencia ‘in voce’ –de palabra– condenando a ambos a dos años de prisión por un delito de daños con inhabilitación para el sufragio pasivo y multa de nueve meses a razón de seis euros diarios. Cabe recordar que la Fiscalía interesaba en su escrito de acusación cuatro años de cárcel para cada uno.
Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press han señalado al término de la vista que ahora, en la fase de ejecución de la sentencia se procederá a la suspensión de la pena para ambos, si bien el magistrado durante la vista ha puesto sobre la mesa que uno de ellos, Astoquizaga, contaba ya con una condena de inhabilitación de 12 años por hechos anteriores.
A la salida de la Audiencia Nacional, un grupo de unos 10 jóvenes esperaban a los dos acusados, y tras conocer la sentencia han celebrado la noticia.
Los hechos ocurrieron en 2020
Según apuntaba el Ministerio Público en su escrito de acusación, Gaizka Andoni Astoquizaga y Valentina Liliana Morisoli –de nacionalidad suiza–, el 10 de noviembre de 2020, sabotearon la máquina del apeadero del tren de Zugastieta (Muxica). En concreto, uno de ellos golpeó con una maza esa expendedora para luego rociarla con líquido inflamable y prenderle fuego, mientras que la otra acusada hacía una pintada en los muros del apeadero en el que se podía leer ‘Txikitorekin bat’ (juntos con Txikito). Los desperfectos fueron valorados en 2.875,58 euros.
A los dos días, la pareja volvió a las andadas y sabotearon el apeadero del tren de Forua, en la zona de Guernica. En esa ocasión vestían ropa oscura, capucha y visera, y una vez más, tras golpear con una maza la expendedora, la rociaron y prendieron fuego. Los daños ascendieron a los 7.062,52 euros.
Al día siguiente, 13 de noviembre de 2020, ATA publicó un comunicado anónimo en su web en el que se reivindica la autoría de cuatro sabotajes cometidos en la zona de Gernika-Lumo (Vizcaya), concretamente la quema de banderas en Muxica, daños en el edificio de la Diputación Foral de Vizcaya en Guernica, el sabotaje en la estación de tren de Zugastieta y sabotaje en la estación de tren de Forua.
El fiscal indicaba en su escrito que durante ese año 2020 se detectó una reactivación de la actividad de ATA por medio de reivindicaciones de los presos de ETA afines a los postulados de esa organización, acompañadas de acciones de violencia callejera y presión social.
Recuerda que así ocurrió con motivo de la huelga de hambre que llevó a cabo el preso Patxi Ruiz Romero, que finalizó el 10 de junio de ese año. En esa ocasión, relata, se produjeron múltiples actos, manifestaciones y concentraciones en protesta y solidaridad con este preso, organizadas por ATA y otras organizaciones. Señala que entonces se vieron pintadas, ataques a domicilios de dirigentes políticos y hasta la quema de un cajero automático.