La Audiencia Nacional investiga si el activista Alvise Peréz reveló secretos del 'caso Kitchen'
El juez Gadea solicita un informe a la Fiscalía por la filtración de 23 chats de WhatsApp del ex ‘número dos’ de Interior
Fachada de la Audiencia Nacional. | Europa Press
La Audiencia Nacional investiga la filtración en Telegram de una serie de chats del caso Kitchen que contienen secretos oficiales. En un auto, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el Juzgado Central de Instrucción número 6 informa a la Fiscalía de que se han incoado diligencias previas de investigación sobre un presunto delito de descubrimiento de secretos relacionado con la filtración de un total de 23 conversaciones de WhatsApp que el juez del caso Kitchen había ordenado expurgar de la causa. En unos casos, por contener presuntamente información que podría comprometer la seguridad del Estado. En otros, por ser conversaciones de carácter íntimo que no tenían nada que ver con los hechos investigados en Kitchen.
En el auto, fechado el pasado 13 de septiembre, el magistrado comunica al fiscal jefe de la Audiencia Nacional la incoación de diligencias previas tras analizar una querella del ex número dos del Ministerio del Interior, Francisco Martínez Vázquez. El juez Joaquín Gadea remite las actuaciones al Ministerio Público y solicita a ese organismo «que informe sobre si procede aceptar su competencia y, en su caso, las diligencias a practicar». «Los hechos que resultan de las anteriores actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal», indica el magistrado.
El que fuese secretario de Estado de Seguridad con el exministro del PP Jorge Fernández Díaz presentó el pasado mes de julio una querella contra el activista y analista conocido como Alvise Pérez, quien el próximo viernes protagonizará la única entrevista concedida en España por Luis Rubiales desde su dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Pérez divulgó el pasado 10 de julio en su cuenta de Telegram, donde tiene 208.000 seguidores, las transcripciones íntegras de una serie de chats que habían sido expurgados del caso Kitchen.
Los chats de Kitchen de Alvise
Algunas de esas conversaciones contenían mensajes entre Martínez Vázquez y antiguos responsables de la Policía Nacional. En ellos se revelaban datos y nombres de presuntos informantes o confidentes de los servicios de información en investigaciones contra ETA, el terrorismo yihadista o el independentismo catalán. El resto eran chats que nada tenían que ver con Kitchen, en los que el ex número dos de Interior hablaba con familiares, amigos y periodistas sobre asuntos de carácter personal.
El juez instructor del caso Kitchen, Manuel García Castellón, ordenó la retirada definitiva de esos chats del sumario, entre otras razones, porque «buena parte» de la información contenida en esas conversaciones «podría ser tributaria de la protección otorgada por la normativa relativa a secretos oficiales». Así lo señaló el magistrado en un auto firmado electrónicamente el propio 10 de julio de 2023. Unas horas después, exactamente a las 11.24 horas del mismo día, Alvise Pérez difundió en su cuenta de Telegram «los 23 chats íntegros que acababan de ser expurgados» por el juez, según la querella de Martínez Vázquez que investiga ahora la Audiencia Nacional.
La difusión de esos chats en Telegram se hizo, según la denuncia, «con pleno conocimiento de su contenido secreto y sin haber facilitado el querellante ni su acceso ni su difusión». Para Martínez Vázquez, «es evidente la concurrencia del delito contra la intimidad», así como otros relativos a los secretos de Estado.
«La gravedad de los hechos denunciados es máxima, teniendo en cuenta los 208.000 suscriptores activos al momento de ejecutar la filtración de los mensajes cuya divulgación estaba prohibida por resolución judicial y que, en solo 12 minutos desde haberlos subido, ya 5.000 personas lo habían visionado directamente en la citada plataforma de Telegram», indica la querella. Horas después de su publicación, el contenido descargable de esos chats fue eliminado de la lista de difusión de Alvise Pérez en esa red social.
El origen de la filtración
En su escrito, el ex número dos de Fernández Díaz solicita que se interrogue a Alvise Pérez en calidad de querellado. Además, solicita que se requiera a la Agencia Tributaria una serie de información fiscal del querellado «para saber si está dado de alta como periodista y, en caso de trabajar por cuenta ajena, conocer quién es su pagador, dado que podría haber responsabilidades civiles o, en su caso, penales de persona jurídica». Asimismo, solicita investigar con detalle el origen de la filtración; es decir, cómo esos chats pudieron acabar en manos del activista si se encuentran en una causa en fase de instrucción.
No obstante, en el auto de incoación de diligencias previas de investigación, el juez Gadea no personaliza aún la investigación en personas concretas que pudieron verse involucradas en la filtración de los chats que García Castellón había prohibido difundir. «No estando determinadas la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que en ellos han intervenido, es procedente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 774 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, instruir Diligencias Previas y practicar aquellas esenciales encaminadas a efectuar tal determinación», indica el auto. En él, se deja en manos de la Fiscalía la decisión de aceptar o no las diligencias solicitadas por el querellante.
El ex número dos del Ministerio del Interior presentó su querella ante la Audiencia Nacional argumentando que, al haberse producido una revelación de secretos oficiales que afecta a materias como lucha antiterrorista, ese tribunal sería el competente para investigar los hechos denunciados. Como adelantó este diario, en los chats difundidos por Alvise Pérez se revela la identidad de confidentes secretos de los servicios de información en el País Vasco, Cataluña y en operaciones contra el yihadismo.
Sus nombres aparecen en conversaciones entre el exsecretario de Estado de Seguridad y altos mandos de los servicios de información de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Entre otros, el comisario Enrique García Castaño y el coronel Manuel Sánchez Corbí. En esos mensajes también se dan nombres de informantes sobre presuntos actos de corrupción de políticos independentistas en Cataluña y se revelan datos de algunas fuentes compartidas con los servicios de inteligencia de otros países como parte de la lucha internacional contra el terrorismo yihadista.
