'Caso Tito Berni': la Policía archiva la denuncia interna contra el mando apartado por la juez
Cierran el expediente por supuesto acoso laboral que mantiene apartado desde junio al inspector jefe de la investigación
El exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias 'Tito Berni' (c) y su abogado (i). | EFE
Giro en el conflicto policial que libran desde abril los principales investigadores del caso Tito Berni. La Dirección General de la Policía Nacional ha archivado la denuncia de acoso laboral por la que el hasta entonces jefe de la investigación y máximo responsable de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife, el inspector jefe Francisco Moar, fue apartado del caso el pasado mes de junio.
En una resolución, según revelan fuentes sindicales a THE OBJECTIVE, la Subdirección General de Recursos Humanos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha considerado que las acusaciones que nueve agentes habían realizado contra su superior jerárquico no constituyen una «situación de acoso laboral». «Las órdenes y demás medidas adoptadas por el Jefe de Brigada, sin entrar en valoraciones, se considera que no revisten carácter de ofensa sistemática a la dignidad de los denunciantes, ni constituyen un trato degradante o vejatorio hacia los mismos», añade la resolución.
No obstante, añaden las mismas fuentes, el documento no termina de zanjar el conflicto interno que existe entre los investigadores del caso Tito Berni y deja en manos del jefe superior de la Policía Nacional en Canarias la decisión de devolver o no las riendas de la investigación a Moar. La resolución del expediente también revela que el CNP rechazó durante la investigación interna tomar declaración a la magistrada María Isabel Lorenzo-Cáceres y al fiscal Jaime Serrano-Jover, que son, respectivamente, la juez instructora y el representante del Ministerio Público en el caso Tito Berni.
Apartado por la juez de ‘Tito Berni’
El denunciado había solicitado la declaración de ambos para aclarar si, tal y como afirmó hace cuatro meses el comisario jefe de Tenerife, habían dado «órdenes» de apartar a Francisco Moar de la investigación mientras se resolvía el expediente por acoso laboral en su contra. Sí se tomó declaración a un total de siete funcionarios de la Policía Nacional cuyo testimonio había solicitado el denunciado por haber participado presuntamente en una reunión, celebrada el pasado 4 de abril, donde la jueza dio instrucciones de separar de la investigación al jefe de la brigada provincial de Policía Judicial.
Entre otros, se tomó declaración al comisario provincial de Santa Cruz de Tenerife, Luis Felipe San Martín. «Estos funcionarios aclaran que en dicha reunión recibieron instrucciones de la Autoridad Judicial para que, por parte de los inspectores jefes del Grupo de Delitos Tecnológicos y UDEF se informara directamente al Comisario Provincial de Santa Cruz de Tenerife, evitando cualquier transmisión de información a los mandos intermedios, entre los que se encontraría de forma enérgica el denunciado», indica la resolución del expediente interno a la que han tenido acceso representantes de sindicatos policiales.
La denuncia interna por presunto acoso laboral que ahora ha quedado archivada, según el documento, fue promovida por el jefe de Grupo de la Unidad de Delitos Tecnológicos, A.B., el mismo agente al que Antonio Navarro Tacoronte, alias ‘El mediador’, denunció por la presunta filtración de audios e informes del caso Tito Berni. Este último caso se encuentra sobreseído provisionalmente y pendiente de que la Audiencia Provincial decida si se cierra de forma definitiva o si ordena reabrir la investigación por las presuntas filtraciones.
Descartan el acoso laboral
Otros ocho agentes de su unidad se sumaron a la denuncia de A.B. contra el jefe de la brigada provincial de Policía Judicial, quien fue apartado del ‘caso Tito Berni’ por el comisario jefe de Santa Cruz de Tenerife como medida cautelar tras la denuncia de acoso laboral interpuesta por los agentes del grupo de Delitos Tecnológicos. Amparándose en una supuesta «orden» verbal de la jueza, añaden las fuentes consultadas, el comisario provincial decidió cambiar de dependencias a los agentes de esa unidad y apartó al jefe de la Policía Judicial de la investigación.
Los roces entre este último y el equipo policial encargado de analizar el contenido de los móviles del Mediador se inició, según se desprende del expediente, a raíz de una serie de instrucciones por las que el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial empezó a exigir a sus subordinados informes puntuales y detallados sobre la investigación. «Este aumento de control de las actividades de los funcionarios, mediante la implementación de las medidas específicas que se mencionan por los denunciados, y que alguno llega a calificar de innecesarias, inútiles o improductivas y que hasta el momento no se habían realizado, pertenecen al ámbito competencial del denunciado como Jefe de Brigada», zanja la resolución administrativa.
Este diario se ha puesto en contacto con Moar para aclarar si ahora exigirá a la cúpula de la Policía Nacional en Canarias retomar las riendas del caso Tito Berni. Sin embargo, el inspector jefe no ha querido hacer ninguna declaración al respecto del archivo del expediente por acoso laboral en su contra al tratarse de un procedimiento interno sujeto al deber de confidencialidad exigido por el CNP.
La Subdirección General de Recursos Humanos desacredita los hechos denunciados por esos agentes contra su superior jerárquico y señala que se basan en meras «cuestiones relacionadas con el trabajo en sí». Los denunciantes alegaban «carga de trabajo excesiva», «incertidumbre», «ralentización del trabajo diario», «incumplimiento de plazos judiciales», «gestiones burocráticas innecesarias» o «aumento de estrés».
Rechazan «mala fe» de los denunciantes
«Se habla de órdenes y contraórdenes en general y que las mismas habrían provocado ansiedad, inestabilidad e inseguridad a la hora de saber si se estaban cumpliendo o no con lo ordenado por el jefe de la Brigada. Se califican las órdenes dictadas por el denunciado, de exigir por escrito que se dé cuenta de las gestiones practicadas por los integrantes del Grupo, como de ‘pérdida de tiempo y recursos’, así como de ‘tarea inútil’», apostilla la resolución, según informan fuentes sindicales.
El documento recuerda que «no todo conflicto, orden controvertida o cambio organizativo constituye acoso». No obstante, también descarta investigar una posible «mala fe» o denuncia falsa por parte de los nueve agentes que denunciaron a su inspector jefe. No se aprecia que hayan faltado a la verdad para desacreditar a su superior. De lo actuado, añade la resolución de la Subdirección General de Recursos Humanos, «sí se reconoce un conflicto entre ambas partes».
«El mero hecho de que las denuncias coincidan en cuanto a la forma y parte del contenido, y que las conductas denunciadas no se hayan considerado tributarias de acoso laboral o bien probadas, como por ejemplo la difusión de rumores falsos por parte del denunciado, no puede implicar que se haya actuado de forma fraudulenta a la hora de interponer las denuncias, por lo que no procede acceder a lo solicitado», concluye la resolución administrativa, contra la que aún cabe recurso de alzada.
Veterano de la lucha contra ETA en los años 80 en el País Vasco, el inspector jefe Francisco Moar, nacido en Galicia, aterrizó en Tenerife hace poco más de dos años. Un alto mando en Madrid le describe como un excelente investigador y reputado jefe de diversas unidades policiales. Condecorado varias veces, apenas unos meses antes de ser apartado del caso Tito Berni, había propuesto para una medalla al mérito policial a casi todos los agentes que en junio le acusaron de acoso laboral.
