La Fiscalía mantendrá a Delgado en su puesto a pesar del ascenso anulado por el Supremo
El Alto Tribunal debe pronunciarse sobre tres recursos sobre su nombramiento como fiscal de Memoria Democrática
Dolores Delgado seguirá como fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática. Fuentes del Ministerio Público confirman a THE OBJECTIVE que la sentencia del Tribunal Supremo que anula su ascenso al máximo escalafón de la carrera no afecta a su último nombramiento, que tuvo lugar en junio. Su situación puede cambiar si el Alto Tribunal se pronuncia en el mismo sentido con los recursos pendientes. Dos asociaciones de fiscales y Luis Ibáñez, que compitió con Delgado por el puesto recién creado, solicitaron anular la designación de la exministra de Justicia porque fue fruto de «un tráfico de favores».
La sentencia del Supremo acusa al sucesor de Delgado al frente de la Fiscalía General del Estado, Álvaro García Ortiz, de desviación de poder en el ascenso de la exministra de Justicia, que tuvo lugar hace un año. La actual fiscal de Sala de Memoria Democrática fue promovida como fiscal de Sala de lo Militar pese a no contar con el apoyo del Consejo Fiscal. La mayoría del órgano consultivo votó por Luis Rueda, con experiencia contrastada como capitán auditor del Cuerpo Jurídico Militar de Defensa.
Aquella decisión de García Ortiz soliviantó a buena parte del Ministerio Público, que consideró que había promocionado a su antigua jefa pese a no ser la aspirante con más méritos. En ese sentido se ha pronunciado este martes el Tribunal Supremo, que considera acreditado que el fiscal general buscaba ascender a Delgado a la máxima categoría de la carrera fiscal pese a la ausencia de legislación.
El ascenso de Delgado
La resolución, acordada por unanimidad de la Sala, denuncia que la finalidad de García Ortiz fue remediar que una persona que había sido ministra y fiscal general del Estado no alcanzara el máximo escalafón de la carrera fiscal una vez abandonado esos cargos. El ascenso allanó su nombramiento como fiscal de Sala de Memoria Democrática el pasado junio, ya que para su designación se contabilizaron méritos que no le correspondían, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE.
Dichos méritos acaban de ser anulados por el Supremo porque esa promoción puede «traer consecuencias perversas, en forma de clientelismo, erosión de la meritocracia y frustración legítima» de otros compañeros. La sentencia ordena retrotraer las actuaciones, aunque ya no será necesario porque Delgado dejó la Sala Militar en junio para tomar posesión como fiscal de Sala de Memoria Democrática.
Un argumento que utilizó la propia Delgado en junio, cuando instó al Supremo a archivar el recurso presentado por Rueda contra su nombramiento como fiscal de Sala de lo Militar. La exfiscal general alegó que había sido designada para la Fiscalía de Memoria Democrática y que la otra plaza había quedado vacante, por lo que su antiguo rival podía volver a optar a la Fiscalía Togada. El Alto Tribunal rechazó la solicitud y siguió adelante con el proceso. A pesar de que la resolución reprueba el ascenso no afecta a sus actuales funciones.
«Son procesos distintos», reconoce un miembro de la carrera fiscal. No obstante, la situación puede cambiar si el Supremo se pronuncia en el mismo sentido que este martes en alguno de los tres recursos pendientes por el nombramiento de Delgado como fiscal de Memoria Democrática. La Asociación de Fiscales (AF) y la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) solicitaron en octubre al Alto Tribunal que anulara la designación al considerar que fue fruto de «un tráfico de favores».
Recursos ante el Supremo
Las organizaciones avanzaron que podría tratarse de «una desviación de poder», como ha constatado el Supremo. «La resolución reconoce que la relación entre el fiscal general y Delgado era estrecha y que al primero le animó favorecer a la que había sido su predecesora», subrayan las fuentes fiscales. E insisten: «La relación sigue siendo la misma aunque haya cambiado de puesto». El tercer recurso lo interpuso Luis Ibáñez, que compitió con Delgado por el puesto que ahora ostenta.
La sentencia no permite recurso, por lo que la condena es firme. No obstante, una afectada Dolores Delgado ha anunciado en la Cadena SER que «peleará» y «combatirá» el fallo «hasta las últimas fuerzas» al considerarla injusta. La vía que le queda es la del Tribunal Constitucional, a través de un incidente de nulidad por vulneración de derechos fundamentales.
Una estrategia parecida a la que utilizó Eduardo Esteban, al que Delgado nombró titular de la Sala de Menores cuando era fiscal general del Estado. El Supremo anuló en dos ocasiones el nombramiento de Esteban, que pertenece al mismo sindicato que su jefa, al considerar que no cumplía «las exigencias mínimas», aunque García Ortiz no ha ejecutado la sentencia. Una tarea que le corresponde abordar al nuevo ministro de Justicia, Félix Bolaños.
«Delgado tratará de alargar el proceso, como ha hecho Esteban», precisan fuentes de la carrera fiscal. Las mismas que reconocen que la fiscal de Memoria Democrática habría tenido muy complicado hacerse con ese cargo si un año antes García Ortiz no la hubiese promocionado al máximo escalafón.
Una vía que emprendió en marzo del año pasado el PSOE, cuando coló una enmienda en la Ley Concursal para reformar el estatuto de los fiscales por la puerta de atrás para que la entonces fiscal general y sus sucesores fuesen promovidos a la máxima categoría tras abandonar sus cargos. Los socialistas acabaron retirando la propuesta por la controversia que generó, incluyendo el tirón de orejas de Europa.