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Delgado asciende a jefa de sala pese a no contar con el respaldo del Consejo Fiscal

El órgano consultivo apoya a Luis Rueda, pero la última palabra la tiene Álvaro García Ortiz, que sustituyó en el cargo a la aspirante designada

Delgado asciende a jefa de sala pese a no contar con el respaldo del Consejo Fiscal

Dolores Delgado en una comparecencia en el Senado. | Isabel Infantes (Europa Press)

El nuevo fiscal general se estrena ascendiendo a su predecesora. Dolores Delgado será la nueva jefa de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo pese a no contar con el respaldo del Consejo Fiscal. El órgano, meramente consultivo, prefería que ese puesto lo ocupara Luis Rueda, teniente fiscal del Tribunal de Cuentas. Sin embargo, se ha impuesto el criterio de Álvaro García Ortiz, que sustituyó a Delgado como fiscal general del Estado en agosto.

El Consejo Fiscal, formado por 12 miembros, ha votado este jueves a los candidatos que deben ocupar las 14 plazas convocadas por el Ministerio de Justicia el 1 de septiembre. Entre los aspirantes a esas vacantes se encontraba Delgado, ex fiscal general del Estado, que solicitó el puesto de fiscal jefe de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo. El movimiento supone su ascenso a la máxima categoría de la carrera fiscal. Sin embargo, sus compañeros abogaban por otra persona, Luis Rueda, que ha obtenido seis votos, por los cuatro de Delgado.

Las votaciones comenzaron a primera hora de la tarde, tras el receso para el almuerzo, y han dejado otras sorpresas significativas. Entre ellas, el relevo del teniente fiscal de la Audiencia Nacional. Miguel Ángel Carballo, que aspiraba a revalidar el puesto y ha tenido el apoyo mayoritario de sus colegas, será sustituido por la actual Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Marta Durántez, persona de confianza de García Ortiz.

Los apoyos de Delgado

Menos sorprendente ha sido el resultado de Delgado. Este plebiscito, el último de la jornada, comenzó pasadas las 21.00 horas. A la plaza de fiscal jefe de la Sala de lo Militar aspiraban 20 candidatos. La que fuese ministra de Justicia en el primer Gobierno de Pedro Sánchez solo ha recabado el favor de cuatro compañeros: los dos de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) y dos miembros natos, fiscales que ella misma designó.

Un resultado esperado, ya que las elecciones del 4 de mayo conformaron una mayoría crítica con la gestión de Delgado. El nuevo Consejo Fiscal está integrado por seis vocales de la Asociación Fiscal (AF) y uno de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) frente a los dos de la organización progresistas, a la que pertenecía Delgado. A estos hay que sumar los tres vocales natos: la teniente fiscal del Supremo, la inspectora jefe y el nuevo fiscal general, Álvaro García Ortiz.

El vocal de APIF, Salvador Viada, se ha abstenido porque su mujer, la fiscal Anticorrupción María Teresa Gálvez, competía por la misma plaza que persigue Delgado. Gálvez ha investigado causas tan complejas como el caso Púnica. Al puesto también optaban Carlos Bautista, especializado en terrorismo, y varios fiscales que prestan servicio en el Tribunal Supremo, como Manuel Campos, Pedro Campoy, María Isabel de las Cuevas, Olga Sánchez o Luis Fernando Rey.

Delgado felicita al nuevo fiscal general en su toma de posesión. | Foto: Eduardo Parra (Europa Press)

Delgado dimitió como fiscal general el 20 de julio alegando razones de salud tras una operación de columna vertebral. Tan solo dos meses después sorprendía postulándose para la vacante en la Sala Militar del Alto Tribunal. En caso de obtenerla (tiene que ser nombrada por el Gobierno), ascenderá al escalafón máximo del Ministerio Público. En la actualidad ostenta plaza en la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Debía reincorporarse en la primera semana de octubre.

El PSOE intentó garantizar el ascenso de Delgado mediante una enmienda incluida en la Ley Concursal. Esta fórmula habría supuesto que tanto ella como sus sucesores al frente de la Fiscalía General del Estado fuesen promovidos a fiscal de sala del Supremo al abandonar sus cargos. Los socialistas acabaron retirando la propuesta por falta de apoyos parlamentarios. La oposición criticó la iniciativa porque suponía una reforma «por la puerta de atrás».

A pesar de que Delgado no ha obtenido el apoyo mayoritario del Consejo Fiscal, se convertirá en fiscal jefe de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo gracias al apoyo del fiscal general. El criterio de los vocales no es vinculante. La última palabra la tenía el García Ortiz, que hasta hace unos meses se desempeñaba como su mano derecha en la fiscalía. Él es el encargado de designar la persona que ocupará esa y las otras 13 vacantes en liza.

«Es un regalo por haberle elegido sucesor», admiten las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE. Sostienen que existían candidatos con más antigüedad y mejor currículo que Delgado. Entre ellos el propio Luis Rueda, que cuenta con experiencia, ya que fue capitán auditor del Cuerpo Jurídico Militar de la Defensa. García Ortíz elevará ahora la selección al Gobierno y será el Consejo de Ministros el que, en última instancia, proceda a la designación.

La exfiscal general tenía la intención de convertirse en fiscal de Sala de Memoria Democrática, una figura que incluye la nueva ley de Memoria Democrática, que aún se tramita en el Senado. Ante la imposibilidad de que esa plaza no se convoque en esta legislatura, Delgado se decantó finalmente por la Militar, donde no tiene experiencia alguna y que tampoco le corresponde por escalafón.

Relevo en la Audiencia Nacional

La plaza de fiscal jefe de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo no era la única en juego. Otro de los puestos a cubrir es el de Teniente Fiscal de la Audiencia Nacional. A pesar de que el actual titular, Miguel Ángel Carballo, presentó sus credenciales para renovar la plaza y que ha obtenido siete de los 12 votos en el Consejo Fiscal, García Ortiz ha optado por designar a la progresista Marta Durántez Gil, actualmente en la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado y persona de su confianza.

Durántez, licenciada en Derecho por la Universidad de Valladolid, ingresó en la carrera fiscal en 1998. Estuvo destinada en las fiscalías de Algeciras, Motril y en la de Pontevedra desde 2002. Tres años después fue designada delegada de Siniestralidad Laboral en esta plaza. Tras su llegada la fiscalía general, Delgado la designó fiscal de la Secretaría Técnica en marzo de 2020. Allí fue donde coincidió con García Ortiz, convertido ahora en su principal valedor.

Quien sí revalidaría su cargo será el actual fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, como ya adelantó este diario. El juez madrileño ha obtenido el apoyo tanto del sector conservador como el del progresista en el Consejo Fiscal. Todos, excepto el del independiente Viada. Luzón competía con María Belén Suárez Pantin, su número dos, que ha investigado durante años el caso Pujol.

Para el puesto de la Fiscalía Especial Antidroga ha sido seleccionado Luis María Uriarte, que ya formaba parte de ella. Los destinos vacantes los completan la Inspección Fiscal (Juan José Criado); la Fiscalía Superior de Canarias (María Farnés) y de La Rioja (Santiago Herráiz); las Provinciales de Granada (Pedro Javier Jiménez), Málaga (Juan Bautista Calvo-Rubio) y Huesca (Juan Baratech); y las de Área de Granollers, Sabadell, Ferrol y Móstoles.

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