La televisión pública suiza blanquea a Rovira mientras el juez estrecha el cerco por Tsunami
RTS emite este jueves un reportaje en el que afirma que la ‘número dos’ de ERC está «perseguida» por España
Ilustración de Alejandra Svriz.
Exiliada, perseguida y espiada. Ese es el retrato de Marta Rovira que va a ofrecer la televisión pública suiza. RTS emite este jueves un reportaje en el que destaca la situación que, desde su punto de vista, padece la secretaria general de ERC desde marzo de 2018. En ese fecha se mudó a Ginebra para eludir a la justicia española, que le atribuía un delito de rebelión tras la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) en Cataluña. El documental se difunde apenas unos días después de que el juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso de Tsunami Democràtic haya solicitado ayuda a las autoridades helvéticas para localizarla.
«Es una coincidencia trágica para el Gobierno de Suiza», admiten las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE en el país helvético. El reportaje, elaborado por la periodista Cécile Tran-Tien, se televisará este jueves a partir de las 20.10 horas en Temps présent, el programa de información política más importante de la RTS.
La cadena, en manos del gobierno confederal, emite para los cantones de habla francesa. Las mismas fuentes sostienen que, de acuerdo con la práctica habitual, es probable que el magacín que analiza la situación de Rovira se traduzca al alemán y al italiano y se emita en el resto de canales del medio.
Rovira en Ginebra
Una forma de «internacionalizar el conflicto», como perseguían los responsables de Tsunami. El conductor del programa, Jean-Philippe Ceppi, adelanta en la promoción que Rovira «tuvo que huir de su país y refugiarse en Ginebra para no enfrentarse a 30 años de prisión. ¿Su crimen? Haber organizado un referéndum sobre la independencia de Cataluña». El periodista insiste en que la número dos de ERC «está perseguida por los servicios secretos españoles y es víctima de espionaje en tierras suizas».
La televisión pública se detiene en el día a día de Rovira en Ginebra, donde reside desde que abandonó España para eludir a la justicia española. El juez instructor del procés en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, la procesó por rebelión, el mismo delito que le imputó a la cúpula del Govern, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los máximos responsables de la ANC y Òmnium Cultural por su participación en la organización del referéndum ilegal, que se celebró el 1 de octubre de 2017.
La dirigente independentista no puede volver a España porque sobre ella pesa una orden de detención nacional. En Suiza no puede ser arrestada hasta que exista una euroorden, algo que mantiene en stand by Llarena hasta que la justicia comunitaria se pronuncie. Rovira nunca ha ocultado que se encuentra en Ginebra. De hecho, en mayo anunció que no volvería aún «del exilio» durante una intervención por vía telemática en un mitin electoral en Vic (Barcelona).
El especial televisivo sobre la número dos de ERC se emite un día después de que Manuel García-Castellón haya enviado una comisión rogatoria a Suiza para localizarla. El juez que instruye la causa de Tsunami Democràtic sostiene que es «público y notorio» que Rovira reside en Ginebra y pide a las autoridades locales que faciliten su localización.
La cuenta en Suiza
García-Castellón solicita información sobre una cuenta bancaria, sus movimientos, titulares y personas autoridades. Sospecha que pertenece a Rovira y a través de ella pudo financiar la organización de los disturbios en Cataluña. El magistrado enumera en el escrito diferentes reuniones en Ginebra, donde se habría originado Tsunami. En ellas habrían participado tanto ella como el expresidente catalán, Carles Puigdemont.
El juez sostiene que existen indicios que permiten inferir su participación en el nacimiento y planificación de las acciones organizados por la plataforma independentista. Además, sostiene que detrás del seudónimo Matagalls, que interactuaba en aplicaciones de mensajería encriptada, se encuentra la secretaria general de ERC.
En esas conversaciones participaban Xavier Vendrell y Jaume Cabaní, investigados por su presunta participación en la financiación irregular de Tsunami. Este último era el titular de la cuenta en Suiza en la que un banquero de ese país se comprometió a ingresar 6.200 euros para sufragar las protestas, según recoge un informe de la Guardia Civil. En la operación habría intermediado Josep Lluís Alay, secretario de Puigdemont.
El magistrado de la Audiencia Nacional ha trasladado a las autoridades suizas que Rovira, junto a otras 10 personas, está investigada por «un delito de participación en la actividad de una organización terrorista». La legislación helvética hace una mención explícita a esta cuestión. El artículo 299.2 de su Código Penal establece que «cualquiera que, desde territorio suizo, intente alterar el orden político de un Estado extranjero mediante la violencia será castigado con una pena privativa de libertad de hasta tres años».
La comisión rogatoria se firmó este martes, el mismo día en que García-Castellón elevaba una exposición razonada al Supremo para pedir que sea este quien continúe con la investigación de Tsunami, en la que Rovira está acusada de un delito de terrorismo. La número dos de ERC reaccionó en redes sociales criticando que ese movimiento suponía «un paso más en la causa general contra el independentismo» para «criminalizar el ejercicio de derechos fundamentales».
