Bolaños convoca a los sindicatos para aplacar la amenaza de nuevas protestas en Justicia
El ‘número dos’ del ministro emplaza a los representantes por separado para «intercambiar pareceres»
Bolaños en la clausura del 30 aniversario de la Agencia de Protección de Datos. | Alberto Ortega (Europa Press)
El Ministerio de Justicia juega sus cartas para evitar nuevas protestas. El número dos de Félix Bolaños ha convocado a los sindicatos el próximo miércoles para «intercambiar pareceres» y aplacar sus ánimos ante la amenaza de huelga. Los representantes de los trabajadores advirtieron con retomar el conflicto aparcado por la inminencia de las elecciones generales si no les emplazaban a una reunión inminente para negociar el aumento salarial prometido a los funcionarios de Justicia.
Los cuatro sindicatos con representación han sido llamados por separado por el departamento de Bolaños. «Se trata de una novedad, pero no sabemos a qué obedece», asegura Luis Calero, portavoz de CCOO. Su organización ha propuesto al resto de representantes acudir de forma conjunta al encuentro con el secretario de Estado, Manuel Olmedo, aunque de momento no se han pronunciado.
«En esta nueva etapa, seguiremos trabajando con ahínco para cumplir con la premisa de un servicio público de Justicia más moderno y eficaz como nos demanda la ciudadanía», afirma Olmedo en las cartas, a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. El número dos del departamento agradece a los representantes de los trabajadores «la amable felicitación» que enviaron a Bolaños por su nombramiento a finales de noviembre.
La exigencia a Bolaños
Los sindicatos le dieron la bienvenida con una exigencia: reunirse lo antes posible para abordar las mejoras retributivas y organizativas de los funcionarios de Justicia. Eran conscientes de que el nuevo equipo necesitaba tiempo para presentar una oferta en firme y quedaron en otorgárselo, pese a que el nuevo secretario de Estado «conoce bien el conflicto», ya que fue el encargado de negociar con ellos durante la etapa de Pilar Llop.
CCOO se desmarcó anunciando movilizaciones si el Gobierno no concretaba una oferta de negociación «inmediata». Dicho y hecho. El pasado miércoles, unas 50 personas (delegados territoriales) se concentraron en la sede del ministerio en la madrileña calle de San Bernardo durante dos horas. «No bajó nadie. Entró un coche oficial y cerraron las puertas a cal y canto» lamenta Calero. Su sindicato rehusó cancelar la protesta a pesar de recibir la carta de Olmedo a última hora del día anterior.
Calero es pesimista con el resultado del encuentro. Lo considera una fórmula para ganar tiempo porque «ni el ministro Bolaños ni el secretario de Estado aceptan un compromiso público y oficial para dar una salida negociada al conflicto de los trabajadores de la Administración de Justicia».
Los funcionarios de Justicia reclaman desde abril un aumento salarial de entre 350 y 430 euros al mes, «en concordancia» con el incremento pactado con los letrados apenas unas semanas antes. Los paros parciales se convirtieron en una huelga indefinida el 22 de mayo, días después de que el Gobierno aceptara subir los sueldos de jueces y fiscales, que amenazaron con la huelga.
Las llamadas de Olmedo
Las organizaciones intensificaron sus protestas, pero las suspendieron por las elecciones con el compromiso de recuperarlas si el nuevo Gobierno seguía sin negociar. Olmedo llamó a los sindicatos en octubre, cuando aún no había promocionado, para asegurarles que habría acuerdo tras la investidura de Pedro Sánchez. Luego hubo al menos otra llamada generalizada para tranquilizar los ánimos de los sindicatos, que prometieron darle a Bolaños un tiempo prudencial para instalarse.
La prórroga empieza a agotarse. Aun así, en CSIF son optimistas. El sindicato mayoritario está convocado el miércoles a las 10.30. Explica en una nota que la finalidad de la reunión es «analizar la situación de la Administración de Justicia y preparar la negociación de los asuntos que afectan a los funcionarios en el marco del proceso de transformación de este servicio público esencial». Su intención es acudir con ánimo constructivo, aunque asegura que será «firme» en trasladar las necesidades de los 45.000 trabajadores implicados.
«Es el momento del diálogo y de la negociación para resolver el conflicto abierto», insisten desde CSIF. Entre las exigencias que plantearán al número dos de Bolaños se encuentran las reivindicaciones retributivas y las mejoras organizativas que originaron el conflicto a finales del año pasado, cuando los sindicatos se sintieron desplazados en la negociación colectiva del proyecto de Ley Orgánica de Eficiencia Organizativa del Servicio Público, que no llegó a aprobarse.
CSIF también tiene pensado plantear la recuperación del teletrabajo, finiquitado el pasado octubre por Olmedo. El entonces secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia envió una circular para acabar con esa modalidad tras darse por concluida la crisis sanitaria ocasionada por la covid. El Consejo de Ministros declaró el 4 de julio que era el momento de retornar a la situación anterior a la pandemia.
Los otros sindicatos que están llamados a reunirse por separado con el número dos de Bolaños son UGT y STAJ. Este último tenía pensado retomar las protestas tras el puente de diciembre si no recibían una respuesta por parte del Ministerio de Justicia. La convocatoria para este miércoles parece haber calmado los ánimos, aunque no por mucho tiempo.
