Pedro Rocha mintió ante la juez: sus 'whatsapps' demuestran que es íntimo de Luis Rubiales
THE OBJECTIVE accede a los mensajes personales del presidente de la RFEF y de su predecesor
Un trato «correcto y profesional». Esa era la relación que aseguró mantener Pedro Rocha con Luis Rubiales ante la juez que investiga los contratos irregulares que suscribió el dirigente granadino durante su etapa al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Sin embargo, los mensajes a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE demuestran que el autoproclamado este martes como presidente del ente federativo disfrutaba de una amistad con su predecesor, que le nombró vicepresidente en 2020 y al que dejó al frente del organismo cuando tuvo que abandonarlo por el polémico beso a Jenni Hermoso. El Consejo Superior de Deportes (CSD) podría inhabilitarle este miércoles de forma cautelar tras una denuncia por haberse excedido de sus funciones.
Rocha entró el pasado viernes al juzgado como testigo y acabó siendo imputado. Durante su declaración se produjo una fuerte discusión entre el fiscal y el expresidente de la Comisión Gestora de la RFEF que motivó que el primero pidiera que cambiara su condición. El dirigente extremeño, el único que obtuvo los avales suficientes para convertirse en presidente interino, afirmó que desconocía el contrato que permitió llevarse la Supercopa de España a Arabia Saudí y su extensión porque esos temas los llevaba Rubiales.
Este diario ha tenido acceso a los mensajes de WhatsApp que se comenzaron a intercambiar Rocha y Rubiales a partir de 2016, cuando este último aún presidía la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Ambos dirigentes han mantenido durante años una relación cercana: se elogiaban mutuamente, se preguntaban por la familia, se visitaban y compartían secretos y confidencias. Incluso se llegaron a decir en multitud de ocasiones que se querían, «aunque sin mariconeo».
Rocha, lugarteniente de Rubiales
La relación comenzó a fortalecerse a partir de 2018, después de que Rubiales fuese elegido presidente de la RFEF. En octubre de ese año, el expresidente de la federación envía un mensaje a su sucesor con una fotografía en la que ambos se fundían en un sentido abrazo. «Me encanta la foto», admite Rubiales. Rocha le contesta que también e incide en la amistad que han fraguado.
El 9 de febrero de 2019, tras los mensajes intercambiados con asiduidad durante los meses anteriores, Rocha escribe a Rubiales para felicitarle por su nuevo cargo en la UEFA. Dos días antes, el dirigente granadino fue elegido para ocupar una de las siete vacantes del Comité Ejecutivo.
«Buenos días amigo Luis, ayer quise hacerte la llamada para felicitarte por el nuevo cargo que vas a ostentar en el Comité Ejecutivo de UEFA. No he podido hablar antes contigo porque estoy recuperándome en cama de una una gripe descomunal. Espero vernos pronto, así te daré la enhorabuena en persona. Un fortísimo abrazo», escribe Rocha. Rubiales le agradece el gesto.
Unos días más tarde, el 15 de febrero, comienzan a hablar sobre la final de un partido en el que «ganan 5-0». Se trata de la semifinal del Europeo de fútbol sala femenino en el que la Selección Española golea a Rusia. «Vamos a ganar la final», sostiene Rubiales por Whatsapp. «A por ella», le contesta Rocha.
«Te quiero, amigo»
El combinado nacional consigue imponerse 4-0 a Portugal, país anfitrión, y levanta el título. Rubiales, eufórico, vuelve a escribir a su amigo, que fue jugador profesional de fútbol sala y durante años ejerció de directivo de esta disciplina en la RFEF. «Estoy feliz. Por ti y por mí, amigo Pedro. Enhorabuena. Te quiero, amigo».
Rubiales a Rocha: «Me haces llorar»
El 25 de marzo de 2020, meses antes de que Rubiales nombrara a Rocha vicepresidente económico de la RFEF, el dirigente extremeño envía a su antecesor un emotivo mensaje: «Amigo, compañero y capitán de nuestro barco». Y prosigue: «Como amigo que me considero, lo que puedo mandarte es mucha fuerza y ánimo para ti, tu familia, y todo lo que llevas en la mochila profesional. Eres grande Luis. Nunca olvides que me tienes a mí y a la Fex (Federación Extremeña de Fútbol) contigo. Saldremos de esta contigo al mando, como siempre». «Me haces llorar, Pedro. Un beso enorme», responde Rubiales.
En otras de las conversaciones, el expresidente inhabilitado por la FIFA pregunta a Rocha por su madre, que se encontraba enferma: «Aquí tienes a un amigo para lo que necesites y si quieres que baje a verte o algo me lo dices». Es decir, el dirigente granadino, con residencia habitual en Madrid, está dispuesto a visitar a su compañero de fatigas a Cáceres, ciudad en la que vive Rocha.
Rubiales le nombra vicepresidente de la RFEF en octubre de 2020. Sin embargo, Rocha asegura ante la juez que no sabe por qué lo hace porque la relación entre ambos era puramente «profesional y correcta». Tras la insistencia de la instructora, aseguró que creía que podía ser porque él se consideraba a sí mismo un «hombre de fútbol, honrado y transparente» que aceptó el cargo «por echar una mano».
Entonces se olvidó de la estrecha relación que le unía a Rubiales, con quien solía hablar de temas familiares como, por ejemplo, de sus hijas. La confianza del dirigente granadino en Rocha era tal que en agosto, la noche previa a la Asamblea Extraordinaria en la que finalmente no se fue, destituyó a tres de sus cuatro vicepresidentes, todos salvo al presidente de la Federación Extremeña, su elegido para que se quedara al frente de la RFEF si era suspendido por el CSD.