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La Agencia Tributaria exige a Aldama que aclare cómo compró las acciones del Zamora CF

El empresario dispone del 70% de los títulos del club, la mayoría adquiridos por dos compañías de su propiedad

La Agencia Tributaria exige a Aldama que aclare cómo compró las acciones del Zamora CF

Víctor de Aldama. | Ilustración de Alejandra Svriz

Víctor de Aldama dispone, directa o indirectamente, del 70% de las acciones del Zamora CF. Los investigadores del caso Koldo sospechan que el empresario compró los títulos gracias a parte del dinero que recibió por mediar entre Soluciones de Gestión y la Administración por los contratos para comprar material sanitario durante la pandemia. La Agencia Tributaria le exige que aclare de dónde sacó los 225.000 euros que costaron las 90 acciones que posee a su nombre. Otras 356 fueron adquiridas durante la segunda y la tercera fase de la conversión del club en sociedad anónima deportiva en 2020 por dos empresas de su propiedad.

La Agencia Tributaria ha emitido diversas diligencias en las que solicita a Aldama información sobre su papel en el Zamora CF. A los inspectores no les consta «cómo financia la compra de las participaciones» del club, que en estos momentos lucha por ascender a Primera RFEF a pesar de su inestabilidad. El empresario se convirtió en presidente en 2018, cuando la entidad rojiblanca acumulaba una importante deuda y se encontraba al borde de la desaparición.

«Se solicita que aporte lo pendiente y a la luz de lo aportado, se le requiere que explique cómo desembolsó el importe de 225.000 euros para suscribir en 2020 las acciones del Zamora CF», insiste la Agencia Tributaria a Aldama en una diligencia de inspección firmada el 23 de febrero del año pasado a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.

La conversión del Zamora

En otro escrito fechado un mes más tarde, Hacienda vuelve a solicitarle la información del desembolso realizado «en la segunda ronda de conversión en sociedad anónima deportiva», en la que adquirió 89 acciones, el máximo con las que se podía hacer. Los inspectores insisten en conocer «el origen de los fondos y la entidad financiera desde la que se realizó (…) teniendo en cuenta que el obligado es no declarante de rentas y solo tiene imputados 10.500 euros de retribuciones».

El Zamora CF se constituyó en sociedad anónima deportiva en septiembre de 2020, meses después de que Soluciones de Gestión formalizara con la administración los contratos para adquirir mascarillas. El proceso arrancó en marzo de ese año con un capital social de 1,3 millones. En la primera fase cada uno de los 378 socios podía hacerse con una acción por su valor nominal, 2.500 euros. Era la única posibilidad de continuar en la operación. Solo seis personas lo hicieron, Aldama entre ellas.

En la segunda fase, el empresario y otro socio se hicieron con 89 acciones cada uno. Aldama adquirió otras 89 a través de una empresa de la que es administrador, Pilot Real Estate. En la tercera y última fase compró todas las acciones disponibles, un total de 267, MTM 180 Capital, empresa de la que Aldama es administrador único. Esta entidad pagó 667.000 euros por los títulos.

La Guardia Civil sospecha que las mordidas por las mascarillas acabaron en el Zamora CF y que ese dinero habría servido para hacerse con buena parte de las acciones del club rojiblanco. Los investigadores confirman que entre el 1 y el 11 de julio de 2020 se realizaron diferentes transferencias con la intención de ocultar la trazabilidad del dinero. Aldama, directamente o a través de sus empresas, habría transferido 1,3 millones de los fondos investigados para adquirir los títulos.

Cheques de Aldama

La Agencia Tributaria también ha detectado el pago de cheques superiores a 3.005 euros, todos ellos en su cuenta en el Banco Caminos. Los importes satisfechos suman más de 84.000 euros en 2020, a los que hay que sumar otros 13.500 euros durante el año anterior. Así lo certificó la propia entidad en marzo del año pasado tras un requerimiento de Hacienda. En la información que facilita se observan nueve cheques por valor de 102.000 euros, a los que hay que sumar otros tres por un total de 18.500 que cobró Aldama como apoderado de sus empresas.

Los investigadores del caso Koldo sospechan que Aldama es la piedra angular de la trama. El empresario habría sido informado al inicio de la pandemia de que el Ministerio de Transportes iba a adquirir mascarillas gracias a su amistad con Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos. El presidente del Zamora CF era consciente de que no disponía de medios para realizar la operación, así que contactó con el empresario Juan Carlos Cueto. Hacienda cree que se habría beneficiado con más de 5,5 millones de euros.

La llegada de Aldama al Zamora CF se produjo dos años antes de la pandemia. El acuerdo para convertirse en sociedad anónima deportiva se adoptó por unanimidad en la Asamblea General Extraordinaria celebrada el 16 de julio de 2018. Dos meses antes, la entidad fundada en 1969 acumulaba una deuda que rondaba los 200.000 euros y se asomaba al abismo. Para salvarla, el empresario y varios socios se hicieron cargo de ella a cambio de la gestión del club y la consiguiente transformación. Comenzó pronto con la llegada de importantes patrocinadores, algunos de ellos, en el foco de las pesquisas.

Aldama fue nombrado presidente, pero no se haría con su propiedad hasta dos años después. La situación del Zamora CF es delicada tras explotar el caso Koldo. No solo por el puesto que ocupa en la tabla clasificatoria, también porque ha desestabilizado a la entidad. Tras semanas de incertidumbre, el entrenador rojiblanco, David Movilla, reconoció a finales de marzo que el club estaba en venta.

«Creo que es público que el club está en venta. Si hay un inversor interesado, no es lo mismo verlo con 4.ooo-5.000 personas que verlo con 1.500», insistió el técnico en una rueda de prensa. Aseguró que el club sería más viable en Primera RFEF, por lo que demandó a sus jugadores seguir luchando por el ascenso. El Confidencial reveló que Aldama incluso habría tenido reuniones con diferentes empresarios para vender el club y Movilla reconoció que los empleados no habían cobrado las últimas nóminas.

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