Rolex certifica que el reloj intervenido al guardia civil del 'caso Koldo' es falso
Los agentes también descubrieron 27.700 euros en la vivienda de Rodríguez García durante el registro en febrero
Koldo García y el guardia civil José Luis Rodríguez García. | Ilustración de Alejandra Svriz.
El subteniente de la Guardia Civil José Luis Rodríguez García es uno de los nombres propios del caso Koldo. El agente destinado en el Ministerio de Transportes durante la etapa de José Luis Ábalos era uno de los socios del negocio de pizarras en el que la trama invirtió los beneficios de las mascarillas. Cuando sus compañeros registraron su vivienda el pasado febrero intervinieron 27.700 euros en efectivo repartidos por toda la casa en fajos de billetes y un Rolex. La prestigiosa firma de relojes ha certificado ahora que se trata de «una falsificación».
El juez que investiga el caso Koldo emitió el pasado 5 de abril un oficio en el que ordenaba a la Guardia Civil que realizara gestiones con Rolex para verificar la autenticidad del reloj intervenido a Rodríguez García. Cuando los agentes registraron su domicilio, un ático en la localidad madrileña de Valdemoro, encontraron un reloj de esa firma con el estuche y la documentación pertinente, según el oficio al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
El texto revela que en el acta de entrada y registro se refleja que en el cierre del reloj figura una inscripción y en la documentación que lo acompaña se referencia un número que corresponde al modelo Oyster Perpetual, que puede alcanzar los 10.000 euros en el mercado. El 5 de junio, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil trasladó a Rolex España el reloj intervenido a este investigado en el caso Koldo para que informara de su autenticidad.
Investigado en el ‘caso Koldo’
La prestigiosa firma indicó que sus relojes «tienen grabado el número de serie en el borde interior de la esfera», algo que no sucede con el objeto intervenido en el registro a Rodríguez García. Rolex comunicó el pasado 11 de junio a los agentes mediante un correo electrónico el resultado de la verificación. Una encargada del servicio de posventa certificó que se trataba de «una falsificación» que no se correspondía con el modelo original.
La Guardia Civil solicitó entonces a Rolex que realizara un certificado para contestar al mandamiento del juez. La empresa descartó esa posibilidad asegurando que no emite «ningún tipo de documento relacionado a relojes que no son de nuestra marca, ni certificados de autenticidad». Los agentes elaboraron entonces un escrito que entregaron al magistrado que investiga el caso Koldo. Adjuntaron el reloj, el estuche y la documentación que lo acompañaba en el momento del registro.
Los investigadores sostienen que Rodríguez García es «una pieza clave en la gestión de los contratos investigados». La trama consiguió hacerse en 2020 con la adjudicación de 53 millones de euros para vender mascarillas a distintas administraciones públicas durante la pandemia. Ese mismo año, sus miembros constituyeron dos sociedades centradas en la explotación de piedras ornamentales, donde según la UCO invirtieron parte de los beneficios.
Al frente del presunto entramado para desviar el dinero público obtenido por los contratos a Soluciones de Gestión se encontrarían los empresarios Juan Carlos Cueto y Víctor de Aldama, a quienes la Fiscalía sitúa como principales beneficiarios en la sombra de las presuntas comisiones ilegales vinculadas a los contratos de mascarillas concedidos gracias a la intermediación del que fuese mano derecha del exministro José Luis Ábalos.
Socio en las pizarras
Durante la investigación, la UCO acreditó varias reuniones en el restaurante madrileño de La Chalana entre Rodríguez García y Koldo García. En una de ellas, celebrada el 8 de febrero de 2023, comieron con el director de la empresa pública Emfesa, dependiente de Transportes. La Fiscalía atribuye a Vicente Calzado una vinculación con Aldama «a través de la mercantil Lopera Activa SL». Además, él mismo afirmó en la comisión de investigación del Senado que era amigo del antiguo asesor del ministro.
Rodríguez García tuvo un papel vital en el negocio de pizarras. El guardia civil conducía un coche propiedad de una de estas empresas, Pizarras Santa Bárbara. El seguro del vehículo especificaba que era empleado de esa firma. Además, tenía hilo directo con el Ministerio de Transportes, donde estaba destinado. Los investigadores sospechan que el dueño del Rolex falso guardaba importantes cantidades de dinero en su vivienda porque se encargaba de entregarle efectivo a Koldo García.
El subteniente llegó a introducir empresarios en la sede de Transportes sin que las visitas quedaran registradas. Unos hechos que fueron denunciados por el equipo de seguridad del ministerio, lo que provocó un enfrentamiento entre la Guardia Civil y Rubén Eladio, director de Emergencias y Gestión de Crisis en el departamento que dirigía Ábalos. Tal y como informó El Español, Rodríguez García fue interceptado en julio de 2022 mientras intentaba colar a un empresario gallego.
El acompañante del guardia civil investigado en el caso Koldo era Manuel Fernández, empresario vinculado a los negocios de las pizarras en los que, según la UCO, Aldama y Cueto blanquearon dinero obtenido por las comisiones de las mascarillas. El empresario llegó en un vehículo de alta gama y afirmó que tenía una reunión con Rodríguez García, que le estaba esperando. Este le pidió que no se identificara, por lo que los miembros de seguridad le prohibieron el acceso.
Rodríguez García se enfrentó entonces con los vigilantes, a los que llegó a decir que «aquí la autoridad soy yo». En otras ocasiones, el subteniente logró introducir visitas en la sede de Transportes, situada en Nuevos Ministerios, sin registrarlas. Los audios en poder de la Guardia Civil ponen de manifiesto que el socio de la trama en el negocio de las pizarras llegó a pedir a altos cargos del departamento que dirigía Ábalos que mediaran con Interior para lograr la destitución de Eladio.
