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Un subordinado de García Ortiz preguntó a la fiscal de Madrid si había algo más de Ayuso

Villafañe requirió a Lastra por teléfono si existían más causas contra el novio de la presidenta madrileña

Un subordinado de García Ortiz preguntó a la fiscal de Madrid si había algo más de Ayuso

La fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y Diego Villafañe. | Ilustración de Alejandra Svriz

La mano derecha de Álvaro García Ortiz quiso saber si había «algo más» sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso. El teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, Diego Villafañe, preguntó por teléfono a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, si existía otra causa contra la pareja de la presidenta madrileña, según ha relatado este jueves ella misma en el Tribunal Supremo, que investiga al fiscal general por un delito de revelación de secretos. La dirigente popular se queja de que el Gobierno intenta «destruir» a un ciudadano anónimo y su entorno denuncia «una cacería política».

El novio de Ayuso, Alberto González Amador, denunció la filtración de sus datos privados a través de una nota de la Fiscalía. La causa se inició en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), pero la declaración como testigo de Lastra y los mensajes que aportó resultaron vitales para que el caso saltara al Supremo, ya que García Ortiz está aforado. El magistrado Ángel Hurtado también ha imputado a Villafañe, al que otorga un papel «de relevancia», y a la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, que tendrán que declarar en las próximas semanas.

Lastra relató ante Hurtado que sospecha que la filtración partió de la Fiscalía General del Estado. Aunque ella participó en la elaboración de la nota informativa para desmentir que el Ministerio Público había ofrecido un pacto al novio de Ayuso, asegura que no estuvo de acuerdo ni en las formas ni en su contenido. Incluso lo plasmó por escrito. La fiscal superior de Madrid recibió el texto a las 8.44 horas del 14 de marzo. Pidió tiempo para leerla, pero minutos después ya estaba publicada en los medios.

Más casos del novio de Ayuso

La fiscal superior de Madrid reconoció en el Supremo que supo el 7 de marzo que los emails estaban relacionados con el novio de Ayuso. Recibió a través del correo electrónico la información de que se había presentado una denuncia por fraude fiscal en el juzgado. Los emails llegaron de Villafañe, García Ortiz y de otra cuenta genérica de la Fiscalía General del Estado. Una fórmula inusual que le llevó a mostrar su enfado por haber sido puenteada, ya que quien debe rendirle cuentas es Rodríguez.

Lastra insistió al juez en que ella no pudo revisar los correos hasta última hora de esa tarde o el día siguiente, ya que participó en actos de la Comunidad de Madrid por el Día Internacional de la Mujer. La fiscal superior de Madrid subrayó que recibió una llamada telefónica de Villafañe, que le preguntó «expresamente» si tenía conocimiento de otras causas abiertas contra el novio de Ayuso, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE.

Villafañe es una de las tres personas imputadas por la filtración de datos reservados del novio de Ayuso. Hombre fuerte de García Ortiz en la Fiscalía, es amigo personal y se encarga de todos los asuntos relevantes de la institución. El juez aseguró el pasado lunes en un auto de que existía indicios de que el teniente fiscal de la Secretaría Técnica habría participado en los hechos y que incluso habría tenido un papel «de relevancia».

García Ortiz, Rodríguez y él «se podrían haber concertado para revelar secretos o informaciones reservadas relativas a otro ciudadano (el novio de Ayuso), de los que habrían tenido conocimiento por razón de su cargo y que no deberían haber sido divulgados», insistía el texto del juez. Villafañe fue la persona que reclamó el expediente completo de González Amador el 8 de marzo a Rodríguez. Según Lastra, el fiscal general lo reclamó con prisas porque «no podía esperar».

Borrado cíclico de mensajes

En su auto, Hurtado recuerda que la fiscal jefe de Madrid reenvió el 7 de marzo a la Fiscalía General del Estado la información tributaria y la denuncia que se presentó contra el novio de Ayuso. Lo hizo, precisamente, a través de Villafañe, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario. Como la documentación no llegó completa, a las 7.09 horas del día siguiente el hombre de confianza de García Ortiz envió un WhatsApp a Rodríguez para que le remitiera la parte que faltaba.

Rodríguez le responde horas más tarde, a las 9.22, asegurando que se ponía a ello. Una hora después envía un mensaje a García Ortiz en el que asegura que está a su disposición. Las comunicaciones fueron intervenidas en el terminal de la fiscal jefe de Madrid, ya que el volcado del móvil del fiscal general reveló que existían «cero mensajes», por lo que pudo haberlos eliminado. La Fiscalía se excusó en que se realiza un borrado cíclico del contenido de teléfonos, ordenadores y otros dispositivos.

La Unidad Central Operativa (UCO) determinó en un informe que García Ortiz había cambiado de teléfono móvil el 23 de octubre. Esa fecha coincide con la semana en la que el Supremo imputó al fiscal general por revelación de secretos. El juez solicitó a la Guardia Civil hace varias semanas que intentara recuperar todos los mensajes borrados y que se le hiciera llegar «los datos de llamadas emitidas y recibidas».

Días más tarde, García Ortiz contactó con la cúpula de Telefónica para lograr el listado de llamadas antes que el juez. La intención sería reconstruir lo que sucedió durante los días claves de la filtración para preparar su defensa, ya que está citado a declarar como imputado el próximo 29 de enero. Fuentes de la compañía y del Ministerio Público negaron cualquier contacto, aunque este diario ha podido certificar que tuvo lugar.

Equipo Fortuny

El juez del Supremo menciona en su auto un whatsapp que envía Villafañe a Rodríguez el 13 de marzo. Entre otras cosas, le dice que García Ortiz le había comentado que había hablado con ella un día antes. Unos 20 minutos después, la fiscal jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía, Ana García León, envía otro mensaje a la fiscal jefe de Madrid donde reconoce que el día 7 «Diego me pidió las diligencias y le mande toooodo. Así que imagino que después de analizarlas es cuando se ha dado publicidad por la Fiscalía General del Estado».

Una vez publicada la nota con datos reservados del novio de Ayuso, Rodríguez llama a Villafañe para «informar de los problemas que empiezan a plantarse a alguien que pudiera tener relación con ellos». Poco después, el hombre de confianza de García Ortiz le envía un whatsapp para decirle que el jefe le ha preguntado «si puedes pasarte mañana a las 11.00 horas».

La propia fiscal jefe de Madrid denomina a las personas que participaron en la operación como el «equipo de Fortuny (calle en la que se ubica la sede de la Fiscalía General del Estado)». Ayuso pidió públicamente que esa «cuadrilla» dimitiera porque «es un peligro para España». El entorno de la presidenta madrileña, liderado por su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, considera que es víctima de «una cacería política» y apunta a Pedro Sánchez como principal responsable.

El miércoles, Ayuso se quejó de que el Gobierno intenta «destruir» a su pareja. «Debe ser la única inspección fiscal que hay en España, porque veo que todos los poderes del Estado y todos los ministros están muy centrados en intentar destruir a un ciudadano que solo se está defendiendo de todo ello, con sus medios», contraatacó la presidenta madrileña durante una rueda de prensa en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional.

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