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Así dinamitó Carmen Pano el pacto con el despacho afín al PSOE para comprar su relato

Tras su declaración en el Supremo, un colaborador de IDBO le comunicó: «Tienen prohibida la entrada al despacho»

Cuando la reunión entre Carmen Pano y Leticia de la Hoz, directora del departamento jurídico de IDBO Consultant, concluyó el pasado 21 de febrero, el pacto quedó en el aire. La mujer que dijo haber llevado 90.000 euros a Ferraz no aceptó el acuerdo para modificar su declaración sobre los pagos al PSOE, pero tampoco lo rechazó. Asesorada por su defensa, «Carmen no respondió, para ver hasta donde llegaban». Y, sobre todo, para comprobar si se llevaba a término el intento de soborno que, en términos judiciales, constituye un delito de coacción a un testigo a cuatro días de su declaración ante el Tribunal Supremo. Como revelaron en exclusiva fuentes presenciales a THE OBJECTIVE, el encuentro quedó en tablas. Concluyó a las 21.30, emplazándose a reunir un primer pago de 50.000 euros previsto para el lunes 24 de febrero. Pero el pago nunca se produjo. 

En consecuencia, Carmen Pano acudió el martes 25 de febrero al Tribunal Supremo, acompañada de su hija, Leonor González Pano, y de su abogado, Javier Gómez Bermúdez. La empresaria se ratificó en los pagos a Ferraz, revelados a este periódico en dos entrevistas, y que repitió íntegramente en su declaración ante la Unidad central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el día de su detención, el 16 de diciembre de 2024. Eso fue lo que dinamitó el pacto con Leticia de la Hoz y su socio en IDBO, Ángel Prieto. El mismo día 25 por la tarde, un socio de Carmen Pano acudió al despacho situado en el número 32 de la calle Serrano en Madrid, que lleva la defensa de la mujer de Koldo García, Patricia Úriz, de su hermano Joseba y uno de los empresarios salpicados en la trama de los hidrocarburos, Jesús de Gregorio.

«Ahora no tenemos margen»

Aunque el objeto de la reunión era otro, Leticia de la Hoz aprovechó para recriminarle la declaración de Pano en el interrogatorio en el Tribunal Supremo y la confirmación de la entrega de 90.000 euros al PSOE en dos entregas en octubre de 2020, por orden de Víctor de Aldama. «Pero, ¿cómo hace eso? Eso no se hace así. ¿Cómo habéis hecho eso?», preguntó con malestar. Acto seguido, sentenció: «Carmen no se va a atrever a volver a mirarme a los ojos. Pues ahora no podemos hacer nada. No tenemos margen de maniobra».

Al día siguiente, miércoles 26 de febrero, se celebró un nuevo encuentro en el despacho de IDBO para la venta de un negocio que no guardaba relación alguna con la cuestión. A la cita acudió Carmen Pano junto a dos empresarios más. Aunque en lugar de De la Hoz, estuvo presente su socio Ángel Prieto, que trasladó la posibilidad de que el acuerdo siguiera en vigor de cara a la siguiente declaración de Pano en el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, el 19 de febrero, por el caso de los hidrocarburos. «Vamos a ver cómo se reconduce esto», señaló Prieto, fijando nuevas exigencias. Según las fuentes presenciales consultadas por THE OBJECTIVE, Pano dio un golpe en la mesa: «Aquí las condiciones las pongo yo», dejando claro que no iba a modificar «ni una coma» de lo declarado ante la UCO y el Supremo. 

«Tienen prohibida la entrada terminantemente»

A partir de ese momento se consumó la ruptura. El socio de la empresaria llamó a Prieto al día siguiente, pero no obtuvo respuesta. La última comunicación fue por vía interpuesta. Una colaboradora del bufete mandó un mensaje de WhatsApp el jueves 27 de febrero al hombre con el que había negociado y que había acompañado a Carmen Pano a todos los encuentros. Así consta en el mensaje de WhatsApp al que ha tenido acceso este periódico. En la comunicación, una mujer llamada Nuria le envía un audio de un tercero con el siguiente mensaje: «Si haces el favor llamas a… Ellos saben que iba a ir Jacobo al despacho. Que no vayan al despacho, tienen prohibida la entrada terminantemente al despacho. Ellos saben perfectamente por qué».

Desde entonces no ha habido nuevos contactos. Las fuentes consultadas revelan que Leticia de la Hoz y su socio trasladaron por primera vez su intención de celebrar una reunión para llegar a un acuerdo el lunes 27 de enero, cuando el socio de Pano se encontró en la sede de IDBO con las dos personas que le mandaron el audio de WhatsApp y Leticia de la Hoz. Fue ésta ultima, según fuentes directas, quien le comunicó al empresario que «tenía que hablar con Carmen» porque «se me ha ocurrido una cosa». En la primera reunión celebrada el viernes 21 de febrero, cuatro días antes del interrogatorio judicial, las fuentes presenciales consultadas aseguraron que tanto De la Hoz como Prieto «hablaron en nombre de los abogados del PSOE». 

«Al final no hay disponibilidad»

Leticia de la Hoz se ha puesto en contacto con este periódico para asegurar que la información contenida es «absolutamente falsa, de principio a fin» y que los WhatsApp contenidos en la misma en los que se muestran las comunicaciones que ella misma ha mantenido con el segundo asistente a las reuniones mantenidas «han sido alterados convenientemente para cambiar la naturaleza de la relación que el despacho al que represento mantenía tanto con él como con Carmen Pano». THE OBJECTIVE niega tajantemente haber alterado los dos WhatsApp que Leticia de la Hoz mandó al socio de Pano instando a la celebración de los encuentros mantenidos. Uno de ellos se envió precisamente el lunes 24 de febrero de 2025, en vísperas de la declaración de la empresaria en el Supremo, a las 19 de la tarde. 

«Hola, que tal sabemos algo?», preguntó el socio de Pano. «Estamos en ello, más tarde te llama Ángel», respondió la letrada. Este empresario estuvo esperando en el coche estacionado en la calle Serrano hasta las 21 horas, momento en que llamó a Prieto. Fue este hombre quien le comunicó que «Al final no hay disponibilidad». La respuesta fue: «Tenéis hasta antes de las 10». Como reveló THE OBJECTIVE en exclusiva este lunes, estos dos mismos interlocutores conversaron a las 13 horas del sábado 22, horas después de la reunión en IDBO, comunicación en la que Prieto aseguró estar recabando el dinero para proceder al pago: «Estamos preparando el dinero. El lunes nos vemos».

La defensa de Pano sostiene que se trató de «un pacto trampa» que perseguía «desacreditar» a su cliente, a sabiendas de que no aceptaría el pacto y lo daría a conocer sin pruebas con el objetivo de «erosionar su credibilidad para que los pagos a Ferraz tampoco resultaran creíbles». Motivo por el cual «Carmen nunca responde, pero alimenta el pacto para ver hasta donde llegan» tras recibir el asesoramiento de que el ofrecimiento de dinero a un testigo en la causa contra José Luis Ábalos en el Tribunal Supremo en un intento de obstrucción a la justicia, tipificado en un delito de coacción de a un testigo.

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