El portavoz de Vox justifica ante el juez su lista de inmigrantes detenidos: «Es crítica política»
Fúster decide declarar y ratificar «todo lo que dije» tras ser denunciado por delito de odio por los Mossos d’Esquadra

El portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, mostrando un listado de detenidos en Barcelona. | X
El portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, ha declarado este martes de manera telemática ante el Juzgado de Instrucción número 23 de Barcelona por un supuesto delito de odio. Tal y como informó THE OBJECTIVE, dicho delito consistía en la reproducción en rueda de prensa de un atestado policial plagado de nombres extranjeros, preguntando retóricamente si alguien percibía «algún patrón». En su declaración, realizada desde la madrileña sede del partido, se ha ratificado de sus palabras, indicando que se limitó a reproducir «datos objetivos».
En declaraciones a este medio, el portavoz conservador confirma que se ha ratificado «en todos los extremos de todo lo que dije». Preguntado por la magistrada sobre si en sus declaraciones había discriminado o incitado a la violencia contra los inmigrantes, Fúster ha replicado: «Son datos objetivos de una lista de detenidos a la que yo doy veracidad porque es consistente con otras muchas que he visto en el ejercicio de mi actividad periodística, y a partir de ahí hago una crítica política hacia los partidos que han alentado o permitido este tipo de inmigración ilegal e incompatible».
José Antonio Fúster fue denunciado el pasado mes de noviembre por los Mossos d’Esquadra por su intervención en la rueda de prensa celebrada el 29 de julio de 2024 en Bambú 12. Desde ahí, denunció «los efectos desastrosos de la inmigración ilegal», en respuesta a quienes «nos dicen que no se puede relacionar inmigración y delincuencia», mostrando un atestado policial con los detenidos de una noche en Barcelona, la mayoría de ellos con nombres árabes, pero con los apellidos censurados.
«El listado de los 50 primeros detenidos durante la noche del sábado en Barcelona: Sabar, Omar, Nassim, Abdelkader, Salah, Salah, Younes, Karim, Jamil, Amir, Alí, Oussama, Hassan… puedo seguir. ¿Notan ustedes algún patrón? ¿Notan ustedes algo? Nosotros sí, y es lo que venimos denunciando desde hace mucho tiempo, que la política de puertas abiertas del Partido Popular y del PSOE tiene consecuencias directas en la seguridad de los españoles», dijo Fúster en aquella ocasión.
«Buscan amedrentarnos»
Este pasado martes ha declarado por ello ante la juez, la secretaria judicial y la fiscal de delitos de odio y discriminación de Cataluña. Lo ha hecho voluntariamente, pese a su condición de aforado, porque «no tenía nada que ocultar». En su declaración, ha negado intención alguna de «discriminar», así como tener algún tipo de relación o control sobre los comentarios que se vertieron en redes sociales por parte de otros usuarios utilizando su intervención en rueda de prensa.
«La fiscal solo me ha preguntado si yo buscaba discriminar. En absoluto, mi función como portavoz nacional era hacer una crítica política a los partidos que han consentido esto», denuncia Fúster, que se ratifica: «No es posible que sea delito de odio; esta denuncia es una forma que tienen los mandos de los Mossos d’Esquadra de amedrentarnos, y de estigmatizar a Vox como un partido que se dedica a esparcir odio, pero no creo que esto tenga otro final posible que el sobreseimiento».
Vox contra el delito de odio
En Vox restan importancia a este caso porque están acostumbrados a este tipo de denuncias, que la mayoría de las veces quedan en nada. El pasado mes de febrero le tocó el turno a la diputada Rocío de Meer, que también es portavoz nacional de Emergencia Demográfica. Fue denunciada por hacerse eco de la noticia del primer nacimiento en 18 años en Vega de Villalobos, pequeño municipio zamorano. El bebé se llamaba Ayoub. «El futuro de este país es tenebroso», aseveró en su cuenta personal de X, valiéndole la denuncia de la asociación Acción Contra el Odio.
El nuevo secretario general del sindicato Solidaridad, y también líder de Vox en la Diputación de Barcelona, Jordi de la Fuente, también tiene un juicio pendiente por delito de odio. Participó del asalto a un centro de menores extranjeros no acompañados (menas) en julio de 2019, junto a otras personas. De la Fuente intervino con un megáfono arengando a los congregados al grito de «Vamos a por ellos», «Moros de mierda» o «Vamos a quemar el albergue». La Fiscalía pide dos años y dos meses de prisión, así como cinco de inhabilitación para ser cargo público por este ataque, pero finalmente será la audiencia provincial de Barcelona la que lo juzgará.
Vox defiende que el delito de odio debería suprimirse del Código Penal (artículo 510). En su última entrevista concedida a THE OBJECTIVE, Santiago Abascal denunció que «el delito de odio solo es un intento de la izquierda por amordazar determinados discursos que pretenden defender los intereses nacionales y la seguridad de la gente», y recalcó que «cuando decimos que hay una relación entre inmigración ilegal y delincuencia estamos hablando de una realidad que está en los propios datos del Ministerio de Interior, en los propios datos de la población carcelaria».