El líder de la trama del fuel usó a su mujer para reparar un error contable: «Es un problemón»
Un nuevo audio en posesión de la UCO señala a Stella Duarte en el manejo de fondos de los hidrocarburos
Un nuevo audio al que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE aporta otra evidencia de que el cabecilla de la trama de los hidrocarburos, Claudio Rivas, manejaba un arsenal con «grandes cantidades de efectivo» en su finca Matasanos en Cilleros, Cáceres (Extremadura). La conversación que obra en poder de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se produjo el 29 de agosto de 2024, el mismo día en que su mujer, Stella Duarte, le alertó de que se había equivocado en la contabilización del dinero en metálico que guardaban en el inmueble, donde habían cuantificado la cifra de 60.000 euros. «Tío, tú no sabes contar gordo, los paquetes, te lo digo en serio… lo has hecho de 500 euros, no has contado bien…», le reprochó su esposa, ante lo cual Rivas aportó una solución: «No, no pasa nada… Que no, que no. Bájate al armero grande, al grande, y ya está».
En esta nueva comunicación, Claudio Rivas le confesó a su mujer, Stella Duarte, que tenía «un problemón» por haberse equivocado al contar los billetes en metálico que almacenaba en su vivienda. El codirector de la trama de los hidrocarburos explicó que su error se originó al contar los billetes porque «conté los putos de 20… y seguí con los de 50 contando igual». Un error en la organización de los «paquetes» de billetes de 50 euros, que tenían que sumar 10.000 euros cada uno y que apenas habían alcanzado la mitad de lo previsto. «Pues tengo un problema, un problemón», manifestó Claudio Rivas. El principal contratiempo y motivo de su preocupación era que el dinero que supuestamente atesoraba en su finca extremeña era de 60.000. «No tengo 60, aquí acabo de ver que hay 1.000 euros porque yo te di a ti 7.000, ¿me entiendes o no? […], por lo tanto no tengo allí 60, tengo 50… tengo 25.000. Tengo que llegar el lunes y reorganizar todo».
Stella Duarte intentó tranquilizarle: «Vale, pero están mal los paquetes. ¿Quieres que te lo haga bien?». Su marido accedió: «Y me das el número total. ¡Total! Porque si no, ya no me va a dar tiempo a ir a algún lado». El motivo de su preocupación era el inminente viaje que tenía previsto realizar al extranjero para participar en una cacería en Mongolia, publicada por este periódico. Rivas hizo una referencia a la cuestión temporal —«no me va a dar tiempo»—, por la que instó a su mujer a hacer «entrega» del material a unos hombres en «algún sitio». En este nuevo documento sonoro, Rivas hizo una afirmación de gran interés para los investigadores: «A lo mejor cuando yo esté de viaje tienes que ir a algún sitio».
La UCO no encontró el dinero
La trascendencia de esta afirmación es que señala a Stella Duarte como un actor principal en el presunto entramado, en la medida en que ejercía las funciones de su esposo en ausencia del mismo. Según la UCO, la esposa de Rivas no solo era conocedora, sino que «sería la encargada de contabilizar el dinero en efectivo» y, en determinadas circunstancias, «realizar la entrega el dinero en algún sitio» en determinadas circunstancias. El instituto armado ya recogió en su informe de octubre del 2024, dos meses después de la fecha de estas comunicaciones, que Rivas «esconde dinero en efectivo en el interior de un armero» de su finca Matasanos. Una referencia al «armero grande» que se recoge en la grabación publicada por THE OBJECTIVE la semana pasada y que la UCO sitúa como una evidencia incuestionable del almacenamiento de los fondos de la trama de los hidrocarburos.
Sin embargo, en el atestado de la UCO sobre las diligencias de entrada y registro en la finca Matasanos el 7 de octubre de 2024 a las que ha tenido acceso este periódico no se encontró ningún depósito de dinero en metálico. El catálogo de material incautado por los agentes del instituto armado incluyó un manuscrito de Claudio Rivas, una factura a nombre de Stella Duarte y diez vehículos: un Land Rover, dos Toyota Hilux, cinco quads Kymco, una motocicleta Honda y un boogie marca Zforce. Los tres armeros quedaron precintados con tres rifles, una escopeta y 328 cartuchos en su interior.
La instrumentalización de Villafuel
La UCO sitúa a Claudio Rivas como presunto codirector de la trama de hidrocarburos que presuntamente defraudó 182,5 millones de euros al fisco por no declarar el IVA de la mano de Víctor de Aldama. A ambos les atribuye el control velado de siete empresas interpuestas que, mediante el uso de testaferros, habrían servido de vehículo para la comisión del millonario fraude en el IVA: Obaoil 3000, Salamanca Fuel Center, Canary Islands Fuel Company, Casmar Hidrocarburos, Carburantes Jalón-Plaza, Skyward Tech y Espaeventos.
A través de estas empresas, Rivas instrumentalizó la mercantil Villafuel, aprovechándose de su condición de operador, para adquirir en depósito fiscal combustible que luego vendían a distribuidoras y gasolineras sin declarar el IVA correspondiente a Hacienda. Rivas se sirvió de la influencia de Aldama sobre Ábalos para intentar llegar y conseguir la licencia de operadora de hidrocarburos a Villafuel en septiembre de 2020. No lo consiguió hasta dos años después, en septiembre de 2022.
Al mes siguiente, en octubre de 2022, Rivas y Aldama mantuvieron varios encuentros con el entonces presidente canario Ángel Víctor Torres, en Canarias y en Madrid, para montar una refinería en el archipiélago, según desveló en exclusiva Carmen Pano a THE OBJECTIVE. A esa reunión acudió Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos. Este ya había sido cesado como ministro de Transportes, pero mantenía una relación personal y profesional con su exasesor que le había llevado a viajar a diez países en los dos meses posteriores a su cese, como reveló en exclusiva este diario.
Como publicó este periódico, se celebraron dos encuentros en Madrid y otros dos en Tenerife. Según las fuentes consultadas, Víctor de Aldama, acompañado de su socio Claudio Rivas y una tercera persona a la que presentaron como «el tío» de Rivas (a pesar de no existir vínculo familiar alguno), viajó a las Islas Canarias. Durante estos viajes, los asistentes se desplazaron en un vuelo privado en una ocasión y en un vuelo regular en otra. En Tenerife les aguardaban Koldo García y Ángel Víctor Torres para continuar las reuniones relacionadas con el proyecto de la refinería.
