Alemania

La acusada asegura que ella siempre había querido abortar, pero que el padre de los niños no le dejaba. La madre reconoce las muertes, pero no recuerda si todos los niños lloraron al nacer o ya nacieron muertos. Sí ha apuntado que las muertes siempre se produjeron a solas, sin la presencia de alguien más. La Fiscalía acusa a esta mujer del asesinato de cuatro de los ocho bebés ya que las autopsias practicadas a los otros cuatro cadáveres no pudieron determinar, por el mal estado de los mismos, si los bebés nacieron vivos. «Ella simplemente era sexualmente activa sin pensar en las consecuencias o el valor de un niño recién nacido», apunta la Fiscalía, que considera el caso un asesinato múltiple sin atenuantes. El padre de los niños, de 55 años, y actualmente separado de la mujer, también está acusado por la Fiscalía, al considerarle igualmente culpable porque «sabía que ella estaba embarazada y podría haber imaginado que, tras ocho gestaciones fallidas, algo sucedía».

Un hecho inesperado ya que parecía que Schindler ya había pasado lo peor del escándalo debido a que desde hace tiempo que el escándalo de las escuchas había desaparecido del lugar más destacado de la agenda política en Alemania. Sin embargo, parece que Angela Merkel no había olvidado el incidente y todo apunto a que Bruno Kahl, actualmente jefe de departamento en el Ministerio de Finanzas, será la persona que sustituirá a Schindler. El ministro de la Cancillería, Peter Altmaier, ha informado que el cese se hará efectivo el 1 de julio.

Los dieciséis estados federados denuncian además que el NDP ha creado una “atmósfera de terror” en el este de Alemania, donde goza de mayor popularidad. Una operación similar del Tribunal Constitucional fracasó en 2003 cuando se descubrió que varios de los líderes del neonazi NDP eran en realidad agentes secretos infiltrados.