
El negocio chino de nacer, parir y morir
¿Qué problema grave sufre la mente humana para anteponer la fe a la vida? Me niego a aceptar que este tipo de tradiciones sigan dejándose como herencia a futuras generaciones; la muerte de estas dos madres no servirá para frenar el obsesivo control demográfico en China y que hace que, cada año, más de 10.000 bebés sean abandonados. Porque en el Gigante Asiático todo es negocio, desde que naces y pares, hasta que mueres.