La primera ministra británica, Theresa May, está contra las cuerdas después del rechazo de la Comisión Europea a las disposiciones clave de su plan para sacar al Reino Unido de la Unión Europea, lo que alimenta todo tipo de escenario catastrófico así como los pedidos de un segundo referendo. Poco después de que May lograra hacer aceptar su «plan de Chequers», una propuesta del Ejecutivo británico para conservar una estrecha relación comercial con el continente tras el Brexit, después de la renuncia de dos ministros probrexit, el negociador europeo, Michel Barnier, la demolió rechazando su dispositivo clave: la solución imaginada por Londres para no crear una frontera entre Irlanda del Norte, británica, y el resto de la isla, miembro de la Unión Europea.