Las propuestas municipales para Encuentros de Pamplona incluyen obras en la vía pública
La tradición artística iniciada en 1972 ofrece desde instalaciones artísticas hasta talleres educativos
La tradición artística iniciada en 1972 ofrece desde instalaciones artísticas hasta talleres educativos
El Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad acoge la muestra ‘Be Yourself’, disponible hasta el 3 de noviembre
El evento celebra la diversidad artística con participantes internacionales y actividades comunitarias
«Es tan subversivo permitir que te hagan un retrato a carboncillo en la calle que todos deberíamos hacernos uno para evitar que el oficio de dibujante se extinga»
La Adda Gallery de Ibiza, espacio liderado por Anna Dimitrova, reúne a artistas como Fefe Talavera, Nano4814 o Grems
El Ayuntamiento reducirá a 450 el número de licencias otorgadas a los músicos para que toquen en la calle de manera legal
El graffiti suele tener connotaciones negativas y su práctica está asociada a nivel popular con el vandalismo
Málaga 2026, un proyecto a la vez virtual y analógico, lleva ya desde su título una declaración de intenciones: se trata de una respuesta a Málaga 2016, aquel amago por ser la Capital Europea de la Cultura que tuvo como consecuencias, entre otras, la llegada de las sedes del Centre Pompidou y de la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo. En él, a través de textos académicos y expresiones públicas, se da un discurso de disidencia respecto al oficialista: se cuestiona la utilización de la figura de Picasso para la transformación del territorio y de sus imaginarios, así como el proceso de instrumentalización de la cultura como recurso turístico.
En un mundo en el que las paredes y los muros suelen ser sinónimo de división, de desigualdad o de enfrentamiento, los de Vitoria son capaces de unir a toda una vecindad. Son un antídoto contra la desconfianza.
Esta es la historia de un barrio que empezó a hacer miel sin panales, de un Ayuntamiento que presume de ‘verde’ pero le asusta el aguijón de las abejas y de un artista que encontró una grieta y soñó que de ella un día manaría miel.
Unas doscientas personas han desnudado su cuerpo y también sus emociones este viernes en la concurrida plaza de Times Square en Nueva York, donde se ha celebrado una exhibición de pintura corporal, en la que cada modelo ha lucido sus sentimientos escritos sobre la piel.
El artista francés Invader ha vuelto a «invadir» otra ciudad, en este caso Málaga. Su «invasión» se ha dejado ver por 29 puntos concretos de la ciudad andaluza, entre el centro y la zona este, la barriada de El Palo. Sin embargo, algunas de las obras del artista han levantado ampollas: la queja del Obispado de Málaga, la investigación por parte de la Junta de Andalucía por posibles daños al patrimonio protegido y un informe policial que considera que la intervención en dos Bienes de Interés Cultural (BIC), el Palacio Episcopal y el Palacio de Salinas, podría constituir un delito de daños.
Charlamos con Sergio Sancho, director de la feria y coleccionista.
El pequeño muro, construido a partir de 52 bloques de cemento, muestra de forma simbólica los efectos económicos que supondría limitar la inmigración y las consecuencias que el cierre de fronteras tendría para la agricultura, la industria y la vida doméstica estadounidense. En el muro, cargado de significado, aparecen un póster del candidato republicano, frutas, flores, artículos de limpieza y otros artefactos que representan los sectores que se verían afectados de llevarse a cabo la idea de Trump. Además, tomando al pie de la letra la idea sugerida por el polémico candidato, que aseguraba que para la construcción del muro recibiría pagos por parte del Gobierno de México, los artistas han enviado una factura por valor de $14,635.42 en concepto de materiales y mano de obra al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. El proyecto se hizo sobre la marcha pero legalmente, ya que los artistas obtuvieron permiso por parte del propietario del terreno donde han construido el muro; aunque lo más curioso es que, tal y como recoge el New York Times, dicho propietario asegura que votará al candidato del que se burla el muro que él mismo ha permitido erigir: Donald Trump.
La polémica creación del artista español forma parte de una serie de cinco murales encargada por la constructora Gewobag a la red de artistas callejeros Urban Nation en el marco de un proyecto de arte al aire libre titulado Artpark Tegel. La obra de Borondo, gigantesca y extremadamente expresiva, retrata la crudeza de la situación de la crisis de refugiados haciendo llegar al vecindario una imagen que no es del gusto de todos.
En declaraciones al periódico Tageszeitung, una vecina del barrio expresaba su opinión comentando que «puede que sea arte, pero es aterrador. Por mucho sufrimiento que haya en el mundo, dudo que sea necesario presentarlo de esa manera». La obra se encuentra cerca de una guardería y un centro de refugiados, factores que han sido señalados por los vecinos como motivos de peso para retirar el mural y evitar herir sensibilidades.
Mientras, amantes del arte urbano aplauden el trabajo del español destacando su calidad técnica y el compromiso social que representa su contenido.
La fundación Tercer Pilar, que ya tuvo otras experiencias en el campo artístico, fue la encargada de reunir y llevar hasta la capital italiana 150 obras del artista nacido en Bristol en 1974. El nombre de esta muestra fue escogido por los curadores, Stefano Antonelli, Francesca Mezzano y Acoris Andipa, ya que su mayor ambición, dicen, es que sea didáctica, que llegue a todos los públicos y que sacuda conciencias. Todo lo que se puede ver en la muestra proviene de colecciones privadas. De hecho, la fundación responsable ha aclarado que el artista no está asociado ni implicado en su organización. Entre los dueños de las obras que se exhiben figuran famosos como el actor estadounidense Brad Pitt.
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