En su primera reacción a la acción legislativa del lunes, el mandatario ha afirmado que es un “manifiesto golpista y nulo”, que incita a la violencia y da vía libre para echarle del poder por cualquier medio, incluida una intervención extranjera. “Soy el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el jefe de gobierno y el jefe de Estado por mandato del pueblo, y con el pueblo seguiré defendiendo la paz”, ha declarado en la radio y la televisión.
El Legislativo, donde la oposición cuenta con mayoría, declaró al presidente en “abandono del cargo” por incumplir con sus funciones en medio de una grave crisis política y económica, motivo por el cual solicitó la convocatoria de elecciones. “Dicen ellos que abandono de cargo y hay 10 millones de estudiantes”, se defendió Maduro, quien se puso a enumerar las inversiones de su gobierno en sectores como educación, vivienda y salud.
La decisión del Parlamento ha sido recurrida este martes por el oficialismo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al que la oposición acusa de servir al gobierno y que ya adelantó que la Asamblea tiene facultad para destituir al presidente del país. El recurso pide, además, enjuiciar penalmente a los congresistas que aprobaron la propuesta. Maduro, por su parte, ha denunciado que la oposición, que arrasó en las elecciones legislativas de diciembre 2015, tiene “secuestrada” a la Asamblea y la utiliza para derrocarlo, por lo que ha animado al “comando anti golpe” a actuar con “firmeza” contra los opositores. “Si sabemos quiénes son los promotores de la violencia, actuemos preventivamente”, alentó a los integrantes de la comisión, anunciada el domingo, sobre la que ha delegado “enteramente la lucha” contras las supuestas conspiraciones.