Durante los últimos días, unas 15.000 personas han llegado a través del Mediterráneo a las costas de Italia. Muchos proceden de países africanos y, más que de la guerra, escapan de la pobreza. Según Merkel y Renzi, además de las repatriaciones, es necesario que la UE colabore con los países de origen de estos migrantes para que puedan encontrar una vida mejor en su propia patria. En el encuentro que mantuvieron, que duró alrededor de dos horas, la canciller alemana anunció que su país contribuirá con la reconstrucción del centro de Italia, devastado debido al terremoto. Su gobierno financiará la construcción de una escuela, así como también algunas empresas alemanas y equipos de fútbol aportarán ayudas económicas. Renzi, por su parte, ha dicho que la casa automovilística Ferrari subastará un coche, con un precio de salida de más de un millón de euros, para colaborar con los gastos de reedificación de los municipios italianos afectados por el seísmo.