La Abogacía del Estado se une a los 'indepes' y pide no destruir pruebas del atentado del 17-A
En su recurso ante la Audiencia Nacional manifiesta «respetuosa discrepancia» con la decisión de liquidar dichas pruebas
En su recurso ante la Audiencia Nacional manifiesta «respetuosa discrepancia» con la decisión de liquidar dichas pruebas
«No quisieron honrar a los guardias civiles asesinados. Lo más insufrible para ellos era recordarles que en Cataluña también nacen héroes de la Guardia Civil»
El objetivo de esta entidad es aglutinar ayudas y colaborar con asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo registradas
Rebaja la pena a uno de los yihadistas, Said Ben Iazza, cuya condena pasa de ocho años a 18 meses de prisión
«Es denunciable que nuestras feministas estatales callen de forma vergonzante ante lo que está sucediendo en Irán»
La Fiscalía de París ha abierto este viernes una investigación sobre los atentados de ayer en Barcelona y Cambrils al haber 26 heridos franceses en los mismos, indicaron a Efe fuentes judiciales.
Alrededor de las ocho de la mañana se produjeron dos explosiones en la terminal de salidas del Aeropuerto de Zaventem. Murieron 14 personas. El pánico se apoderó de la muchedumbre, que huyó aterrorizada provocando escenas dramáticas. La investigación policial determinó que fueron tres atacantes, identificados como Ibrahim El Bakraoui, Najim Laachraoui -ambos se suicidaron en el atentado- y Mohamed Abrini, el llamado ‘hombre del sombrero’, que habría dejado en el aeropuerto una tercera maleta con explosivos que no llegó a detonar.
Poco después, pasadas las nueve de la mañana, una tercera explosión acabó con la vida de una veintena de personas en la estación de metro de Maelbeek, a pocos metros de todas las instituciones europeas. El terrorista que se inmoló fue Khalid El Bakraoui, hermano de Ibrahim. La policía encontró, horas más tarde, otra bomba sin detonar en una vivienda en Schaerbeek, uno de los municipios con mayor concentración de musulmanes de Bruselas. Fue allí donde se detectó en enero una guarida de Salah Abdeslam.
Tras los atentados, numerosos países -como España- elevaron el nivel de alerta en todo su territorio nacional. El miedo y la incertidumbre se instalaron en Bélgica, que desde entonces ha multiplicado sus esfuerzos para evitar nuevos ataques. En noviembre, investigadores franceses identificaron a Oussama Atar, un yihadista belga-marroquí, como sospechoso de haber coordinado los atentados en París y Bruselas desde Siria. La lucha contra el terrorismo no descansa.
El estado de emergencia lleva en vigor desde los atentados de París del año pasado, considerados el peor ataque terrorista sufrido por Francia en toda su historia. Murieron 130 personas y más de 400 resultaron heridas. El régimen excepcional, decretado en casos de catástrofes, brotes de enfermedades infecciosas o graves circunstancias políticas, debía expirar el próximo enero. Su prolongación ya se había intuido tras las palabras del primer ministro Manuel Valls, en las que aseguraba que iba a llevar la misma propuesta al parlamento francés para que fuera debatida. Se prevé que las elecciones de 2017 no queden resueltas hasta la segunda vuelta, en la que probablemente concurran el ex primer ministro Alain Juppé y Marine Le Pen.
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