Jurar en arameo
Acostumbrado a mentir con cierto éxito de crítica y público, el Govern pensó que podría doblar a varios idiomas esa comedia de situación que es el procés y exportarla a Europa. Sería algo así como un spin off de la producción original que narraría las aventuras de un Puigdemont políglota en el exilio. El 130 president del govern y primero de la República de Cataluña se plantó en el corazón de la Unión por sorpresa, no sin antes anunciar su destino a los iniciados en el acróstico de una declaración institucional: “Bélgica” podía leerse tomando la primera letra de cada renglón.