«Esperamos que el tema del programa de defensa de Irán […] no sea utilizado como un pretexto» por la nueva administración estadounidense para «provocar nuevas tensiones», ha declarado Zarif en una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Jean-Marc Ayrault.
También Rusia ha intervenido en la polémica al manifestar este martes que el supuesto disparo de prueba de un misil de medio alcance por parte de Irán no constituye una violación de la resolución de la ONU sobre el programa nuclear iraní. Para Moscú, la reunión urgente del Consejo de Seguridad es un intento de «envenenar la situación». «Estas acciones, si ocurrieron, no infringen la resolución» 2231 del Consejo de Seguridad, declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, a la agencia Interfax.
No piensan así ni Estados Unidos ni Israel. «Ante el lanzamiento el 29 de enero de un misil balístico de mediano alcance por parte de Irán, Estados Unidos ha solicitado consultas urgentes en el Consejo de Seguridad», informó la misión estadounidense en un comunicado. Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, ha dicho que la prueba del misil viola las resoluciones de la ONU prohibiendo a Irán lanzar misiles balísticos que puedan tener capacidad nuclear. «Los miembros del Consejo de Seguridad deben actuar de inmediato en respuesta a esta acciones iraníes que ponen en peligro no sólo a Israel, sino a todo Oriente Medio», añadió.
Una resolución del Consejo de Seguridad aprobada pocos días después del acuerdo suscrito en 2015, prohíbe a Irán desarrollar misiles «diseñados para cargar cabezas nucleares». Irán ha dicho que sus misiles jamás podrían cargar cabezas nucleares debido a que no tiene planes de desarrollar armas atómicas, pero los militares del país han insistido en expandir el programa de misiles.