Cuando se habla de la matanza de Kenia, en algunos medios, se obvia el hecho, absolutamente menor e intrascendente, de que los muertos eran cristianos. El planeta se ha librado de la presencia de 48 cristianos, esa especie de seres inferiores, agresivos y peligrosísimos para el resto de la humanidad.
«Lagarde me deja más tranquilo, dada la infalibilidad del FMI en sus previsiones», dispara uno de nuestros lectores
Hemos tomado el relevo de nuestros mayores en la fe, los judíos, en cuanto a persecuciones se refiere
Hasta la protección de animales, plantas y objetos provocan más solidaridad que el exterminio de cristianos
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