
Soldados en la historia
Son cuadros de guerra. Porque Afganistán no fue nunca una merienda campestre de Manet, inesperadamente arruinada por una tormenta de plomazos.

Son cuadros de guerra. Porque Afganistán no fue nunca una merienda campestre de Manet, inesperadamente arruinada por una tormenta de plomazos.

Un amigo me dijo que no quedan personas que den la vida por nada ni por nadie. Pintar a nuestros soldados es una forma de resucitar a quienes dieron la vida por nosotros.

La tecnología militar casi siempre acaba llegando a los civiles. Tal vez esta portentosa pizza de aspecto discutible sea algún día igual de eficiente para alimentarnos como las sardinas en escabeche.








La fotografía es como para llorar. Toda una contradicción en sí misma. O quizá no.