Francia: libertad para espiar
Los socialistas claman al cielo cuando la derecha quiere hacer una ley que recorta libertades. Cuando la hacen ellos, la ley ya no va contra las libertades, es la Biblia. Amén.
Los socialistas claman al cielo cuando la derecha quiere hacer una ley que recorta libertades. Cuando la hacen ellos, la ley ya no va contra las libertades, es la Biblia. Amén.
Hay un cierto halo de misterio que envuelve a los hackers. Si yo fuera hacker haría un llamamiento a los colegas para destapar a este sujeto y ponerlo a disposición de la justicia. La dignidad hackeriana lo exige.
Cuando oigo lo de pues que no se hagan fotos guarras de boca de quien sea me hierve la sangre. ¿Si me hago una foto desnuda me merezco que me la roben y la publiquen? ¡Lo que faltaba!
El semanario alemán Der Spiegel, a través de una nueva filtración de documentos por Edward Snowden, revela que los servicios secretos norteamericano y britanico tienen acceso a las redes de telecomunicación alemana.
La situación actual de la diplomacia internacional me recuerda demasiado a Leslie Nielsen. Sin menospreciar el talento del histórico actor fallecido que ha logrado que hasta al más desaborío arranque a reír, la relación entre países occidentales es de película.
Hace ya tiempo que la relación entre Estados Unidos y Alemania viene soltando bastante basura. Ahora al parecer se incrementa la cantidad de esta en sus relaciones anunciando que Alemania también espía al gigante americano.
Fisgamos y nos acechan. Birlamos información y nos la roban. Distinto sería si este artículo lo estuviera aporreando desde una máquina de escribir, como una Jessica Fletcher con escote, pues más de un crimen he escrito.
Es que en un concierto puede sonar explícito una máquina de escribir, la carga de una caballería, un cañón, o un barbero de Sevilla. Pero no un ordenador. Los ordenadores no han traído aún mejores escritores.
El miedo no viaja en la penumbra, y las tempestades no impiden la llegada de los secretos. El paso del tiempo ha acabado con esta emoción, con las copias únicas, con los mensajes que, si no llegan en ese momento, nunca lo harán.
Creo que nadie se libra del síndrome de eDiógenes, que es la tendencia a acumular información obsesivamente en nuestros aparatos, un mal mucho más dañino que el propio síndrome de Diógenes ya que en este hay un límite.
La edad de aprender es la primera, cuando nos íbamos a la Gran Vía en verano, y al subir nos encontrábamos al calor bajando por la calle, ese sopor soleado que asfixia a la Gran Vía tras el viento que suele soplar, como si diera al mar, en las esquinas de la plaza de España.
Espionaje amigo, la Merkel también anda encrespada (han echado a patadas al jefe de la CIA en la embajada de Berlín) porque Obama alcahueteó su móvil. Nada, por filtrar un par de detalles a Washington. Peanuts. No sé.
Las dudas acechan. La incertidumbre te ahoga. Hay algo que te hace sospechar que la persona con la que compartes tu vida podría tener ojos para alguien más. No puedes seguir así. Existen dos opciones para poner fin a ese pesar: convertirte en espía o confiar la misión a un detective profesional. Los métodos y las leyes han cambiado, pero las parejas siguen recurriendo a todo tipo de medios para responder a la gran pregunta. Pero, ¿te has parado a pensar si es legal espiar a tu pareja? ¿Es moral? ¿Crees que te están espiando? He aquí algunas respuestas.
La gente es una entidad nebulosa que engloba todo lo que no es uno. Es un recurso lingüístico y político sin el cual tendríamos que enfrentarnos a la frustrante conclusión existencial de que, en realidad, son yo mismo con otras circunstancias.
Me he permitido el lujo de apropiarme de un viejo proverbio Chino, para titular mi columna de hoy, y es que si no quieres que se sepa, ni se te ocurra comunicarlo por Whatsapp.
No quiero ni imaginar el dineral que costarán los equipos que llevan encima esos tres hombres. No quiero imaginar tampoco la cantidad de talento humano que habrá hecho falta para crear toda la tecnología que utilizan en sus trabajos.
El espionaje supo envolverse en elegancias cuando a la hora de la verdad Bond no era más que un funcionario. La ficción nos dejó un elenco cumplido de personajes y matices, del melancólico Smiley a ese Harry Palmer menos propenso al champagne que a la cerveza.
Enemigos de internet. EE.UU., India y Reino Unido. Suena rotundo el pronunciamiento de Reporteros sin Fronteras (RSF), que así designa a estos tres países tras constatar que han espiado a millones de ciudadanos.
En 1978, Octavio Paz llamó a los Estados ogros filantrópicos: querían saber hasta el último detalle de tu vida por tu bien. Las empresas de tecnología están hoy haciendo lo mismo -y quizá las estamos alimentando con aún más entusiasmo que al Estado.
Es justamente en estas aparentes debilidades donde se esconden las fortalezas de la democracia, un sistema hecho por humanos y por ende imperfecto
Hasta hace no mucho, todos dábamos por hecho que estábamos renunciando a parte de nuestra privacidad, pero no sabíamos hasta qué punto. La información relacionada con la NSA nos ha asustado