Financiación

La financiación de la guerra, todo un entramado económico

La financiación de la guerra, todo un entramado económico

Las ganancias obtenidas del narcotráfico eran el 30% del total y la mayor parte del dinero que obtenían por este delito era por el llamado “Impuesto al Gramaje”, el cual era pagado por cada gramo producido por los campesinos cocaleros y grupos narcotraficantes. La extensión de los campos de coca (algo que era muy necesario para la economía de las FARC), causó daños irreparables en el medio ambiente, según algunos expertos. Las FARC también conseguían dinero a través de la minería de carácter ilegal, es decir, aquella que no está reglamentada por el gobierno colombiano.

Una cementera francesa financió al Estado Islámico

Una cementera francesa financió al Estado Islámico

El diario asegura que la producción se mantuvo “hasta el 2013, pese a la inestabilidad creciente en la región”. A pesar de que a partir de la primavera de 2013 el ISIS se fue apoderando progresivamente de las ciudades y carreteras cercanas a la planta de Lafarge, la cementera gala continuó con su actividad. Según Le Monde, “mensajes electrónicos enviados por la dirección de Lafarge en Siria revelan acuerdos de Lafarge con el grupo yihadista para seguir produciendo hasta el 19 de setiembre del 2014, cuando el ISIS toma las instalaciones de Lafarge y ordena el fin de toda actividad”. Los directivos de la compañía estuvieron negociando con el grupo terrorista, y a través de intermediarios, diferentes tasas para asegurarse la libre circulación de materiales y trabajadores en zonas controladas por los yihadistas. El escándalo ha saltado a la primera plana francesa, donde lo que más ha indignado es el supuesto conocimiento de los directivos de Lafarge en Francia de estas negociaciones con el Estado Islámico.

El peligroso medidor con el que el FBI justifica que es rentable

El peligroso medidor con el que el FBI justifica que es rentable

Pero en 2015 solo ha habido un atentado frustrado y 70 detenciones reales por terrorismo. Según la información a la que ha tenido acceso The Intercept, la actuación del FBI en estos 440 casos incluye operaciones en complots terroristas imaginarios, y no pocos casos de planificación de atentados estaban incitados por los propios confidentes policiales. Según los expertos, este nuevo modo de medir el éxito del FBI en la lucha contra el terrorismo es especialmente peligroso porque condiciona la aprobación política y social de sus presupuestos a esas intervenciones imprecisas contra el yihadismo.

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