'Basta Ya', un documental que recoge testimonios de resistencia frente a ETA
La pieza audiovisual, promovida por Maite Pagazaurtundúa, se estrenará el 8 de febrero en San Sebastián
La pieza audiovisual, promovida por Maite Pagazaurtundúa, se estrenará el 8 de febrero en San Sebastián
Han elegido esta pinacoteca porque alberga el mítico cuadro ‘Guernica’, símbolo del sufrimiento civil en la guerra
Siria, Afganistán y Yemen comparten los primeros puestos de un triste podio global
Testigos del horror de la guerra y de las crisis humanitarias, los fotógrafos de conflictos armados cuentan lo que otros no pueden o no se atreven y trasladan a la sociedad la realidad que sacude al mundo
El veterano fotógrafo critica el “ninguneo” que sufren los fotoperiodistas en nuestro país y hace un repaso en su último libro a los fundamentos de un oficio en declive.
El jurado ha celebrado que la imagen represente “una protesta pública por la polémica práctica” propuesta por Estados Unidos de separar a los menores inmigrantes de sus padres
La detención se produjo durante la cobertura del desalojo de la plaza de Rabaa, donde murieron más de medio millas de personas
La justicia egipcia ha dado carpetazo este sábado a la macrocausa por la masacre de la plaza Rabaa al Adauiya en agosto de 2013 con la confirmación de la pena de muerte a 75 islamistas, y penas de prisión para cientos de procesados, entre ellos el fotoperiodista Mahmud Abdelshakur abu Zeid, conocido como Shawkan.
En una entrevista concedida a The Objective, el venezolano Ronaldo Schemidt relata cómo fue el momento en el que tomó la fotografía.
El fotoperiodista iraquí, Arkan Sharif, ha sido asesinado este lunes a base de cuchilladas dentro de su casa en la ciudad de Daquq, en la provincia de Kirkuk. La víctima trabajaba para Kurdistan TV, la televisión oficial del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) de Masud Barzani, un político kurdo.
El estado de todos los jóvenes atacados, que presentan al menos una herida de cuchillo, varía entre estable y crítico. La Policía ha detenido a un estudiante de 16 años que acuchilló a todas las víctimas, hiriéndose después a sí mismo. Todos los heridos se encuentran hospitalizados y la escuela ha reanudado las clases después de haber permanecido cerrada durante aproximadamente una hora. Varias decenas de padres han llegado al colegio para llevarse a sus hijos a casa.
Su cuerpo se encuentra en el hospital de Misata, a unos 200 kilómetros de Sirte, donde fue trasladado cuando fue herido no pudiéndose hacer nada por su vida. Oerlemans trabajaba para varios medios, incluyendo la revista semanal belga, Knack, que ha confirmado su muerte. «Deseamos a su familia mucha fuerza», indican en su página web. Cientos de personas también han querido rendir homenaje al fotoperiodista en las redes sociales con mensajes de cariño y afecto. Por su parte, el embajador holandés en Libia, Eric Strating, dejaba el siguiente mensaje en Twitter: «Sus fotografías de Sirte, Libia y otros lugares vivirán por siempre».
La estremecedora imagen del cuerpo de un hombre precipitándose al vacío en un encuadre casi simétrico con la torre de fondo como una flecha precipitándose hacia el suelo ocupó las páginas de cientos de publicaciones como el New York Times. Fue calificada de «perturbadora» y «voyerística» y nunca más fue reproducida por los medios estadounidenses. Con motivo del 15 aniversario del peor atentado en la historia de Estados Unidos, Richard Drew ha defendido en una entrevista en Time que la fotografía no muestra la muerte de esa persona, sino que fotografió «una parte de su vida». No se sabe si el cuerpo que cae está vivo o muerto, la cámara no es capaz de hacer tales distinciones. Pero como él, un estimado de 200 personas se precipitaron al vacío desde las Torres Gemelas en un intento por seguir adelante con una muerte inevitable. La ley determinó que estas personas no tenían intención de morir y que fueron forzadas a saltar por las acciones terroristas. Técnicamente fueron asesinados.
Sobre la identidad del hombre que cae no hay ninguna certeza, sí algunas especulaciones. El documental llamado The Falling Man, de 2006, cuenta que se trata de un hombre de origen latino, con una barba de chivo, que llevaba unos pantalones negros y una túnica blanca, un uniforme similar al que llevaban los trabajadores del Windows on the World, un restaurante en la cima de la Torre Norte que perdió a 79 empleados.
Otros dos periodistas que viajaban con Gilkey, identificados como Tom Bowman y Monika Evstatieva, han resultado ilesos. Gilkey, de 50 años, recibió en 2007 un premio Emmy por una serie de vídeos sobre el batallón de los Marines de Michigan en Irak. Tal como ha apuntado Michael Oreskes, vicepresidente de noticias y director editorial de NPR. “David ha estado cubriendo las guerras y los conflictos en Irak y Afganistán desde el 11 de septiembre de 2001. Se dedicaba a contribuir a que el público viera estas guerras y la gente atrapada en ellas. Murió respetando ese compromiso”. Gilkey ha obtenido numerosos honores, incluyendo su nominación como fotógrafo del año por la Asociación de Fotógrafos de la Casa Blanca en 2011, así como nueve primeros premios obtenidos desde 2009 de parte del grupo para el que trabajaba. David Gilkey es el autor de la fotografía que encabeza estas líneas.
Se trataban de sutiles cambios, leves alteraciones de algunos elementos de la imagen: una persona borrada, un brazo cortado, el cambio de color de una camiseta… cambios del retrato original para dar con la foto perfecta. Todas estas prácticas están prohibidas por agencias, publicaciones y premios relacionados con el fotoperiodismo. Por eso el mundo de la fotografía documental se ha mostrado contrariado e indignado. El comité ético de la National Press Photographers Association ha criticado al retratista, al que envió varios correos electrónicos pidiéndole explicaciones sin respuesta: «McCurry tiene la responsabilidad de seguir unas normas éticas que sus compañeros y el público en general identifican con el reportero gráfico». En otros casos se ha sido muy contundente. Como el del fotógrafo Narciso Contreras, que le fue retirado el Pulitzer por hacer ‘desaparecer’ una cámara de vídeo de una imagen. En su defensa McCurry arguye: «Yo no soy un fotoperiodista sino un contador de historias. Yo tomo mis imágenes con un sentido estético y de la composición».
Su primer encargo fue en las zonas de conflicto en Irlanda del Norte, en 1981, para cubrir los disturbios en Belfast tras la muerte de Bobby Sands y otros miembros del IRA en huelga de hambre. «Estaba más verde que la hierba», recordaba en una entrevista. Desde 1984 es fotógrafo de la revista ‘Time’ y fue miembro de la agencia Magnum de 1986 a 2001. Fundó junto a otros colegas de profesión como Alexandra Boular y Ron Havia la cooperativa internacional de fotógrafos VII Photo Agency. Reconoce que su reconocido trabajo fotoperiodístico se fundamenta en una premisa: «He sido un testigo, y estas imágenes son mi testimonio. Lo sucesos que he registrado no deben ser olvidados y no deben repetirse».
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective