Grecia

A propósito de Grecia

La lección de Grecia debemos aprenderla en América Latina, porque lo económico es fundamental frente a lo político. El gobierno griego desaprovechó las buenas oportunidades, despilfarró el dinero, propició la corrupción y los políticos irresponsablemente no cumplieron sus compromisos con las exigencias de la UE y de la Zona Euro.

Oxi podemos

Oxi podemos

Ya nos gustaría creer que el problema de la deuda griega obedece a que el personal es una panda de maleantes que consumen los días haraganeando mientras otros pagan la ronda. Pero ‘oxi’ podemos.

Las nuevas ruinas griegas

Las nuevas ruinas griegas

El país, acostumbrado a presumir de sus históricas ruinas, cuna de tantas hazañas de la civilización occidental, se muestra ahora como pionero en otro tipo de ruinas: las contemporáneas, que como a la luz de un relámpago iluminan toda la pobreza del país, en un eterno recorrido por edificios abandonados, negocios en venta, casas a medio hacer, y cientos de fábricas abandonadas.

Justos y pecadores

Justos y pecadores

Los medios internacionales hacen su particular lectura de los acontecimientos, posicionándose (en función de su línea editorial) a favor y/o en contra de los distintos protagonistas: Grecia y la Unión Europea (UE). Sin embargo, en vista de lo ocurrido, parece que los culpables están en ambos lados.

Grecia no pagará

Grecia no pagará

El actual gobierno griego presidido por Alexis Tsipras y dominado por la extrema izquierda de Syriza, no quiere pagar la deuda, porque se lo había prometido a sus electores. Es más, el gobierno de Tsipras tiene como objetivo “destruir” (lo dijo en la campaña electoral) los poderes económicos y fácticos europeos.

Diálogo entre adultos

Diálogo entre adultos

Hagamos los españoles de la necesidad virtud. Grecia va por delante de lo que supondría en España el posible triunfo de Podemos en las elecciones generales. Esperemos que la hecatombe helénica nos sirva de vacuna.

De lo crucial e inevitable

De lo crucial e inevitable

Basta ya de mentiras. Ese tiempo que se le agota a Grecia no es algo inevitable, no es una situación de orden natural imposible de manejar, es un tiempo establecido por una persona, ya sea de Bruselas, del Banco Central, del Fondo Monetario Internacional o de todos ellos juntos, y, por lo tanto, se trata de un tiempo perfectamente manipulable.

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