
Atenas, 1981 - Madrid, 2015
Los cambios van atados a las generaciones: lo viejo siempre deja paso a lo nuevo. Y en España hay demasiadas cosas viejas.

Los cambios van atados a las generaciones: lo viejo siempre deja paso a lo nuevo. Y en España hay demasiadas cosas viejas.

Aunque no estén de acuerdo en el fondo de las políticas, tienen un consenso básico: ambos son dueños de posiciones irreductibles, innegociables, y eso los unifica mucho más que la concreción de la política




Europa traga saliva ante el anuncio del primer ministro griego, Andonis Samarás, de la convocatoria de elecciones anticipadas parlamentarias para el próximo 25 de enero.













Si estuviera vivo a Dimitris lo hubiéramos visto ahí, desgañitándose de rabia, indignación y resentimiento. Si estuviera vivo Dimitris se habría quedado afónico de tanto gritar, pero también sin lágrimas de tanto llorar.

La primera huelga general de este año contra las medidas neoliberales impuestas por la Troika y que se ha desarrollado en más de 60 ciudades griegas paralizó Atenas este pasado 9 de Abril.



Los griegos se manifiestan contra Angela Merkel. Cuya visita anunciada se toma como ocasión para que muchos griegos vuelvan a lamenten su propia suerte. Como idóneo momento para exponer sus cuitas y lamentos, sin aceptar, eso no, la más mínima responsabilidad propia en la ruina de su patria.

Los griegos ya han dado un golpe sobre la mesa. Hospitales, transporte marítimo, farmacias han decidido echar el cierre ante la próxima visita de Ángela Merkel. Los trabajadores comienzan a movilizarse.

“Grecia era un grano, Portugal es un forúnculo y España es un tumor. No puedes arreglar una crisis de deuda con austeridad y más deuda”. Peculiar metáfora la del señor Gross para referirse a la situación de crisis de la urozona.


Ayer se cumplió un año de aquel 16 de marzo de 2013, el día en que Chipre fue rescatado. Aquel fue también el día en el que los rescates en la Euro Zona dejaron de ser como los conocíamos hasta el momento.

Dice el refranero español que cuando veas las barbas de tu vecino pelar pongas las tuyas a remojar. Lo que viene sucediendo en nuestra vecina mediterránea Grecia debería habernos servido ya desde hace tiempo de ejemplo.

No es un patio de colegio. Es el Parlamento turco y los señores que se dan puñetazos y patadas son los parlamentarios, elegidos como representantes del pueblo para llevar las riendas del país.
