Nagasaki: 78 años de la devastadora bomba que puso fin a la Segunda Guerra Mundial
Miles de personas inocentes sufrieron las consecuencias del lanzamiento del artefacto
Miles de personas inocentes sufrieron las consecuencias del lanzamiento del artefacto
“Proletarios de todo el mundo, perdonadnos”, se leía en una pancarta en el Moscú de Boris Yeltsin y yo, cuando oigo hablar de memoria histórica, pienso en ella y en aquellos campesinos andaluces que Ehrenburg vio lanzarse a pecho descubierto contra las trincheras enemigas al grito de “¡Viva Stalin!”. Ehrenburg cuenta también que un día fue a visitar a Koltsov a su oficina de Pravda y, entre otras cosas, hablaron de Teruel. De pronto, sin razón aparente, Koltsov lo condujo a un cuarto de baño y le dijo a media voz: “¿Quieres escuchar un chiste divertido? Dos moscovitas se encuentran. El primero: ¿Te has enterado, ha caído Teruel?. El segundo: ¿Y su mujer?”.
Gaziel y Pla congeniaron como dos solitarios que repudiaban la dictadura, y a quienes las muertes del historiador Jaume Vicens Vives, en 1960, y del editor que compartían, Josep Maria Cruzet, en 1962, los terminó de desmoralizar.
Una de las listas de Schindler originales, uno de los documentos utilizados por el alemán Oskar Schindler para salvar a más de 1.200 judíos durante el Holocausto, ha salido a la venta en una subasta. Se espera que el precio que se pague por esta lista, una de las siete que se compilaron con la ayuda del contable de Schindler, Itzhak Stern, alcance los 2,4 millones de dólares.
Nuevas imágenes han revelado otros tres barcos japoneses de la Segunda Guerra Mundial destrozados y desvalijados en el fondo del océano. Las tres embarcaciones se hundieron en la costa de Borneo y han sido destruidos en una aparente operación ilegal de tráfico de metales, según buceadores.
Los expertos coinciden al señalar que la Tercera Guerra Mundial sería «letal y rápida». Un artículo publicado recientemente en el Daily Mail informó que Mark A. Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos declaró en una reunión militar que el conflicto mundial «está casi garantizado» y que las armas de inteligencia artificial inteligentes serán las que dominen la guerra. En cuanto a las situaciones que pudieran dar lugar a la Tercera Guerra Mundial, la publicación Inquisitr informa que según las opiniones de militares y expertos, el catalizador podrían ser «pequeñas guerras» entre otras naciones, «donde los países más poderosos toman partido y empujan sus propias agendas». Cita como ejemplos la Guerra Civil Siria, el conflicto en Ucrania o en aguas del mar de la China Meridional. Según señalan los analistas, estos conflictos están dando lugar «a una nueva carrera armamentística» entre EE.UU, Rusia y China, potencias que buscan diseñar «los mejores y más eficaces sistemas de armas con los que luchar en la próxima generación de guerras».
Es posible que haya algún personajillo, además de xenófobo, que diga que esta es la imagen que se buscaba para poner a todo el mundo a favor de la inmigración y en contra de los gobiernos, que están tardando demasiado en tomar decisiones.
Ahora que es la hora de entender que vivimos una guerra mundial y nadie se da cuenta, o quizá ya entendieron. Ahora que una niña llamada Ébola reapareció en el mundo, o la hicieron reaparecer. Ahora que nos olvidamos de las barbaries en Sudán del Sur para irnos a los asesinatos de estudiantes en el sur de México.
La modernolatría del futurismo había dado en hacer la alabanza de la vida peligrosa y en glorificar la guerra como única higiene del mundo. Esos eran alardes que podían pronunciarse en lo que Zweig llamó la edad de oro de la seguridad.
Desgraciadamente, nos vamos acostumbrando. Las noticias que llegan de lejos tienden a ser escenas de una violencia extrema. Pero también en la barbarie hay grados. Uno especialmente repulsivo ha sucedido en Nigeria.
Asusta en verdad la imagen de los cinco terroristas con sendos Kaláshnikov M-47 en el regazo y con el Corán en la mano.
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