Shridhar Chillal, nacido en 1938 en Pune, una ciudad situada al oeste del estado de Maharastra, India, entró en el libro Guinness de los Récords en varias ocasiones por sus uñas de la mano izquierda, que, en su conjunto, llegaron a alcanzar más de nueve metros de longitud. Ahora, después de 66 años sin hacerse la manicura, ha decidido cortarse las uñas y retirarse de la competición en la que era el ganador indiscutible.
Una pizza de casi dos kilómetros de extensión elaborada en el noreste de Los Ángele, California, EEUU, se ha convertido en la pizza más larga del mundo, y ha superado la marca registrada el año pasado en Italia.
Este viernes no es un viernes cualquiera. En la hora del lunch no serán pocos quienes opten por la ternera en salsa de Guinness o por el típico Fish and Chips irlandés que te traslada, aunque solo sea a través del paladar, a la isla ‘Esmeralda’.
La historia de Harnaam Kaur es la más sorprendente y emotiva de todas las recogidas en la nueva edición del GWR. Hubo un tiempo en que Kaur no lucía con orgullo este distintivo récord. Kaur padece el síndrome de ovario poliquístico, un trastorno hormonal que puede derivar en el crecimiento de exceso de vello facial. Desde niña ha sido sometida a todo tipo de humillaciones y vejaciones por su condición de diferente. «Los abusadores hicieron de mi vida un infierno viviente todos los días. No disfruté mi educación, siento que no logré alcanzar todo lo que hubiese podido por todo el bullying que enfrenté», confesaba Kaur a la revista People. Después de pensar en alguna ocasión en el suicidio, decidió «convertir toda esa energía negativa en energía positiva». Esa capacidad de superación ha convertido a Harnaam Kaur en una cotizada modelo, que ha logrado desfilar en importantes pasarelas de Londres.
La última edición de los récords Guinness incluyen la historia de Ludo, el gato más largo del mundo; el perro más alto del mundo; y el récord de la persona que logró estar más tiempo con el cuerpo quemado (5 minutos y 41 segundos).
Antes de que comience la carrera, hay un desfile de belleza donde los camellos pasean y posan a través de la multitud, que va vestida con ropas tradicionales mongolas. Una vez exhibidos, sus dueños los conducen hacia la línea de salida de la carrera, que tiene una longitud de 15 kilómetros. Los camellos deben tener al menos cuatro años para poder participar, dadas las duras condiciones de la competición. Este año, el camello ganador completó la carrera en 35 minutos y 12 segundos.
La cerveza corre por la sangre de los irlandeses. Las ventas de Guinness crecen cada año, llegando a venderse hasta cinco millones y medio de pintas de cerveza negra en un día. Cada vez se expande más otra costumbre: teñir de verde la cerveza, como de verde se tiñen fuentes y ríos, edificios y monumentos. Al ser una celebración religiosa, hasta 1970 estaba prohibido abrir los pubs en Irlanda en este día. Querían evitar así que se convirtiera en lo que es hoy: una fiesta con exceso de alcohol.
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