Ya se ha convertido en una imagen normal, cuya frecuencia más que pasar desapercibida se convierte en algo preocupante. El lanzamiento de bengalas durante el partido que enfrentó a Croacia contra República Checa ha sido el enésimo episodio violento de esta Eurocopa de los disturbios. La UEFA ya ha abierto procesos disciplinarios contra seis Federaciones (Rusia, Inglaterra, Portugal, Hungría, Bélgica y Croacia) señaladas por infringir reglas de comportamiento dentro de los estadios. Eso en cuanto a lo que concierne dentro del campo, fuera del terreno de juego las peleas entre ingleses y rusos han puesto de manifiesto los peligros extradeportivos que lleva agregados el fútbol.
Los aficionados croatas se han convertido en el nuevo peligro en potencia para las autoridades francesas. Tras los incidentes del viernes, que obligaron a suspender momentáneamente el partido entre Croacia y República Checa, ahora toda la atención está puesta en el partido que disputará contra España. Los ultras croatas tienen planeado cometer actos vandálicos en el partido del próximo martes, último de la primera fase, según publica el medio Sportske Novosti. El grupo radical ‘Torcida Split 1950’, el grupo ultra del Hajduk, uno de los más numerosos, longevos y violentos del continente, ha publicado un plano del estadio de Burdeos indicando la distribución de los diferentes grupos ultras croatas por el estadio con la intención de reventar el partido.