Una belleza vedada
Existe una belleza vedada a nuestros sentidos, oculta tras los muros de los monasterios. Peter Seewald y Regula Freuler le han dedicado un librito, con el título de Los jardines de los monjes
Existe una belleza vedada a nuestros sentidos, oculta tras los muros de los monasterios. Peter Seewald y Regula Freuler le han dedicado un librito, con el título de Los jardines de los monjes
Permítame el lector rogarle que, por unos instantes, se figure la siguiente escena. Un caminante, de no muchas luces, se topa, mientras atraviesa un frondoso bosque, con un río que debe por fuerza franquear si de llegar a su destino se trata. El hombre empero vacila, pues siente miedo de la corriente y no divisa ni aguas arriba ni aguas abajo vado alguno que le facilite el tránsito.
Viajé a Pekín hace algunos años para fotografiar a los jóvenes de la generación post Tiananmen.