
De locos, cuerdos y canallas
La foto de Sylvain Thomas no refleja el horror. Noventa y cuatro pacientes con problemas de salud mental ingresados en el hospital sudafricano Life Esidimeni, en Gauteng, han muerto tras ser trasladados a centros de salud sin licencia y no preparados, decisión adoptada con el objetivo de reducir gastos. Murieron por deshidratación y diarrea tras haber vivido muchos días en condiciones similares a las de un campo de concentración. Se los llevaron de Life Esidimeni con camionetas “como en una subasta de animales y sin informar a las familias.