Unos hombres armados atacan el hotel Intercontinental en Kabul
Cuatro hombres armados entraron al hotel Intercontinental de Kabul y empezaron a disparar contra los clientes
Cuatro hombres armados entraron al hotel Intercontinental de Kabul y empezaron a disparar contra los clientes
Al menos cinco personas han muerto y otras seis han resultado heridas de diversa consideración por dos explosiones ocurridas el jueves cerca de una mezquita y de las oficinas de un medio de comunicación en Kabul, según el primer balance provisional ofrecido por el Ministerio del Interior afgano.
Varios hombres armados han irrumpido este martes en un canal de televisión de Kabul, en el interior de cuyo edificio había numerosos trabajadores, según un testigo que logró escapar.
La explosión se ha producido este viernes en una mezquita chií en un barrio de la minoría hazara en Kabul, causando un número indeterminado de víctimas.
El grupo Estado Islámico ha reivindicado un atentado suicida que causó este viernes seis muertos y más de 30 heridos delante de una mezquita chií del centro de Kabul, golpeando de nuevo esta minoría de Afganistán en pleno periodo de celebraciones religiosas.
Al menos seis personas han muerto este martes en un atentado suicida en la capital afgana, en las proximidades de una sucursal del Banco de Kabul y a unos 300 metros de la embajada estadounidense y el Tribunal Supremo. El atentado se ha producido hacia las 10:00 hora local, en una zona eminentemente residencial en el centro de Kabul, ha confirmado a la agencia Efe el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Najib Danish.
El grupo yihadista Estado Islámico a atacado a una mezquita chiita de Kabul en plena oración este viernes, lo que ha dejado al menos 20 muertos.
Varias explosiones y tiroteos han sido registrados este lunes cerca de la embajada iraquí y de una comisaría en Kabul, informa Efe. El ataque, que se ha declarado a las 11:00 hora local, seguía en curso a mediodía, han informado fuentes policiales.
La explosión de un coche bomba ha causado este lunes al menos 24 muertos y más de 40 heridos en el barrio de mayoría chií de Kabul, según un primer balance provisional del Ministerio del Interior.
El Pentágono enviará casi 4.000 soldados estadounidense adicionales a Afganistán, con la esperanza de romper el estancamiento en una guerra que ha pasado ahora a un tercer comandante en jefe de Estados Unidos, ha dicho jueves un funcionario federal a The Associated Press.
Un kamikaze se ha hecho explotar este jueves en la mezquita chií de Kabul de Al Zahra, abarrotada de gente, han informado las autoridades, en un mes del Ramadán que ha sido particularmente sangriento en la capital afgana. El suicida se ha inmolado en la cocina de la mezquita después que la policía le impidiera entrar en el edificio principal, atestado de fieles, según el ministerio, que añadió que algunos testigos escucharon disparos en la misma zona.
Al menos nueve personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas a primeras horas del miércoles en un atentado con coche bomba en una zona de alta seguridad de Kabul, donde se encuentran varias embajadas y edificios del Gobierno.
Al menos ocho personas han muerto y otras 25 han resultado heridas este miércoles, la mayoría civiles, tras un atentado con bomba contra un convoy de las fuerzas internacionales cerca de la embajada de Estados Unidos en Kabul, han informado las autoridades
El principal hospital militar de Kabul, con capacidad para 400 pacientes, ha sido atacado este miércoles por hombres armados que seguían en el interior del edificio. «El hospital Sardar Daud Khan está siendo atacado», declaró el portavoz del Ministerio de Defensa afgano, general Daulat Waziri.
En esta cinta de poco más de 13 minutos de duración, los profesores, ambos de la Universidad estadounidense de Kabul, declaran haber sido grabados el 1 de enero después de cinco meses de cautiverio, declaran sus respectivas identidades. Es la primera prueba de vida de estos dos rehenes, capturados en la tarde del 7 de agosto de 2016 cuando dejaban la universidad para regresar a sus casas. Cuatro hombres armados, que se desplazaban en un vehículo 4×4 vistiendo uniformes de las fuerzas de seguridad afganas, los interceptaron a su salida del recinto universitario, que cuenta con fuertes medidas de seguridad, como se aprecia en la imagen. El conductor del mismo y un guardaespaldas, ambos afganos, no fueron secuestrados.
Ambos fueron los primeros miembros del personal extranjero de esta universidad (AUAF) inaugurada en 2006, y fuertemente protegida, en ser secuestrados. En setiembre pasado, el Pentágono reveló que un intento para liberarlos había fracasado.
De acuerdo a está información, un diplomático estadounidense estuvo presente en ambas reuniones, sin embargo, la embajada de Estados Unidos en Afganistán se ha negado a comentar tales acusaciones. La primera reunión, que tuvo lugar a principios de septiembre en Doha, donde los talibanes inauguraron en 2012 formalmente su oficina, «se llevó a cabo en un ambiente positivo y libre de problemas», en las que Akhund negoció cara a cara con Mohammed Masoom Stanekzai, jefe de inteligencia afgano. El segundo encuentro se llevó a cabo a comienzos de octubre, a pesar de los continuos combates entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes. Pese a la incesante violencia, Kabul mantiene su compromiso de tratar de encontrar una solución política a un conflicto que ya dura 15 años.
El portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqqi, ha informado que 13 civiles y un oficial de policía han muerto a manos de los insurgentes. En informaciones recogidas por la agencia AFP, Abdul Rahman Rahimi, jefe de policía de la capital afgana, ha declarado que «la policía ha evacuado a decenas de personas de la capilla, muchos han resultado heridos». Por ahora ningún grupo ha reivindicado el ataque, que el presidente Ashraf Ghani condenada como una «clara señal de un crimen contra la humanidad». Para los chiíes de todo el mundo, la celebración de la Ashura es un símbolo de la lucha contra la opresión, por lo que el ataque se ha llevado a cabo en un momento de especial relevancia para la comunidad. Hace apenas unas semanas dos ataques simultáneos en Kabul causaron docenas de muertos, y a finales de julio, un ataque reivindicado por el Estado Islámico contra la minoría chií de Afganistán mató a 84 personas y dejó 130 heridos. La prolongada ola de violencia vivida en Afganistán señala el resurgimiento de los talibanes, presentes en centros urbanos 15 años después de haber sido supuestamente derrocados por la invasión estadounidense.
Fuentes policiales han ratificado la muerte de 16 estudiantes, mientras el portavoz del Ministerio de Salud Pública afgano ha corroborado que hay decenas de heridos. El ataque todavía sigue en curso y fuentes del Ministerio del Interior consultadas por Reuters revelan que los atacantes permanecen todavía en el interior del campus: «Se encuentran dentro del recinto, junto a profesores extranjeros y cientos de estudiantes». Las fuerzas especiales afganas rodearon el recinto de la universidad para intentar abatir a los asaltantes y efectivos estadounidenses han prestado su apoyo durante el despliegue. El entorno del campus universitario se ha visto sumergido en el caos del intercambio de disparos durante horas, y todavía se desconoce el número e identidad de los atacantes. Por ahora ningún grupo se ha atribuido la autoridad del ataque. Éste es el segundo incidente que sufre la Universidad Americana en Kabul en menos de un mes, ya que el pasado 8 de agosto dos de sus profesores, un estadounidense y un australiano, fueron secuestrados al salir en coche del recinto de la universidad.
El grupo terrorista ha reivindicado el atentado a través de su agencia oficial Avaq. “Dos combatientes detonaron cinturones con explosivos entre una concentración de chiíes en la zona de Dehmazang en Kabul”, han indicado. Por el contrario, el Ministerio del Interior afgano, considera que el ataque “según la información inicial, fue llevado a cabo por tres suicidas” aunque el tercero de ellos fue abatido por las fuerzas de seguridad.
La inestabilidad en Afganistán ha ido en aumento en los últimos años debido a que los talibanes han ido avanzando en el control del país así como en la frecuencia y tamaño de los atentados en las grandes ciudades. Sin embargo, la presencia del ISIS era, hasta ahora, bastante limitada, por lo que se trata de la primera gran ofensiva del Estado Islámico en la capital afgana.
Un talibán suicida ha explotado las bombas que portaba al paso del vehículo policial. El ataque se produjo sobre las 12 del mediodía, hora local (7:30 GMT) en el distrito policial número 5, al oeste de la ciudad, según ha indicado el jefe del Departamento de Emergencias del Ministerio de Interior afgano, Homayoon Aini. «Estamos trabajando en los detalles de los ataques terroristas de hoy contra un convoy de la Policía en Kabul, publicaremos noticias pronto», ha comentado otro alto mando, el portavoz del Ministerio de Interior, Sediq Sediqqi, en su cuenta de Twitter. Los talibanes han reclamado la autoría del ataque, que, según han comunicado, iba dirigido contra un vehículo en el que viajaban profesores de la Academia de Policía afgana. El portavoz del grupo insurgente Zabihullah Mujahid ha aseverado que 27 de ellos perecieron y un número indeterminado resultaron heridos, si bien los talibanes tienden a exagerar el alcance de sus acciones. La inestabilidad en Afganistán ha ido en aumento desde el fin de la misión militar de la OTAN en diciembre de 2014, inestabilidad que han aprovechado los talibanes para avanzar en el control del país y en la escalada de la violencia.
Tras más de 15 años de intervención internacional en Afganistán, la educación para las niñas empeora cada año. Y es que, «después de los grados 8º y 9º, son sus familias las que no las dejan continuar con sus estudios debido a las tradiciones culturales o para evitar que sean acosadas por la sociedad», explica Abdul Qadir Paiwastum, director del Sistema Educativo Provincial en Kandahar. «No les dejan estudiar por miedo a lo que la gente dirá de ellas», comenta Roqya, que sigue escolarizada en Kandahar, sobre la exclusión educativa forzada a la que sus compañeras tienen que someterse. La Asociación Revolucionaria para Mujeres en Afganistán sugiere que la «culpa» la tienen los que ostentan el poder en el país, que siguen creyendo que la mujer es inferior al hombre y por lo tanto «no hacen nada para luchar contra la discriminación de la mujer y las niñas que se ven en la obligación de cambiar de género para sobrevivir», ha afirmado un portavoz de la organización.
Desde el Ministerio de Interior, Homayoon Aini, asegura que más de 200 personas están heridas. Aini señala que el objetivo del ataque eran unas oficinas relacionadas con el servicio de inteligencia afgano. El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, ha reivindicado a través de Twitter la autoría del atentado y ha revelado que tras la explosión un número indeterminado de insurgentes penetraron en la sucursal de los servicios de inteligencia. “El tiroteo continúa, hemos impuesto un largo número de bajas al enemigo”, sentencia.
El jefe de Gobierno afgano, Abdullah Abdullah, condenó el ataque contra los empleados del grupo mediático Kaboora Production de Tolo TV que «trabajan honesta e imparcialmente en condiciones difíciles para mantener a la gente informada», lo que «revela la cara real de los talibanes y terroristas». Los talibanes amenazaron el año pasado a los canales afganos Tolo TV y TV1, por actuar como «herramienta de propaganda de Estados Unidos y el Gobierno afgano».
Los talibanes han reivindicado por correo electrónico el atentado de hoy a la 13:30 contra el convoy de militares afganos y de la coalición atlántica. La base de militar de Bagram, en Kabul, es la mayor instalación militar de Estados Unidos en Afganistán. Según los primeros testimonios el ataque suicida habría hecho estallar su bomba contra soldados que patrullaban a pie en las inmediaciones.
Las autoridades aseguran que el artefacto se trata de una pieza de munición que habría quedado sin activar. Afganistán cuenta con millones de piezas de munición no activadas debido a décadas de guerra civil. Cerca de 16,5 millones han sido retiradas. Desde 1989 se han llevado a cabo varios programas para limpiar el territorio, y desde esa fecha se han registrado cerca de 22.000 víctimas.
Authorities say the device was an unexploded munition. There are millions of unexploded ammunition in Afghanistan due to decades of civil war. About 16.5 million have been withdrawn. Since 1989 there have been several programs to clean up the territory, and since then there have been 22,000 victims.
La piscina purificadora no lo es porque no hay niñas, no hay mujeres, no hay personas que puedan vivir sus derechos fundamentales cada mañana
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective