
Libia



La belleza de la guerra
Tiene el poder de congelar ese momento que el tiempo convertirá en historia. Es capaz de captar nuestra atención, de seducir a nuestra retina inmortilizando la barbarie de la forma más sutil, más hermosa. El arma con la que combaten los reporteros de guerra dispara sus objetivos dando en el blanco de la conciencia colectiva. Todo ello gracias a sus cámaras: los proyectiles que apuntan sobre las portadas de los diarios de medio mundo. A veces, su trabajo se convierte en una obra de arte que pinta los escenarios bélicos más sorprendentes. He aquí una muestra.














Zapatos
La cara es el espejo del alma. Y el calzado también. Mirad la cara de alguien y luego mirad sus zapatos y comprobaréis que se parecen. Nada expresa mejor la ausencia que el calzado vacío.

Sin noticias de la primavera
Decía Francisco Silvela que una de las mejores maneras de evitar la cursilería consiste en no seguir las modas sino de lejos. Pues en política internacional también conviene desconfiar de las tendencias.

No queremos saber nada de Siria
El taxista sirio tenía razón. En el mundo se está produciendo una partida de ajedrez en la que todo está permitido. A alguien interesa esta barbarie y a nosotros debe interesarnos entender qué ocurre. Reflexionemos. Allí viven personas









Yihadismo europeo. El origen del problema
Empleando la clásica fórmula de Clausewitz, puede afirmarse que también el yihadismo es la continuación de la política por otros medios: del radicalismo islámico, en este caso.
Egipto, Libia y la extensión de la Yihad
Europa y Estados Unidos tratan de disimular su satisfacción por la interrupción de la deriva islamista que significaba el presidente Morsi