Alguien entra y coloca sobre la mesa una moneda de dos euros, junto a otra de cincuenta céntimos. “Elige”, nos dice, “podéis llevaros una”. Hasta hace un par de décadas todo el mundo hubiera escogido la moneda previsible, pero ahora ese mismo mundo ha cambiado nítidamente, y hemos asistido a ese cambio de paradigma, de mentalidad, hemos visto el proceso aunque no hayamos sabido entenderlo.
«Como señala Hofstadter, esos “treinta latigazos” contribuyen más a la comprensión del problema de las mayorías y minorías territoriales, que toda su dialéctica acerca de la Teoría de la Constitución norteamericana»
Cuenta Herman Melville en Moby Dick que en la caza de las ballenas rige una ley breve y concisa, de apenas dos artículos, que el autor eleva a categoría metafísica. El código ballenero dice así: