El Ejército del Aire lleva a Irak dos réplicas de leones asirios alados
Las dos estatuas de Limassu –leones alados– tienen como destino final la biblioteca de la Universidad de Mosul, destruida por el autoproclamado Estado Islámico en 2014
Las dos estatuas de Limassu –leones alados– tienen como destino final la biblioteca de la Universidad de Mosul, destruida por el autoproclamado Estado Islámico en 2014
La mayoría de los fallecidos son mujeres y niños que no sabían nadar
El grupo Estado Islámico (EI) «ha ejecutado al menos a 116 civiles» en Al Qaryatayn, una ciudad del centro de Siria, antes de ser expulsado de la localidad el sábado por las tropas gubernamentales de Bashar Al Assad, ha informado este lunes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Casi una semana después del anuncio de la liberación de Mosul, la destrucción, la falta de agua y electricidad o el miedo mantienen en los campamentos de desplazados a los civiles que huyeron de los combates entre los yihadistas y las fuerzas de seguridad iraquíes.
La confirmación por parte del Laboratorio Sirio de los Derechos Humanos de la muerte del califa Ibrahim (Abu Bakr Al Baghdadi), anunciado hace unas semanas por Rusia –parece que Ibrahim halló la muerte durante un bombardeo de la aviación rusa-, y precisamente en fechas en que Mosul…
El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, ha proclamado este domingo la victoria en Mosul, una ciudad que ha calificado como «liberada» tras una batalla de casi nueve meses contra los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico, tal y como ha anunciado su gabinete en un comunicado.
Los años de guerra y enfrentamiento contra los combatientes del Estado Islámico en Mosul está dejando graves secuelas psicológicas en los niños iraquíes, de acuerdo con la nueva investigación de la ONG Save the Children. Los expertos aseguran que los niños han quedado profundamente afectados por los recuerdos de extrema violencia y el miedo constante a perder la vida, lo cual se manifiesta, incluso, en despertar todos las noches con pesadillas.
Las fuerzas iraquíes han asegurado haber retomado la emblemática mezquita de Mosul donde el jefe del grupo Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, efectuó su única aparición pública y proclamó su «califato» en julio de 2014.
La periodista Véronique Robert, herida el lunes por la explosión de una mina en la ciudad iraquí de Mosul, falleció en un hospital militar cerca de París, anunció el sábado la televisión pública francesa para la que trabajaba.
El Estado Islámico (EI) ha destruido este miércoles la mezquita Al Nuri, donde el líder del grupo terrorista, Abu Bakr al Bagdadi, ha proclamado el «califato» el 29 de junio de 2014, situada en Mosul, en el norte de Irak, según han informado fuentes oficiales.
Las fuerzas iraquíes han lanzado este domingo una ofensiva, que avanza por tres frentes, contra el último enclave del grupo terrorista Estado Islámico en Mosul, ha informado la oficina de Información Militar.
Al menos un niño ha fallecido y más de 800 personas han resultado intoxicadas tras ingerir comida en mal estado repartida por una ONG en un campo de desplazados por la ofensiva contra el grupo terrorista Estado Islámico en el norte de Irak.
Casi medio millón de personas han abandonado sus viviendas en Mosul desde el comienzo, hace seis meses, de la ofensiva de las fuerzas iraquíes para expulsar de la gran ciudad del norte de Irak al grupo yihadista Estado Islámico (EI), indicó este lunes la ONU.
El muftí o encargado de emitir edictos religiosos del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el norte de Irak murió en un bombardeo sobre el oeste de la ciudad de Mosul, informó este viernes a Efe una fuente militar.
La osa Lula y el león Simba, los únicos supervivientes del zoo de Mosul, han sido rescatados de la ciudad iraquí, devastada por la guerra. Tras varios intentos fallidos, la protectora de animales Four Paws International ha podido finalmente trasladar a la pareja de animales a Jordania, su nuevo hogar.
El Papa Francisco afirmó este miércoles que es imperativo y urgente proteger a la población civil atrapada en la ciudad iraquí de Mosul, en un mensaje durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro.
Cientos de civiles han muerto en bombardeos en el interior de sus casas o en refugios por seguir los consejos del Gobierno iraquí, que ha pedido a los residentes que no huyan durante la ofensiva en la ciudad de Mosul, denunció este lunes la organización Amnistía Internacional (AI).
El ejército iraquí ha abierto una investigación sobre los bombardeos aéreos contra el grupo autoproclamado Estado Islámico en el oeste de Mosul, que según testigos mataron a un gran número de civiles.
Responsables iraquíes afirmaron este sábado que decenas de civiles murieron en el oeste de Mosul por los bombardeos aéreos contra el último gran bastión del grupo Estado Islámico (EI) en Irak, unos ataques confirmados por la coalición liderada por Estados Unidos.
Más de 300.000 personas se han visto desplazadas por efecto de la ofensiva de las fuerzas iraquíes contra el grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad de Mosul, en cuya zona occidental siguen hoy profundizando su avance. El grupo terrorista está recrudeciendo sus represalias contra los civiles. Hoy ejecutó a una madre y su hijo que trataban de huir de Mosul, demostrando públicamente su acción colgando sus cadáveres de un puente.
Las fuerzas de seguridad iraquíes han tomado la sede del gobierno provincial de Mosul y su museo, expulsando a los terroristas del autoproclamado Estado Islámico, según ha anunciado este martes el comando conjunto de operaciones. También han conseguido controlar un segundo puente de la ciudad, de los cinco que cruzan el río Tigris en Mosul. «Los héroes de la policía federal y de las Fuerzas de Intervención Rápida (FIR) liberaron el edificio del gobierno de la provincia de Nínive y controlan un segundo puente (el puente Al Hurriyah)», ha informado el comando conjunto a través de un comunicado.
Las fuerzas iraquíes efectuaron disparos de mortero mientras la aviación abría camino a las tropas en tierra, informa la agencia AFP. La coalición internacional bajo mando estadounidense desempeña un papel fundamental de apoyo a las fuerzas iraquíes con bombardeos aéreos y asesores en el terreno. El jueves, vehículos blindados estadounidenses dirigieron hacia el aeropuerto junto a las fuerzas iraquíes. «Hemos entrado en el aeropuerto y las unidades de ingenieros están despejando las carreteras» dijo a FP en el interior del aeropuerto Hisham Abdul Kadhem, comandante del Regimiento de Intervención Rápida del Ministerio del Interior. El asalto se produjo en el quinto día de la ofensiva para recuperar la totalidad de Mosul, segunda ciudad del país y último gran bastión del grupo extremista sunita en Irak.
El domingo, miles de soldados, policías y milicianos iraquíes lanzaron una operación para terminar de recuperar Mosul, el último bastión del grupo extremista en Irak. Se ignora el número exacto de yihadistas que hay en el aeropuerto, pero según responsables estadounidenses, unos 2.000 combatientes siguen atrincherados en el oeste de Mosul. Antes del inicio de la primera gran ofensiva del pasado mes de octubre, se estimaba que había entre 5.000 y 7.000 yihadistas.
Irak ha lanzado una operación para reconquistar el control del oeste de Mosul, según el primer ministro, Haider al-Abadi, citado por varios medios. Las fuerzas aéreas irakíes lanzaron millones de folletos en la zona el sábado para advertir a los residentes de una ofensiva en la parte de la ciudad controlada por el autoproclamado califato y para alertar a los miembros de esta organización de que entreguen las armas y se rindan.
Tras la reciente liberación de la zona por parte del ejército iraquí, imágenes desoladoras han transcendido sobre el estado del recinto y los animales. Sólo dos de ellos han podido sobrevivir a dos meses y medios de bombardeo y asedio.
El oeste de Mosul es el último gran bastión del grupo terrorista en Irak. Los órganos de propaganda de Estado Islámico han explicado que han procedido a una “retirada táctica” en el este de Mosul.
El pasado miércoles, el jefe de las fuerzas especiales iraquíes anunció que sus tropas ya habían recuperado el este de Mosul, pero el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, explicó horas después que se trataba en realidad de “la práctica totalidad” de la zona. La recuperación total del este de Mosul ha ocurrido 100 días después de que el gobierno de Irak y sus fuerzas aliadas, apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, pusieran en marcha una campaña militar para conseguir este objetivo.
Con estas últimas conquistas, las fuerzas antiterroristas han acelerado su avance en los barrios del este de Mosul, logrando el control del 90% de los barrios orientales de la ciudad. El Ejército iraquí inició una amplia ofensiva militar el 17 de octubre de 2016 para recuperar la gran ciudad iraquí de Mosul —que cayó en poder del Daesh en junio de 2014—. Desde entonces las fuerzas antiterroristas no han dejado de avanzar en detrimento de los yihadistas, que todavía controlan todos los barrios de la parte occidental.
«A las siete de la mañana, nuestras fuerzas comenzaron a avanzar en el barrio de Al Qods, enfrentándose al enemigo que se resiste», añadió el militar en declaraciones a AFP. Simultáneamente, los soldados iraquíes avanzan en los frentes norte y sur, fuera de la ciudad norteña de Mosul, segunda de Irak y último bastión del grupo yihadista, que se había apoderado de ella en junio del 2014. Desde el inicio de la ofensiva contra Mosul, el pasado 17 de octubre, las fuerzas de élite han reconquistado varios barrios del este de la ciudad, acercándose a la orilla oriental del río Tigris, que divide la urbe en dos. Pero los yihadistas continúan ocupando la totalidad de los barrios de la orilla occidental del Tigris.
El martes pasado, el primer ministro iraquí dijo que las fuerzas de seguridad necesitaban «tres meses para eliminar» al Estado Islámico de Mosul. Las fuerzas iraquíes cuentan con el apoyo de una coalición internacional liderada por Estados Unidos para expulsar al grupo terrorista de la zona en conflicto.
El atentado ha sido reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, que controla Mosul desde junio de 2014. Las fuerzas iraquíes lanzaron una ofensiva el pasado 17 de octubre para reconquistar la ciudad, un objetivo que en la actualidad se ha logrado en varios barrios. De hecho, el distrito de Kokjali fue arrebatado de manos de Estado Islámico la semana pasada. Es el segundo ataque mortal que se produce en Mosul en menos de 24 horas, ya que Naciones Unidas había denunciado poco antes la muerte de cuatro cooperantes y siete civiles por disparos de artillería.
Lise Grande, coordinadora de operaciones humanitarias de la ONU en Irak, ha condenado estos disparos de obuses de mortero en un comunicado en el que no ha precisado la nacionalidad de los cooperantes asesinados ni a qué organización pertenecen. Según las informaciones facilitadas por Grande, las víctimas civiles «hacían cola para recibir ayuda humanitaria» cuando fueron alcanzadas por los disparos. «Las personas que esperan ayuda ya son, de por sí, vulnerables y necesitan ayuda. Hay que protegerlas», añadió.
Las fuerzas armadas iraquíes, respaldadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, lanzaron el 17 de octubre una ofensiva de reconquista de Mosul, la segunda ciudad de Irak y bastión de los yihadistas desde junio de 2014. El ejército logró apoderarse de algunos barrios del este de la ciudad, pero Daesh sigue controlando el resto y en medio de los combates hay numerosos civiles atrapados. Desde el comienzo de la operación, alrededor de 100.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus lugares de residencia.
Entre los 50 habitantes del este de Mosul que lograron huir hacia el Kurdistán iraquí, y que pudieron ser interrogados por HRW, 31 dijeron que el autodenominado Estado Islamista había perpetrado ataques. Estos ataques se cometieron con»obuses de mortero, francotiradores, coches bomba e incluso artefactos artesanales que indistintamente o directamente mataron o hirieron a civiles», denuncia la ONG en su informe. Los yihadistas, añade el documento, justificaban sus acciones diciendo que sus víctimas «rechazaron seguir sus órdenes de seguirlos en su retirada hacia las zonas situadas en el oeste de Mosul, todavía controladas por el grupo».
Los testigos interrogados por Human Rights Watch contaron que los ataques aéreos de la coalición internacional y del ejército iraquí contra los yihadistas «también mataron a civiles». Mosul es el último bastión del ISIS en Irak. La ciudad tiene una especial importancia para los extremistas puesto que es en la gran mezquita de Al Nuri, en el centro, que su jefe Abu Bakr al Baghdadi proclamó su «califato» a mediados de 2014.
El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, dijo que la ofensiva para arrebatar al grupo terrorista Estado Islámico (EI) la ciudad de Mosul, en el norte del país, ha entrado en su fase definitiva. “Se ha revisado todo el plan para la liberación de Mosul y estamos satisfechos con la marcha de las operaciones militares en la ciudad, ya que hay un gran avance en su proceso de liberación y hemos llegado a la etapa definitiva”, declaró. Al Abadi añadió que los hombres sobre el terreno son la base de esta operación militar y que la aviación desempeña un “papel importante”. En este sentido, el primer ministro iraquí agradeció la colaboración de los civiles a la hora de facilitar informaciones a las fuerzas de seguridad sobre los terroristas. El primer ministro también destacó que “la mejor respuesta al terrorismo de Daesh (acrónimo en árabe de EI) es la reconciliación de la sociedad” iraquí. La información de terreno apunta que la distancia entre las unidades iraquíes y los miembros del autodenominado Estado Islámico, ubicados en los primeros puentes de Mosul sobre el río Tigris, es menor a dos kilómetros.
Las fuerzas iraquíes y kurdas lanzaron la ofensiva para expulsar al EI de Mosul y de la provincia de Nínive el pasado 17 de octubre y desde entonces más de 82.000 personas se han visto desplazadas, según la Organización Internacional de Migraciones.
El teniente general Abdul Ameer Rasheed Yarallah, ha manifestado según la televisión iraquí, que las tropas habían entrado en el Hospital Al-Salam, situado a menos de 1,5 kilómetros del Tigris, río que corre por la segunda ciudad más importante de Irak. Ataques aéreos llevados a cabo por la coalición liderada por Estados Unidos asistieron al ejército iraquí, que avanzó por tierra en el barrio de Salam.
Una vecina del barrio de Jadra aseguró a France Presse que “no hay agua; la que bebemos es del pozo, es muy salada y la tenemos que hervir antes”. Hussam al Abar, miembro del consejo de la provincia de Nínive, afirmó a la agencia Reuters que en un distrito del este de la ciudad, uno de los 15 afectados, una conducción de agua resultó cortada durante la batalla y que “los equipos de mantenimiento no pueden llegar allí porque está en una zona donde siguen los combates”. Se cree que en la ciudad permanecen alrededor de un millón y medio de personas. Unas 74.000 han conseguido salir, pero la mayoría se refugia en campos de desplazados que no están suficientemente atendidos por las agencias humanitarias. Lo más dramático de la situación es que la poca ayuda que puede llegar es destruida por los yihadistas. Las autoridades iraquíes están acercando agua cada día en 70 camiones cisterna desde unos 35 kilómetros de distancia, pero es insuficiente, ya que el Estado Islámico ha atacado algunos de esos vehículos. En cuanto a la situación en el campo de batalla, fuentes militares citadas por Iraqui News afirman que tropas de Estados Unidos se han unido a las del ejército iraquí en el este de Mosul y participan en los combates para romper la resistencia de los yihadistas y llegar al río Tigris, que divide la ciudad.
El joven cuenta a la agencia AFP que cuando los combatientes del ISIS entraron en la ciudad de Bartalla, al este de Mosul, esperaba que algún pariente o amigo viniera a por él y su madre. Pero pasaron dos años y no vino nadie. Los yihadistas les impidieron huir y a Ismail le metieron en la cárcel de Mosul. «Había muchos chiitas en la celda de al lado. Tomaron a uno, le dispararon en la cabeza y tiraron el cuerpo delante de nosotros», cuenta. Cuando los yihadistas invadieron la meseta de Nínive en el norte de Irak en 2014, dieron opción a los cristianos entre convertirse, irse o morir. Alrededor de 120.000 huyeron. Pero los que se quedaron vivieron un auténtico infierno que pasaba por renunciar a sus creencias para someterse a la sharia (ley islámica). «Si constaban que no había ido a la mezquita a rezar, podían haberme dado latigazos», narra el joven. «Uno de ellos me ordenó que escupiera sobre una estampa de la Virgen María y sobre un crucifijo. Me negué, pero me obligó», describe Zarifa Bakoos Dado, de 77 años, otra superviviente.
La ofensiva de las tropas iraquíes y kurdas para liberar Mosul y la totalidad de la provincia de Nínive comenzó el pasado 17 de octubre desde tres frentes -norte, sur y este-, y ha permitido hasta el momento la conquista de varios barrios orientales de la ciudad, considerada el principal bastión del Estado Islámico en Irak. Según el ejército iraquí, desde el inicio de las operaciones militares en el este de Mosul, a mediados de octubre, sus fuerzas han matado a 300 yihadistas
Además, las fuerzas antiterroristas irrumpieron hoy en dos nuevos barrios en el este de Mosul. Los uniformados han anunciado este domingo la liberación de dos nuevos distritos. sus tropas irrumpieron hoy en los barrios de Aden y Bekr, en el este de Mosul, donde continúan los enfrentamientos. Las tropas están próximas al aeropuerto internacional -acceso a la ciudad por el sur- y se prepara para el asalto a la instalación, aún en manos de los yihadistas. La ofensiva de las tropas iraquíes y kurdas para liberar Mosul y la totalidad de la provincia de Nínive comenzó el pasado 17 de octubre desde tres frentes -norte, sur y este-, y ha permitido hasta el momento la conquista de varios barrios orientales de la ciudad, considerada el principal bastión del Estado Islámico en Irak. Según el ejército iraquí, desde el inicio de las operaciones militares en el este de Mosul, a mediados de octubre, sus fuerzas han matado a 300 yihadistas y han hecho explotar doscientos coches bombas del EI en esa zona.
Entretanto, los yihadistas de Estado Islámico recurren a infiltrarse entre los civiles, disfrazarse, esconderse en túneles e inmolarse para tratar de defender su «capital» en Irak. Los combatientes de este grupo terrorista emplean a los habitantes de Mosul como escudos humanos o se visten de civiles para no ser reconocidos por las fuerzas gubernamentales al tiempo que las tropas iraquíes están pisándoles los talones en la mitad oriental de Mosul.
Según el informe, tres de las víctimas formaban parte de un grupo de unos 10 hombres y un niño que se entregó a los militares el pasado 21 de octubre. Los hombres agitaron un pañuelo blanco y se levantaron las camisas para mostrar que no llevaban cinturones explosivos, pero les llevaron a un lugar aislado donde fueron brutalmente golpeados. A uno de ellos incluso le prendieron fuego a su barba. El mismo día, otra víctima fue detenida a la fuerza y su cuerpo apareció sin vida una semana después, mientras que un hombre fue acribillado a balazos tras echar a correr tirando su ropa para demostrar que tampoco llevaba explosivos. El sexto hombre fue encontrado con heridas de bala en el pecho y la barbilla en la región de Shura, al sur de Mosul.
Al parecer, los civiles fueron condenados a muerte por un tribunal de la sharia en Nínive, una ciudad cercana a Mosul. Posteriormente fueron ejecutados sin piedad mientras varios miembros del Estado Islámico grababan todo el suceso. La guerra en Irak se ha cobrado la vida de incontables civiles. Naciones Unidas ha llegado a denunciar que muchos de ellos son usados incluso como escudos humanos por los terroristas, mientras cientos de familias se ven obligadas cada día a un desplazamiento forzoso para evitar la muerte.
«Todas las personas secuestradas o trasladadas a la fuerza, al parecer van a ser utilizadas como escudos humanos o asesinadas, según sus afiliaciones», señala Ravina Shamdasani. De los 295 ex soldados, 100 de ellos fueron secuestrados en la noche del 3 de noviembre en la villa de Mawali y el resto entre el 1 y el 4 del mismo mes en Tal Afar. El comunicado coincide en el tiempo con la noticia de la aparición de una fosa común con 100 cuerpos decapitados en las afueras de Hammam al-Alil. «Este crimen contra la humanidad no puede ser descrito con palabras», dijo en su momento un agente de la policía federal iraquí.
“Dentro del edificio de la Facultad de Agricultura hay un nuevo crimen: la presencia de 100 cuerpos decapitados de ciudadanos asesinados por terroristas, y un equipo especial será enviado para inspeccionar este crimen atroz”, explica en un comunicado la Fuerza Militar Conjunta del país. También denuncia que “las bandas de militantes del Estado Islámico continúan cometiendo crímenes contra nuestra gente”. Las decapitaciones y fosas comunes se han convertido en un sello distintivo del grupo terrorista del ISIS, que ya ha utilizado hasta 25.000 personas como escudos humanos ante las fuerzas iraquíes, según un portavoz de la ONU.
Desde la sede de la televisión, los hombres de la Fuerza Antiterrorista han empezado a abrirse camino en los primeros barrios residenciales ante la creciente resistencia de los yihadistas. El Mando de Operaciones Conjuntas en Bagdad confirmaba poco después que el Ejército había entrado en varias zonas de “la orilla izquierda de Mosul”, como los iraquíes se refieren a la parte oriental de la ciudad, dividida por el río Tigris. La toma del polígono de Gogjali ha permitido que varias familias hayan podido huir junto a su ganado tras varios días atrapados en la línea de fuego cruzado entre los terroristas y las fuerzas iraquíes. Según una fuente citada por la agencia Efe, grupos de resistentes armados, llamados Caballeros de Mosul, combaten a los yihadistas en los barrios de Al Wahda, Al Qudis, Al Karama y Al Mizaq, todos ellos en la ribera oriental del Tigris. A medida que los soldados logran romper las defensas enemigas, el ISIS endurece su respuesta. el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció que la organización yihadista está empleando escudos humanos para frenar los progresos de la ofensiva.
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