La mutilación genital femenina, una de las principales causas de muerte en África
Los investigadores piden que se ilegalice esta práctica en Malí, Malawi, Chad, Sierra Leona y Liberia
Los investigadores piden que se ilegalice esta práctica en Malí, Malawi, Chad, Sierra Leona y Liberia
El estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona señala que hay hasta 80.282 mujeres que corren el riesgo de poder sufrirla
A Hellen le realizaron la MGF cuando era un bebé. Ahora, desde Madrid, lucha por erradicar esta práctica que cada año sufren tres millones de mujeres y niñas
Muchas familias están percibiendo el confinamiento como un momento oportuno para llevar a cabo la mutilación genital femenina, ya que se cuenta con tiempo suficiente para la curación
Lo bueno de la semana en menos de dos minutos
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En Sudán, el 86,6% de mujeres de entre 15 y 49 años han sido sometidas a esta operación
En España, aunque está prohibida por ley, hay alrededor de 17.000 niñas que podrían estar en riesgo de sufrir la mutilación genital femenina
Se estima en entre 40.000 y 60.000 el número de mujeres en Francia que han sufrido mutilaciones genitales, según el Gobierno francés
El fiscal general de Somalia, Ahmed Ali Dahir, ha anunciado el primer proceso judicial sobre la mutilación genital femenina (FGM, por sus siglas en inglés) de la historia de Somalia después de la muerte de Deeqa, una niña de 10 años, según The Guardian. El 98% de las mujeres y jóvenes somalíes –lo que supone el porcentaje más elevado en todo el mundo– se someten a la mutilación genital y la mayoría son operadas con cuchillas y polvos anti-sangrado.
Diversas ONG han alertado este lunes de que en España viven casi 70.000 mujeres procedentes de países donde se practica la mutilación genital femenina. Más de 18.000 son menores de 14 años, por lo que han hecho un llamamiento para concienciar sobre una de las formas «más graves de la violencia de género».
Las escuelas habrían cerrado hace más de un mes con motivo de las vacaciones de Navidad, pero se mantendrán abiertas para las niñas, y se han realizado peticiones para que los directores de los centros educativos pongan a su disposición los edificios y se aseguren de que asistan a clase. Aunque la mutilación genital femenina está prohibida en los países de la Unión Africana, y en Kenia se condena desde el 2011, pero los parlamentarios del país africano aseguran que se trata de un problema ‘oculto’ al que es difícil poner freno. El oficial del condado de Kirinyaga, Brian Njeru, ha promovido que todas las escuelas femeninas bajo su jurisdicción ayuden a que las niñas encuentren un lugar seguro, instando a las chicas a ponerse a salvo en secreto. Según cifras de la ONU, se calcula que hay al menos 200 millones de niñas y mujeres mutiladas en el mundo, y si la tendencia actual continúa, para 2030 aproximadamente 86 millones de niñas en todo el mundo sufrirán algún tipo de mutilación genital.
En Nigeria tiene lugar el 10% del total mundial, lo que supone que 20 millones de mujeres y niñas han sufrido esta cruel práctica en el país africano. El 16% de las niñas son sometidas a la ablación en su primer año de vida, mientras que el 82% fueron mutiladas antes de cumplir los cinco años. A pesar de que en mayo de 2015 la MGF fue prohibida en el país nigeriano es una práctica que se sigue realizando frecuentemente y, según denuncian las asociaciones que luchan contra esta tradición, aseguran que no reciben ninguna financiación por parte del Gobierno para conseguir su erradicación total. Más de 200 millones de niñas y mujeres en todo el mundo han sido sometidas a la MGF, según la Organización Mundial de la Salud.
Estos consejos incluyen practicar la ‘desinfibulación’ (técnica quirúrgica para invertir el cierre de la abertura vaginal) para evitar y tratar complicaciones obstétricas, facilitar el parto y prevenir problemas urinarios; dar apoyo psicológico y terapia; asesorar sobre la disfunción sexual femenina; e informar a aquellas que hayan sufrido la mutilación sobre los anteriores tratamientos para mejorar su calidad de vida y su estado de salud física y mental. Doris Chou, experta del departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS ha agregado que «el trabajador, al encontrarse en la misma comunidad o en el mismo entorno cultural puede tener dificultades a la hora de oponerse. Por ello creemos que con entrenamiento y apoyo el personal sanitario puede ser un importante agente del cambio en las comunidades, negándose a practicar la mutilación genital».
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