Hace falta que de una vez por todas nos demos cuenta que la única manera que existe de acabar con estas colas del hambre que muestra la foto es dedicar todo el dinero y esfuerzos de la humanidad en enseñar a pescar.
Lo que se me ha venido a la cabeza viendo esta imagen es que, las calorías que nosotros podríamos comernos de una sentada, en un ratito, en un restaurante, podrían alimentar a una persona durante varios días.