Los pequineses están acostumbrados a que el invierno, sobre todo por el uso de calefacción alimentada por carbón, sea la peor época del año en lo que a calidad de aire se refiere, aunque en los últimos tiempos, desde que en 2015 comenzaron las alertas rojas preventivas, el miedo al esmog ha aumentado. La alerta roja por fuerte polución en el aire se ha extendido a 40 ciudades, la mayoría en el nordeste del país, según informa la agencia estatal de noticias Xinhua. La nube contaminante que deja estampas como la que acompaña a estas líneas dan cuenta del escenario fantasmagórico que es China. La capital se encuentra en su cuarto día consecutivo de alerta roja por polución, la máxima, por lo que los centros educativos permanecen cerrados, y 181 vuelos del aeropuerto internacional fueron cancelados por la baja visibilidad, informó la televisión oficial CCTV. La reducción de la visibilidad y los peligros para la salud ha llevado a algunas empresas a permitir a sus empleados trabajar desde casa, las industrias más contaminantes también han cerrado sus puertas y durante la alerta roja, que se prevé que dure hasta la medianoche del miércoles, se han impuesto restricciones en el tráfico.
Las agencias de viaje aseguran que a causa de la alerta roja y la polución ha aumentado el número de personas del norte del país que deciden viajar al sur, menos contaminado, para así escapar aunque sea por unos días de estos problemas medioambientales. Ctrip, una de las páginas más populares de internet de venta de billetes de avión, avanzó que espera que este mes más de 150.000 viajeros viajen en diciembre al extranjero por culpa de la contaminación. Entre los destinos más solicitados como «refugio» doméstico estas fechas está la isla tropical china de Hainan, la ciudad costera de Xiamen (próxima a Taiwán) o el bucólico pueblo de Lijiang.