
No hay bien que por mal no venga
Los bienintencionados Vitali y el grupo Mondadori son solo respetuosos con Francisco, porque lo que es la ley les importa un pimiento. Se han pasado por el forro los derechos de autor de la editorial del Vaticano.
Los bienintencionados Vitali y el grupo Mondadori son solo respetuosos con Francisco, porque lo que es la ley les importa un pimiento. Se han pasado por el forro los derechos de autor de la editorial del Vaticano.
Hasta los más reconocidos vaticanistas acaban por reconocer que no entienden ni papa. De hecho, ninguno apostó por Bergoglio antes de convertirse en Francisco porque un experto es uno que sabe tanto sobre tan poco que ni puede ser contradicho ni merece la pena contradecirle.
El senador demócrata de Virginia, Mark Warner, considera que Justin Bieber es “una mala influencia” para los jóvenes y apoya que sea deportado.
Aunque fuera de la teoría que este Papa es capaz de sacudir todo el lodo anquilosado por los siglos de los siglos en la Plaza de San Pedro, no creo que pudiera considerarlo un Rockstar.
El papa Francisco ha hablado de descartar comida. Y de descartar niños.
“El Estado se ocupó de la cuestión trivial de matar gente pero dejó sabiamente en paz todo el asunto del nacimiento ( )”
Sucede cada año. La historia se repite: es igual pero diferente, nueva pero vieja, conocida pero sorprendente
Las fiestas de fin de año pueden estar llenas de contrastes.
En nueve meses ha conseguido más que otros Papas en años.
Comentaba yo hace unos días en Twitter que la prueba irrefutable de que existe vida inteligente en el universo es que ningún ciudadano de esos mundos espaciales haya querido contactar con este perro mundo en el que nos ha tocado vivir.
No me hagan mucho caso, pero creo haber oído en algún lugar que ha fallecido Nelson Mandela.
No gana uno para sustos. Ahora resulta que el Papa fue en su juventud portero de discoteca y el perro más famoso el mundo, es también el más feo del universo.
El Papa Francisco se ha pronunciado sobre el capitalismo y la globalización, y algunos cristianos que ya suponíamos lo que se avecinaba no podemos estar de acuerdo con la simplificación inherente en esas palabras que, como hacía aquella teología de la liberación, tan americana como el Pontífice, buscan en la libertad económica la explicación de las desigualdades que reinan por doquier.
Apareció en el escenario como una auténtica estrella de rock. Reflectores y juego de luces amarillas para la ocasión.