«La realidad no admite improvisaciones: resulta demasiado dura como para sujetarla con juegos de crupier»
«El éxito y el fracaso dependen de la inteligencia de una sociedad. Como ha sucedido siempre»
Nuestra crisis no responde tanto al paro como al trabajo sin recorrido, sin expectativas ni mejora
El analista Jorge San Miguel reflexione sobre cómo el “uso abusivo de fórmulas como el decreto ley” es un signo de la “debilidad de los Gobiernos”. Compara esta situación con la “degradación” que se está viviendo en Cataluña al plantear las elecciones como un plebiscito sobre la independencia.
La cita del gran economista condensa el pensamiento liberal progresista, tristemente eclipsado hoy por el alza de los populismos, y puede servirnos de guía para valorar la evolución de la economía mundial al cumplirse diez años del estallido de la crisis financiera y analizar cuáles son las incertidumbres que se ciernen sobre la misma y más en concreto sobre la economía española. Pero vayamos de lo general a lo concreto.
Los taxistas han parado Madrid y Barcelona en protesta contra el incumplimiento de las cifras de licencias de VTC. La normativa dice que debe haber una proporción de una VTC por cada 30 taxis, pero las cifras dicen que estamos en una VTC por cada siete.
El franquismo está como el amor: en el aire. Se cuela en todos los recovecos de la vida española -como las buenas aspiradoras- para englobar, en su concepto, desde la tasca a la sobremesa, desde la oficina a la sala del gimnasio, desde las academias de idiomas a la ociosidad de los niños jugando en los parques y jardines. Dijo Cicerón que el oro es el nervio de la guerra, pero eso fue porque no llegó a tiempo de conocer qué era eso de registrarse en una cuenta de Tuiter. En las redes sociales sí que está presente la guerra del mundo contemporáneo. Y el franquismo, cómo no, su principal arma dialéctica. Nada cómo invocar a un régimen autoritario para tumbar al enemigo en ese instante tan incómodo en que nos damos cuenta de que nos faltan argumentos de peso.
La tendencia que debe unirse a España es la de intentar consolidar una recuperación económica y social, remar hacia el norte de Europa Occidental y menos mirar el Peloponeso
En la calle, lo de siempre. Las radios anunciaban esta mañana de que una de cada cuatro familias está en el umbral de la pobreza.