Las denuncias de acoso sexual en Estados Unidos arrecian. El caso del productor de Hollywood Harvey Weinstein destapó una caja de pandora que parece no tener fin.
¿Qué tienen en común Donald Trump, Kim Jong-un y Harvey Weinstein? No, no son unos kilos de más -que también-, sino el poder. Y esta característica tiene efectos secundarios que los mortales que viven bajo su yugo deben conocer. Dacher Keltner, profesor de Psicología de la Universidad de Berkeley, en Estados Unidos, ha estudiado el fenómeno a fondo y, después de realizar un estudio de dos décadas con experimentos de laboratorio y de campo -del que se ha hecho eco The Atlantic-, ha concluido que las personas poderosas actúan como si hubiesen sufrido un traumatismo cerebral. Es decir, se vuelven más impulsivas, menos conscientes de los riesgos y menos partidarios de asumir puntos de vista ajenos.
El movimiento islamista Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza desde que expulsó a las fuerzas leales a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en 2007, disolverá el comité administrativo con el que cuenta para gestionar este enclave y acepta celebrar unas elecciones generales, ha anunciado este domingo, informa Efe.
“Trump está en guerra contra la prensa”, nos cuenta la prensa diariamente. Y cierto es, pero el cuarto poder debería ser consciente de que al poner constantemente el foco en esa circunstancia lo fija también en una de las causas de la misma, quizá la principal: que la prensa ya no es lo que era.
Horas antes, en la ceremonia de la toma de posesión del presidente entrante, estuvieron presentes unas 40 personas, incluyendo al primer ministro de Senegal, representantes de la ONU, de la Unión Africana y de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que ha desplegado una fuerza militar conjunta en la frontera. Barrow, que fue elegido con más del 43 por ciento de los votos en las elecciones celebradas el pasado mes de diciembre, juró “asumir el cargo de presidente de Gambia, defender la Constitución y actuar conforme a las leyes del país”.
El actual presidente, que se niega a cederle el poder debido a unas supuestas irregularidades en el recuento de votos, ha gobernado con mano de hierro durante los últimos 22 años. Jammeh declaró hace dos días el estado de emergencia para que la ceremonia no se oficiara en Banjul, capital de Gambia. Además, se niega a abandonar la residencia oficial, y dice que las fuerzas regionales tendrán que arrestarlo allí.
Si el pacto tiene éxito, sería un gran logro para la Iglesia Católica, que ha estado mediando para evitar que la República Democrática del Congo vuelva a los años de anarquía y guerra civil. El Papa Francisco ha sometido a presión tanto a Kabila como a la oposición para que llegaran a una solución pacífica que acabara con la crisis del país.
A cambio de que Kabila se quede un año más en el poder, la constitución no se podrá modificar para que este pueda quedarse durante una tercera legislatura. Además, el bloque de la oposición nombrará un primer ministro y Etienne Tshisekedi, líder de la oposición, supervisará la implementación del acuerdo. Sin embargo, Kabila aún no ha dicho nada y los partidos aún tienen que firmar el pacto, que necesita la aprobación final de todos los delegados de las negociaciones.
Policías y soldados han disparado este martes contra los activistas de la oposición, que han lanzado piedras, quemado ruedas y atacado una oficina del partido gobernante en Kinshasa, la capital del país. También se han vivido escenas de violencia en la ciudad de Lubumbashi. Las manifestaciones han sido reprimidas por una masiva presencia de seguridad, la restricción del acceso a internet y una ola de arrestos. Alrededor de 100 personas han sido detenidas durante las últimas 24 horas, según explican activistas por los derechos humanos. Añaden que otras 110 personas fueron detenidas durante los cuatro días previos al final del mandato.
En un vídeo publicado durante la noche, el líder de la oposición Etienne Tshikedi pide a los congoleños que opongan pacíficamente a un “líder ilegal, ilegítimo”, del que dijo que ha cometido traición al resistirse a dejar el Gobierno.
Los dos grandes partidos de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), temen que esta decisión implique un crecimiento del totalitarismo. Sin embargo, partidos de menor representación en el parlamento no se oponen a la medida. “Si el partido Justicia y Desarrollo (AKP) propone al Parlamento algo que incluya todos los puntos de vista, podremos lograr grandes cosas», ha declarado Devlet Bachelin, líder de la formación Partido de Acción Nacionalista (MHP).
Para realizar este cambio, que afecta a la Carta Magna, el AKP necesita un mínimo de 330 votos en el Parlamento. El partido cuenta con 317 diputados, que sumados a los 40 del MHP hacen que esta situación sea posible.
Algo patético perdura en un hombre despojado de la majestad a la cual estaba acostumbrado. Tal vez sea ese atisbo de arrogancia, de desafío, al lejano eco de otros tiempos cuando era dueño y señor de su mundo.
¿Existe pluralismo real? Vivimos en un mundo de información sesgada y focalizada. La información es un arma muy temible y su control merma su poder, mostrando así una realidad a medias o superficial, cuando no se oculta la verdad por atender a intereses políticos, religiosos, militares o corporativos.
La comparación entre Bundchen y Jordi Pujol Soley es solo cruel en cuanto a belleza. Si en la modelo es el culto al cuerpo su único pecado, el aroma a ilegal del billete morado, manchado de tretas ilegales, es el de una persona que durante más de 30 años ha vendido humo a sus ciudadanos.
Las guerras, al final, lo único que acreditan seguro, sin remedio, es lo inhumanos que podemos llegar a ser los humanos. La historia demuestra que no ha habido balas, ni misiles suficientes para acabar con una idea o una religión.
Los chinos, que son muy puntuales para estas cosas, celebran el día 31 el principio de su Año del Caballo, que significa un período de virtud y talento.
Tiene gracia que el mal llamado «quinto poder» ande en proceso de disolución o de extinción, como un amargo azucarillo. Esa prensa muere de soberbia y gracias al talento de unos pocos, nace un periodismo que no es nuevo, sino genuino.
Lo peor de todo es que si el Sistema sigue abusando de nosotros, teñiremos de negro su arcadia blanca. Los ¿ciudadanos? estamos funcionando con código negro de presente hostil. Para nosotros su blanco es alucinógeno