
Nadie hablará de esta finca
Los triunfos en la vida son efímeros. Es la vida misma. En Mineápolis. Y en todo el mundo. El poder del dinero

Los triunfos en la vida son efímeros. Es la vida misma. En Mineápolis. Y en todo el mundo. El poder del dinero
Lo peor de todo es que si el Sistema sigue abusando de nosotros, teñiremos de negro su arcadia blanca. Los ¿ciudadanos? estamos funcionando con código negro de presente hostil. Para nosotros su blanco es alucinógeno

La historia demuestra que en el mundo siempre mandan los mismos. Disfrazan la cosa y hacen creer a las gentes que pintan algo en el juego del poder

Pedimos a los líderes que sean unívocos, que no se equivoquen ni vacilen. Que no sean, en fin, como nosotros.