El Estado Islámico reivindica el atentado de Londres: "Fue una respuesta a la coalición internacional"
El autor del ataque, Usmar Khan, había pertenecido a una célula inspirada en Al Qaeda que fue desarticulada
El autor del ataque, Usmar Khan, había pertenecido a una célula inspirada en Al Qaeda que fue desarticulada
Usman Khan había sido condenado en 2012 por actos relacionados con el terrorismo, aunque había salido de la cárcel en diciembre de 2018
«Más que una conquista –escribe Rachel Bespaloff en De la Ilíada–, el sentido de lo verdadero es un don». El don es la dignidad humana, cuyo valor se asienta en los límites precisos de la experiencia concreta y no en el coro de los derechos abstractos. «Lo que Homero exalta y santifica frente a Nietzsche –prosigue la filósofa búlgara– no es el triunfo de la fuerza victoriosa, sino la energía humana en la desgracia, la belleza del guerrero muerto, la gloria del héroe sacrificado, el canto del poeta en los tiempos futuros; todo aquello que, vencido por la fatalidad, sigue desafiándola y la supera».
La selección de fútbol de Arabia Saudí se ha sometido a las críticas por negarse a respetar el minuto de silencio en memoria de las víctimas del doble atentado de Londres durante su partido contra Australia, celebrado este jueves en Adelaida.
La familia del español Ignacio Echeverría, asesinado en el atentado de Londres del sábado y del que durante cuatro días no se supo su paradero, ha agradecido este jueves por primera vez a las autoridades británicas su actuación y la información recibida en la capital británica.
El tercer atacante del atentado en Londres ha sido identificado por la Policía como Youssef Zaghba, un hombre de padre marroquí y madre italiana. Nacido en Fez, Marruecos, en enero de 1995, Zaghba fue detenido en 2016 en el aeropuerto de Bolonia cuando pretendía viajar a Turquía para después trasladarse a Siria, según ha informado el diario italiano “Corriere della Sera”.
Familiares del español Ignacio Echeverría, desaparecido tras el ataque terrorista del pasado sábado en Londres, viajan este martes a la capital británica para seguir de cerca las noticias sobre su paradero.
Uber ha regresado al centro de la diana de las redes sociales. La compañía, acostumbrada a protagonizar polémicas por sus terremotos internos, sus escándalos laborales y la lucha contra el sector tradicional del taxi, fue acusada por decenas de personas de aprovecharse económicamente del doble atentado terrorista en Londres.
Después del ataque terrorista en el puente de Londres de este fin de semana, los británicos parecen querer plantar cara a la violencia con solidaridad y valentía, como se demostró en el concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena al que asistieron 50.000 personas.
La policía británica ha llevado a cabo esta madrugada dos nuevos registros en el marco de la investigación abierta en torno a los ataques del sábado por la noche en Londres en los que hubo siete muertos y 48 heridos, y ha detenido a «varias personas», ha anunciado en un comunicado.
La noche del sábado fue trágica para Londres, la ciudad que por segunda vez en dos meses sufre la ira del terrorismo yihadista. En esta ocasión, una furgoneta blanca de alquiler arrolló a decenas de personas a su paso por el puente de Londres y el mercado de Borough. Cuando llegaron allí, al que parecía su destino, bajaron tres personas armadas con cuchillos y se avalanzaron sobre los transeúntes, causando siete muertos y varias docenas de heridos, muchos de ellos en estado crítico.
Samuel Johnson dejó sentada la jurisprudencia: «Quien está cansado de Londres, está cansado de la vida». Y es la vida, esa vida desbordante en el verano de los pubs y los puentes y los parques, lo que no soporta el nihilismo de todas las confesiones. Tampoco el ejercido con grotesca eficacia por el yihadismo global, capaz de poner medios industriales (automóvil) y atávicos (cuchillo) al servicio de una misma voluntad homicida. Así este sábado en Londres, capital de la vida convertida en capital de la muerte por obra de un puñado de fanáticos que parecen salidos de otro siglo. Pero son habitantes del nuestro, porque es en el nuestro donde cristaliza el encontronazo violento entre la modernidad y sus enemigos: una desigual gigantomaquia de la que somos víctimas y testigos.
El terrorismo golpea nuevamente a Londres, y esta vez de forma múltiple en distintos puntos de la capital.
Sobre las 22.10 horas, una furgoneta atropelló a una veintena de peatones en el emblemático Puente de Londres, el puente más conocido sobre el río Támesis a su paso por la capital británica, y en el cercano mercado de Borough, donde bajaron los tres asaltantes para atacar a los transeúntes con cuchillos.
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