Rego denuncia a Ayuso por el centro de menores inmigrantes de Fuenlabrada
La ministra de Juventud e Infancia asegura que este «tiene más un formato de cárcel» y lo atribuye a políticas racistas
La ministra de Juventud e Infancia asegura que este «tiene más un formato de cárcel» y lo atribuye a políticas racistas
A los arrestados se les imputa un presunto delito de incitación al odio y no se descartan más detenciones
El técnico argentino opinó en rueda de prensa tras el partido del Metropolitano
La niña, de apenas ocho años, tuvo que abandonar el lugar con sus familiares debido a un fuerte ataque de ansiedad
Durante el encuentro, el argentino se disponía a sacar de banda cuando un aficionado le introdujo un dedo en el ano
La Ley tipifica como infracción cualquier conducta que suponga comportamientos violentos, racistas, xenófobos e intolerantes
El plan permitirá que el árbitro o delegado pueda detener el encuentro de cualquier deporte mientras persistan este tipo de actitudes
En la campaña electoral los bandos parecen haber pasado de arrojarse muertos tras la polémica de las listas de EH Bildu a arrojarse insultos racistas
Rashida Tlaib se ha comprometido a respetar «cualquier restricción» y no promover boicots contra Israel durante su visita
Netanyahu acusa a Omar y Tlaib de «querer hacer daño a Israel» y aplica la ley israelí contra el boicot
Donald Trump llama al congresista Elijah Cummings «matón brutal» y le insta a limpiar su distrito en Baltimore «infestado de ratas y roedores»
Donald Trump exigió en los últimos días a las congresistas «volver a su país»
Trump ha lanzado en el acto de campaña: «Tenemos que volver a hacerlo» mientras la entusiasta multitud no paraba de alentarlo: «Cuatro años más, cuatro años más»
Una caricatura que un dibujante australiano ha hecho de la tenista estadounidense Serena Williams tirando su raqueta contra el suelo en la final del Open de Estados Unidos ha sido duramente criticada y calificada de sexista y racista.
La revista más prestigiosa sobre ciencia y naturaleza, National Geographic, ha admitido que su cobertura pasada fue racista y ha pedido perdón por ello en un editorial firmado por Susan Goldberg, editora jefe de la revista. El comunicado incluye numerosos ejemplos de reportajes en los que visibiliza a personas de distintas etnias, de piel oscura y en que los tachan de salvajes, toscos o incluso poco inteligentes.
El titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha acordado este martes continuar las diligencias sobre el denominado «caso del chat policial» donde varios policías locales vertieron insultos a la alcaldesa Manuela Carmena al considerar que pueden ser constitutivos de un delito de odio y otro de injurias.
Los tres policías municipales supuestamente implicados en el escándalo de los chats racistas que fueron cesados de forma cautelar por el Ayuntamiento de Madrid la semana pasada, han sido imputados por un juez
Quiero que me dejen en paz. Quiero decir “negro” en un artículo -como lo hice el otro día en una reseña de La Bella y la Bestia- y que nadie me llame “racista” ni me pregunte si pertenezco al círculo íntimo de Trump. Quiero decirles que “persona de color” me parece una soplapollez, una delicadeza inútil, una expresión paternalista y repugnante que sólo disfraza un pensamiento abyecto: que los negros son más débiles per se y que nosotros, todopoderosos occidentales, debemos protegerlos poniéndole barnices al lenguaje. Si históricamente han sido oprimidos por los blancos, ¿vamos a reproducir ese menoscabo tratándoles de pobrecitos?¿Eso ataja la discriminación o la perpetúa? Yo no quiero que nadie se dirija a mí con primor por ser mujer y, encima, joven. Yo no quiero que se cuiden conmigo, como lo han hecho tantas veces, con ese suspiro dulzón de “ah, qué graciosa la chavalita, mírala, qué rebelde”, como quien acaricia el lomo de un animal revoltoso pero inofensivo. Yo no quiero que sus discursos complacientes denoten, al final, que soy yo la que está por debajo.
Dos ciudadanos iraquíes, que acababan de aterrizar en el aeropuerto JFK de Nueva York y contaban con peticiones de asilo aprobadas, serían los primeros detenidos tras la entrada en vigor del decreto, según informa The New York Times. Llegaron en vuelos separados y sus respectivas peticiones de asilo habían sido aprobadas por los departamentos de Estado y de Seguridad norteamericanos antes de que Trump jurase el cargo. Aparte de ellos dos, habría 11 refugiados más retenidos en otros aeropuertos, según han anunciado dos congresistas demócratas. Uno de los refugiados retenidos, Hameed Khalid Darweesh, ha sido ya liberado.
Los abogados de los dos iraquíes detenidos en Nueva York, que trabajan para organizaciones de Derechos Humanos, han presentado un recurso de habeas corpus para exigir su liberación, además de una moción de certificación de clase para representar a otros detenidos en puertos y aeropuertos americanos por la entrada en vigor de la orden.
La decisión de Trump ha supuesto la perplejidad de la comunidad internacional y ya ha provocado las primeras reacciones. Una de ellas es la de Irán, que ha anunciado que aplicará el principio de reciprocidad y prohibirá la entrada a los estadounidenses en su territorio durante tres meses.
Donald Trump pasará a la Historia por el levantamiento que se ha generado en su contra.
La policía de Londres arrestó posteriormente al hombre que protagoniza la agresión, gracias a la difusión del vídeo. “El detenido es sospechoso de asalto con lesiones y uso de amenazas, palabras abusivas y un comportamiento que puede alterar el orden con el fin de acosar o causar alarma y angustia”, según informa el comunicado policial. El hombre ha sido puesto en libertad bajo fianza hasta el 14 de noviembre. La reacción de la española ha sido aplaudida por muchos en las redes. En los últimos meses, y auspiciado por el Brexit, el clima de tensiones racistas se ha agravado en el Reino Unido.
Un reconocido periodista del New York Times, Jonathan Weisman, ha contado recientemente cómo sufrió en sus propias carnes: tras tuitear un artículo sobre Donald Trump, un usuario de la red social le mencionó diciendo simplemente “Hola, (((Weisman)))”, lo que alertó a un ejército de trolls neonazis, muchos de ellos simpatizantes de Donald Trump, que comenzaron a acosarle en la red. Es una práctica que ha comenzado a extenderse en internet, y es difícilmente rastreable, ya que los motores de búsqueda no reconocen las paréntesis.
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