Rey

El discurso del rey

El discurso del rey

Nunca he creído en la posibilidad de un nacionalismo cívico genuino, primario. La historiografía ha abrazado esa etiqueta para distinguir cierta percepción nacional asociada a los valores de la república francesa, ese “plebiscito cotidiano” del que escribió Renan, en oposición al más étnico y simbólico nacionalismo alemán que emergió con el romanticismo del siglo XIX, y que procede del anterior Sturm und Drang promovido por el filósofo Herder.

Motivos para recelar

Motivos para recelar

Con cuarenta años de periodismo a la espalda, es lógico el escepticismo ante las casualidades, que las más de las veces son “causalidades”. Cualquier profesional con una mínima experiencia y cierto olfato, adivina a la primera qué es una exclusiva, un scoop que le habría gustado tener en su mano, y qué es una noticia que a alguien le conviene hacer pública por las razones que sean, con frecuencia como venganza por no haber logrado determinado objetivo.

Un ciudadano de Colorado asegura ser el legítimo rey de Inglaterra

Un ciudadano de Colorado asegura ser el legítimo rey de Inglaterra

Un ciudadano estadounidense de Colorado publicó el jueves un anuncio en el periódico británico The Times en el que asegura ser el legítimo rey de Inglaterra. Allan V. Evans, el autor del anuncio, dice en el mismo que es “un descendiente directo de una línea de primogenitura ininterrumpida desde el siglo III en Gran Bretaña documentada legalmente y registrada en el Real Colegio de Armas”.

La ansiada investidura llegó tras más de 300 días en funciones

La ansiada investidura llegó tras más de 300 días en funciones

El 13 de enero de 2016 comenzó la XI Legislatura, la más breve de la democracia pero también una de las más intensas que se recuerdan. Por primera vez, el Parlamento y el Gobierno se enzarzaron en un conflicto de competencias que acabó en el Tribunal Constitucional sobre si el Congreso podía o no someter a control a un gobierno en funciones. Mientras se resolvía el conflicto, el rey Felipe VI, que se estrenaba la ronda de contactos con los partidos que habían obtenido representación parlamentaria, se encontró con que Mariano Rajoy, al que propuso para que se sometiera a la investidura, «declinó» porque dijo no contar con los apoyos suficientes. Algo que no había pasado hasta entonces.
El rey se lo propuso entonces a Pedro Sánchez, líder del PSOE, el segundo partido más votado. Sánchez aceptó y comenzó una intensa ronda de negociaciones con Podemos y Ciudadanos. Los primeros se descolgaron en el último momento, y Sánchez se sometió el 2 de marzo a una investidura que de antemano sabía perdida, pues sólo contó con el apoyo de los diputados socialistas, los de Ciudadanos y uno de Coalición Canaria. Comenzó a correr el tiempo de dos meses que establece la Constitución para disolver las cámaras en caso de que nadie hubiera sido investido. Los unos culpaban a los otros, los otros a los unos por la situación creada, mientras Rajoy optó por quedarse al margen de las batallas. Así fue como el 3 de mayo se disolvieron las Cortes y se convocaron elecciones generales. Una situación de nuevo sin precedentes, pues era la primera vez que los ciudadanos tenían que acudir a las urnas en un plazo de seis meses para decidir quién debía gobernar el país. El domingo 26 de junio los españoles votaron y lo hicieron de forma muy parecida a diciembre. Volvió a ganar el PP de Rajoy con la diferencia de que mejoró sus resultados con 137 diputados, pero lejos de los 176 para la mayoría absoluta. El PSOE perdió cinco escaños mientras Podemos subió dos y Ciudadanos se dio el batacazo al perder 8. El resto de los partidos minoritarios se mantuvieron más o menos igual.
La XII Legislatura comenzó en julio y la amenaza de unas terceras elecciones aumentó ante la falta de acuerdos. Sánchez se negó a facilitar la investidura de Rajoy, provocando una crisis sin precedentes en el PSOE. El líder del PP esta vez decidió dar un paso al frente, negoció con Ciudadanos un pacto de investidura y al rey le dijo que sí, que se sometería a la votación. Confiaba en que se impusiera la cordura en el PSOE pero se impusieron las tesis del «No es no» de Sánchez. Sin la abstención de los socialistas era imposible que Rajoy fuera investido y el 31 de agosto en la primera votación y el 2 de septiembre en la segunda, perdió. De nada sirvió el acuerdo firmado el 28 de agosto entre PP y Ciudadanos. Los partidos de izquierdas junto con los independentistas catalanes, vascos y valencianos intentaron superar sus diferencias para formar un «gobierno Frankentein», como acuñó el PP a esta amalgama de siglas que finalmente no prosperó porque una parte del PSOE se negó.
Esa misma parte del PSOE decidió que había llegado el momento de facilitar la investidura de Rajoy, absteniéndose. Así fue como el 29 de octubre de 2016, tras más de 300 días con un gobierno en funciones, el candidato del PP Mariano Rajoy fue investido por el Congreso de los Diputados presidente del Gobierno en la segunda votación. El líder popular tomó posesión de su cargo a primeros de noviembre y formó un Gobierno en minoría que puso fin a más de 300 días con España en funciones y que durará lo que el propio Rajoy quiera que dure, pues es potestad del presidente del Gobierno disolver las Cortes y convocar elecciones generales cuando quiera.

El Rey y las beatas

El Rey y las beatas

La rutina democrática era esto. El discurso del Rey en mute mientras uno disfruta en familia. Cualquier mayor de edad sabe lo que el Rey va a decir en Nochebuena y ahí radica la legitimidad de la monarquía parlamentaria. En la levedad de sus mensajes, en su adormecedora previsibilidad. La caída de las audiencias es por tanto un triunfo democrático. El reinado de Felipe VI ha obtenido la sanción de los audímetros. Lo contrario significaría que la institución se está volviendo estridente, invasiva, morbosa. No hay espectáculo más deprimente que un rey mendigando atención.

El discurso de un rey

El discurso de un rey

Quizá no sirva para este oficio porque, en demasiadas ocasiones, no tengo una idea definida y clara sobre ciertas cuestiones de candente actualidad. Una de éstas siempre es la Corona, su legitimidad y eficacia. La forma de gobierno me parece hoy un problema menor si lo comparamos con otros más cotidianos y complejos de solucionar. La institución monárquica no me entusiasma, pero tampoco me molesta. Por mucho que lo intente, no logro ser seducido ni por el ideal republicano patrio ni por las múltiples razones esgrimidas por los monárquicos. El conflicto se dirime, sobre todo, en el campo de lo simbólico y de lo estético, ámbitos donde diluir los malos entendidos y los prejuicios es un imposible. Mucho más de lo que están dispuestos a aceptar unos y otros. Ya les digo, quizá no sirva para esta labor y probablemente éste no sea tampoco el mejor inicio para una columna de opinión.

El Rey defiende un país “sin fracturas” donde no tenga cabida la "intolerancia"

El Rey defiende un país “sin fracturas” donde no tenga cabida la "intolerancia"

Don Felipe, que este año ha elegido el despacho de Zarzuela para expresar a los españoles sus mejores deseos para el año próximo, en lugar del Palacio Real, como hizo en 2015, ha alabado la solidaridad de los españoles, la figura de la familia y la voluntad de seguir trabajando juntos por superar las situaciones de dificultad que ha vivido el país. Una vez superada la incertidumbre en el ámbito político, con la formación de un nuevo gobierno tras más de diez meses en funciones, y en lo económico, con el inicio de la salida de la grave crisis económica de los últimos años, es necesario que “cuidemos y mejoremos en todo momento la convivencia”, y ha defendido el “respeto” como un valor esencial para garantizar esa convivencia.
“No son admisibles ni actitudes ni comportamientos que ignoren o desprecien los derechos que tienen y que comparten todos los españoles para la organización de la vida en común” y en este sentido, el monarca ha destacado que “vulnerar las normas que garantizan nuestra democracia y libertad solo lleva, primero, a tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada y, luego, al empobrecimiento moral y material de la sociedad”. Así pues, en esa alusión a los discursos independentistas y rupturistas, ha reiterado la importancia de la “convivencia democrática basada en el respeto a la Ley”.
A pesar del “mundo incierto” que vivimos, el rey ha destacado la importancia de la tecnología que “condiciona nuestras vidas, la información y nuestra forma de comunicarnos”. “No se trata ya solo de una revolución tecnológica: es algo mucho más profundo. Es un nuevo modelo del mundo que traspasa fronteras, sociedades, generaciones y creencias” al que España debe adaptarse. Para ello, “la educación es clave esencial” para “desarrollar al máximo nuestras habilidades para actuar con éxito en la ciencia, en la economía o en la cultura, también en la industria y en la seguridad”. Antes de concluir y desear felices fiestas en los cuatro idiomas oficiales, Don Felipe ha insistido en que estos no son tiempos para “fracturas, para divisiones internas, sino para poner el acento en aquello que nos une, construyendo sobre nuestra diversidad; son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas”.

Primera aparición pública del controvertido nuevo rey de Tailandia

Primera aparición pública del controvertido nuevo rey de Tailandia

El nuevo monarca, Maha Vajiralongkorn Bodindradebayavarangkun, de 64 años, participó finalmente en una ceremonia oficial en el gran palacio de Bangkok, después de 50 días de luto. El rey sorprendió a todos cuando pidió retrasar la ceremonia de sucesión al trono, dejando éste desocupado durante siete semanas. Su ceremonia oficial de entronización fue breve y emitida por la televisión el jueves. Se puso fin así a una situación sin precedentes en el país, mientras se mantiene la duda sobre la relación que mantendrá el nuevo monarca con los generales que tomaron el poder en 2004 tras un golpe de Estado.

“La voz de nuestro pueblo”

“La voz de nuestro pueblo”

El Rey aún no tenía once años y no estuvo allí; no vio en directo lo que -discretamente- el Diario de Sesiones recoge: “los aplausos de la casi totalidad de los presentes se prolongan durante largo rato”, al inicio; y “los aplausos, prácticamente unánimes, se prolongan durante algún tiempo”, al final. Aquello fue en un histórico 22 de julio de 1977, cuando su padre, entonces un joven Rey, declaró: “la democracia ha comenzado (…) Ahora hemos de tratar de consolidarla”.

He matado a Rajoy

He matado a Rajoy

Me pasaba con algunos novios y alguna vieja amiga. Cuando se quedaban por el camino -voluntariamente o no-, a mí me daba por arrancarles su dimensión íntima; es decir, en mi cabeza, en mi relato, en la propia novela que es la vida -la mía y la de todos, errática casi siempre-, ellos dejaban de comer, de enamorarse, de recibir facturas, de bostezar o de defecar, del mismo modo en el que se abstienen los personajes transitorios que aparecen en los libros sólo un rato. Era absurdo y triste, porque es obvio que continuaban existiendo aunque ya no hablásemos, pero a mí me parecía que no. Sus rutinas se habían detenido en el tiempo por una cuestión de insignificancia.

El Emperador Akihito solicita que le releven del cargo en un anuncio en televisión

El Emperador Akihito solicita que le releven del cargo en un anuncio en televisión

El actual Emperador ha asegurado, consternado, que ”cuando un Emperador enferma o su estado de salud es grave, me preocupa que, como ha sucedido en el pasado, la sociedad entre en punto muerto o la situación pueda impactar en las vidas de la gente. En ocasiones me planteo cómo sería posible evitar esta situación”. Akihito no ha llegado a mencionar en ningún momento el término “abdicación” ya que no ostenta la potestad para asumir tal decisión, dado que la legislación nipona establece que el Emperador debe ocupar su cargo hasta su fallecimiento. El jefe de Estado llegó al trono tras la muerte de su padre en el año 1989 y en una ruptura con las rígidas tradiciones de la institución japonesa decidió casarse con una mujer que no procedía de la nobleza local. Este anuncio en televisión también es una ruptura clara con las tradiciones de la institución nipona.

Llega el día de la marmota a España: Rajoy sigue empeñado en formar Gobierno, pero no tiene apoyos

Llega el día de la marmota a España: Rajoy sigue empeñado en formar Gobierno, pero no tiene apoyos

«Yo no puedo garantizar hoy la constitución de un Gobierno, vamos a esperar cómo se producen los acontecimientos», ha aseverado el presidente en funciones. Mientras espera, ya han pasado 44 días sin Gobierno y sin visos de que lo haya. Rajoy insiste en la fórmula PP, PSOE y Ciudadanos, «porque esta coalición podría hacer grandes reformas en España y mandaría un mensaje de estabilidad fuera», ha justificado. Según el líder del PP, el principal escollo para que esta suma se traduzca en un Gobierno es Pedro Sánchez, que no le coge el teléfono.

La Monarquía consolidada

Las dudas acerca de si el apego de los españoles por la Monarquía respondía más al juancarlismo – entendido como una corriente sociológica en la que primaba la personalidad del Rey don Juan Carlos sobre la institución – que a la propia Corona y sus representantes se ha diluido con el paso del tiempo.

La gran danza de la caña

La gran danza de la caña

Según leemos, se ha producido un accidente con 65 muchachas muertas en Suazilandia, durante el Festival de la Danza de la Caña, durante el que miles de vírgenes bailan semidesnudas ante el Rey para que él escoja esposa.

Soberanamente

Soberanamente

Hay quien piensa que estamos ante una segunda Transición y quizás no vayan muy desencaminados. Hace 40 años los españoles se jugaban la Democracia. Hoy algunos quieren que decidamos entre Monarquía o República. Un debate que me da bastante pereza, por no decir que después de una semana empieza a aburrirme soberanamente.

Así abdicó Don Juan Carlos

“El Rey abdica” fue el gran titular en la mañana del lunes. La noticia saltó pronto a la prensa nacional y también internacional, en diarios como The Guardian o The New York Times. 34 palabras fueron suficientes para comunicar la decisión. Los achaques de salud de Don Juan Carlos, el debate sobre Cataluña, y, especialmente, el Caso Noós, habían minado la estabilidad de la Casa Real. Estabilidad es también lo que se ha exigido a los dos grandes partidos ahora. Mientras, partidarios de la república salen a las calles para pedir un referéndum y en diferentes ayuntamientos ondean ya banderas republicanas.

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