THE OBJECTIVE
Melchor Miralles

El Gobierno y el emérito

Hemos conocido las manifestaciones de Corinna sobre hechos y actos del Rey emérito Juan Carlos I que hacen inexcusable una explicación detallada y una investigación seria y profunda, y que van a afectar al prestigio de la institución, por más que el rey Felipe VI no haya aparecido en el asunto.

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El Gobierno y el emérito

Hemos conocido las manifestaciones de Corinna sobre hechos y actos del Rey emérito Juan Carlos I que hacen inexcusable una explicación detallada y una investigación seria y profunda, y que van a afectar al prestigio de la institución, por más que el rey Felipe VI no haya aparecido en el asunto. Las conversaciones entre Corinna, la amante del emérito, el empresario Juan Villalonga y el turbio comisario Villarejo evidencian que Juan Carlos I puso propiedades en el extranjero a nombre de su amante sin el consentimiento de esta, que utilizó cuentas suizas en las que figura como titular Álvaro de Orleans Borbón, su primo, y que Juan Carlos I pidió comisión por su gestiones para la realización del AVE a La Meca y recibió dinero saudí.

Es secundario si la difusión a la vez en dos medios de comunicación favorece o no al comisario Villarejo. Los sustancial es que quien habla es Corinna zu Sayn-Wittgenstein y la cinta es verdadera, y hay indicios más que razonables de que el ex Jefe del Estado se enriqueció ilícitamente.

El Gobierno está obligado a impulsar una investigación a fondo, aunque al tratarse de hechos sucedidos siendo Juan Carlos I Jefe del Estado rige el principio de inviolabilidad que recoge la Constitución. No obstante, habrá que ver en la investigación si después de su abdicación ha continuado con este tipo de actividades, porque en ese caso no existiría inviolabilidad. El primer interesado en hacer luz sobre este turbio asunto debiera ser el Rey Felipe VI, porque de nuevo la sombra de la sospecha se cierne sobre la institución monárquica, y va a afectar a su credibilidad en un momento muy serio y grave de la política y de las instituciones en España.

Y, además, es obligación de Sánchez investigar si son ciertas las acusaciones de Corinna sobre Félix Sanz Roldán, director del CNI, el servicio de inteligencia español, a quien acusa de haberla amenazado de muerte a ella y a su familia, algo insólito que de ser verdad le incapacitaría para seguir al frente del CNI.

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